Inadmisible perjuicio a bomberos voluntarios
Aun reconociendo la dureza de la crisis actual y la necesidad de adoptar medidas para achicar los números en rojo del Estado, es inadmisible que uno de los sectores afectados sea el de los bomberos voluntario.
Los bomberos voluntarios de todo el país se hallan en alerta por el atraso del pago de una millonaria suma que la Nación no remitió y que es, en principio, excedente del ejercicio presupuestario 2017. Nucleados en el Consejo de Federación de Bomberos Voluntarios expusieron su preocupación y reclamo en el Congreso de la Nación. En este marco quisieron anticiparse al presupuesto 2019 y llevaron sus números. Y su reclamo: plantean que no están cobrando el subsidio lo que impediría, según expresaron, que más de 1000 cuarteles estén operativos y en funcionamiento.
De corroborarse estos atrasos, sería inadmisible la omisión de pago por parte de la Nación. Porque son los bomberos voluntarios quienes realizan una tarea más que encomiable en defensa de la vida y los bienes de los miembros de una comunidad. Y porque en ciudades pequeñas o en localidades aún más chicas, cumplen una función social tan importante como rescatable.
En este marco, la Mesa Ejecutiva Ampliada de la citada Federación declaró el estado de Alerta "en defensa de los recursos que sostienen al Sistema Nacional de Bombero Voluntarios". Recordaron que en el presupuesto del 2018 se disminuyó las partidas para los cuarteles en un 40%, entre lo que les redujeron y la inflación.
Los cálculos realizados hablan de que se están debiendo más de 200 millones de pesos. Lógico es pensar entonces que la labor ímproba de los voluntarios se halla afectada por la imposibilidad que tienen los cuarteles para hacer frente a sus erogaciones, cada vez más onerosas por impacto del crecimiento de los índices inflacionarios en el país.
Vale señalar que la Ley Nacional 25.054 establece el método de financiamiento de los bomberos voluntarios de todo el país. Los fondos provienen de una cuenta en la que las compañías de seguros hacen un aporte obligatorio del 5 por mil de su facturación. Estos recursos son distribuidos luego entre más de un millar de asociaciones civiles, figura bajo la que funcionan los cuerpos de bomberos en la gran mayoría de las ciudades argentinas.
Aun reconociendo la dureza de la crisis actual y la necesidad de adoptar medidas para achicar los números en rojo del Estado, llama la atención que uno de los sectores afectados sea el de los bomberos voluntarios. Porque se afecta un servicio vital para la seguridad y la vida de los habitantes de este país, prestado por desinteresadas personas que solo buscan aliviar el dolor de sus semejantes. Por ello, se impone una revisión de lo que a todas luces es un despropósito.