Industriales cordobeses creen con las elecciones del domingo último "el país se está encaminando a ser una cosa seria"
La UIC coincidió en hay que "modificar el esquema laboral", pero descartó que la reforma laboral que llevó adelante Brasil, sea "una alternativa".
El titular de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), Gerardo Seidel, consideró hoy que con el triunfo del gobierno en los comicios del domingo pasado "el país se está encaminando a ser una cosa seria, y aspirando a que seamos un país normal".
Seidel, en diálogo con Télam, consideró que el triunfo "tan amplio" del gobierno en los comicios del domingo, permitirá que "todas las reformas que estaban pendientes, empezando por las del Estado y el déficit fiscal, se van a poder sentar a negociar con los gobernadores, para finalmente ver si podemos tener la dimensión de un país lógico".
En ese sentido el dirigente industrial indicó que una reforma tributaria y fiscal "es clave".
"Creo -añadió-, que alguna vez hay que ponerle el cascabel al gato, porque no puede ser que 6 millones de privados, estemos soportando todo el resto de la población de argentina".
Seidel puntualizó: "tenemos 6 millones de privados, cuatro millones de empleados públicos y el resto es informalidad, que de alguna manera trabaja y subsiste, pero hay que llevarlos al mercado formal, mejorarle los ingresos y así contribuir para que la sociedad vaya para adelante".
Añadió que para lograr esto "sin dudas hay que modificar el esquema laboral", y ante una consulta descartó que la reforma laboral que llevó adelante Brasil, sea "una alternativa".
"Nosotros hemos estudiado muy bien la reforma laboral de Brasil, y sinceramente es un paso atrás y es una amenaza para la Argentina porque nos resta competitividad".
Seidel puntualizó que en Argentina "no se pretende de ninguna manera llegar a un régimen como ese. Tampoco se va a poder, porque hay otra cultura, tanto del trabajo como sindical, pero sí es necesario bajar los costos laborales no asociados al trabajo en sí".
El titular de la UIC puso como ejemplo las alícuotas de las ART, "que llegaron en los ultimos años a casí 20% según el rubro de actividad y el ausentismo
Seidel también cuestionó el aporte que las empresas deben hacer a los sindicatos "por convenios que vienen de los años 70, y tenemos como ejemplo más conocido el de Sancor con el sindicato de los lacteos (Atilra), donde cada empresa le pagaba 3.500 pesos por empleado, más de 200 dólares mensuales para el sindicato, para un fondo que nadie sabe para qué se usa."
Otro ejemplo que puso fue el de su empresa del rubro de los plásticos donde "tengo un costo mensual para capacitación que nunca le dieron a mis empleados, solo un curso se hizo en los últimos 40 años, de 100 mil pesos mensuales. Todo eso suma para que la competitividad se pierda".