Imitar a Belgrano
Su ejemplo, su huella es, posiblemente, la herramienta que debiera marcar el camino nacional, tantas veces desvirtuado y quebrado. Sus enseñanzas se recuerdan hoy y se cubren de olvido hasta el próximo 20 de junio.
El día de la Bandera nos remite al momento de la muerte de su creador. En la sencillez más absoluta, desvestido de cualquier pompa y entregando su reloj como único pago al médico que lo atendió, Manuel Belgrano dejaba este mundo luego de haber sembrado de valores la Patria.
Años atrás, en esta columna, se sostuvo que quizásBelgrano vio en la Bandera Nacional el símbolo que faltaba para que la independencia tomara cuerpo definitivo y se hiciera un objetivo de todos los patriotas de ese tiempo. Lo hizo cuando convocó a sus contemporáneos a hacer de América del Sur "el templo de la independencia y la libertad" y comprendió que el futuro de la Patria prontamente dejaría de construirse en los campos de batalla para forjarse en las escuelas, en el campo y en las fábricas.
Su ejemplo, su huella es, posiblemente, la herramienta que debiera marcar el camino nacional, tantas veces desvirtuado y quebrado. El prócer está en el bronce. La persona, el abogado, el político, el militar, todas sus facetas se subsumen en un busto o un monumento, en un homenaje anual y en el recuerdo en los colegios. Pero parece mero simbolismo. Porque seguir sus enseñanzas, imitar su vida, encarnar sus valores, parece mucho más complicado.
"No busco glorias sino la unión y la prosperidad de la patria". Humildad es el primer valor. -Trabaja para consolidar la unidad de la Nación. Y para sentar las bases de su desarrollo. Pero no lo hace procurando ser ensalzado. Incluso se rebela frente a quienes pretenden colocarlo en el pedestal.
"Ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensarse con dinero sin degradarlos". Honestidad a toda prueba. No hace falta mucha reflexión para entender que esta enseñanza belgraniana ha sido denostada durante gran parte de la historia nacional. La corrupción, en todas sus formas, es uno de los males más extendidos. La anomia, el incumplimiento de la ley y la falta de justicia son correlatos lógicos de la mancha moral que supone la falta de aquel principio.
"Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria". Patriotismo por sobre todo. Amor a la tierra que lo vio nacer y por cuya libertad dejó su vida. Amor profundo a sus costumbres, a su cultura, a sus hombres especialmente los más débiles para quienes siempre reclamó atención y justicia.
Honorabilidad, coraje, fidelidad a las convicciones por siempre, austeridad, sinceridad, sana rebeldía y amor a la libertad. Imitar este ejemplo permitiría retomar el camino. Porque todos esos valores están englobados en una sola persona. En la vida de uno de los padres de la Patria cuyas enseñanzas se recuerdan hoy y se cubren de olvido hasta el próximo 20 de junio.