“Hebe de Bonafini nunca me representó a mí, tampoco a las Madres de la línea fundadora; es más lo que dividió que unió”
A 41 años del último golpe militar que le arrancó un hijo adolescente y la convirtió en la madre de un desaparecido, esta referente de los Derechos Humanos se muestra tan entera como sus convicciones. "Mi trabajo estuvo bien hecho, nada lo va a borrar. Se hizo toda la resistencia posible a la dictadura".
A 41 años del último golpe militar que le arrancó un hijo adolescente y la convirtió en la madre de un desaparecido, esta referente de los Derechos Humanos se muestra tan entera como sus convicciones. "Mi trabajo estuvo bien hecho, nada lo va a borrar. Se hizo toda la resistencia posible a la dictadura".
- Pasó otro 24 de marzo, Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, y dos discursos se colaron en la opinión pública: uno reivindica a Montoneros y otro, a las fuerzas armadas...
Como primero y principal, hay que contextualizar estas palabras en el marco de un año electoral. Por un lado, el peronismo necesita reorganizarse, el kirchnerismo no quiere desaparecer y va a trabajar para que el peronismo lo incluya en todo lo que se pueda, y por otro, la idea de deteriorar el gobierno de Mauricio Macri porque hecho esto, tendrían la victoria. Aunque tu grupo de seguidores se achica, una plaza, es una plaza. Y cuando más se achica el grupo, más se radicaliza; ya lo dijo en aquella Plaza de Mayo Hebe de Bonafini donde reconoció a Madres de Plaza de Mayo no más como un grupo de Derechos Humanos sino como un partido político, es decir, son una facción de una facción del peronismo.
- ¿Cómo es eso?
Hay un obvio achicamiento en la función. La única ventaja que tuvo el decir que son partido político riñón del kirchnerismo es que quedó blanqueado lo que eran las Madres, algo que ya se sabía, pero lo dijo con todas las letras.
Que algún sector esté reivindicando el accionar de las fuerzas armadas, trayendo de la memoria el pasado, tiene que ver con el desorden en que se organizó ese acto. Según pude constatar, cada uno de los que estaban presentes escribía un párrafo del discurso y de los que estaban ahí ninguno tenía una representación que hoy fuera grande en la política del país. No estaba la CGT, partidos políticos que lleven votos o tengan bancas, salvo Roberto Baradel quien tiene sus intenciones personales que es llegar a ser líder de la CTA. Lo que describo es pura puja política salvo por algunos que fueron por su cuenta, con su dolor y con el respeto por los desaparecidos en dictadura.
- Muchos jóvenes traen al discurso actual a las fuerzas guerrilleras...
Una golondrina no hace verano. Es cierto que un discurso simplificador es más fácilmente absorbible que aquel que complejiza las cosas y el relato durante doce años de los Kirchner fue simplificador, que hizo que cada uno entendiera las cosas como pudo.
- ¿Tienen la historia cambiada?
Son millones de jóvenes que no vivieron aquella época, que nacieron por suerte en democracia pero tampoco se preocupan por averiguar qué pasó antes. Pero eso sucede en la Argentina como en otras partes del mundo. Son momentos de tensión social y cada vez que ocurre una cosa así, me pregunto: ¿estará mejorando la economía? Porque lo que realmente es preocupante es eso, cómo estamos. Como dijo Karl Marx, la primera vez es tragedia; la segunda vez es una farsa.
- ¿Qué le hace sentir esa tensión?
Me hubiera gustado hablar con Estela de Carlotto para ver cómo se sentía ella en ese lugar escuchando esas cosas. Yo estoy muy alejada de todo eso, no tengo nada que ver con esas personas.
- ¿Esto "mancha" de alguna manera su trabajo por la búsqueda de los desaparecidos?
Mi trabajo estuvo bien hecho, nada lo va a borrar. Se hizo toda la resistencia posible a la dictadura. Cuando salió la investigación a la luz, cuando se hicieron los juicios, creo yo que se hicieron bien. Esas son las cosas que quedan y lo demás es producto de una lucha. Quisiera saber de qué vamos a estar hablando el año próximo.
- La nombró a Hebe de Bonafini. ¿Podría haber algún acercamiento a ella?
No. La padecí durante todos los años de dictadura y hasta hoy. Hebe no cambió en este gobierno, su imagen estaba detrás del personaje de la heroína pero Hebe es la misma persona que con los años se pone peor. Nada más.
- De ahí se desprende un título reciente que le dio a una entrevista con la prensa: "Ser madre de un desaparecido no te convierte en buena persona"...
Así es. Sos madre y ante esto reaccionás de distinta manera. Eras grande, tenías tu vida, tus resentimientos y alegrías. Hay que ver qué pesó sobre Hebe. Otra gente que pasó lo mismo que a ella tiene un talante total y absolutamente diferente y la mayoría ya ha fallecido, lo cual es otro tema. Estamos quedando pocas.
Hebe de Bonafini nunca me representó a mí. Tampoco a las que forman parte de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora. Es más lo que dividió que unió.
- ¿Cuál es su mirada sobre el gobierno de Mauricio Macri?
Este gobierno apostó a que el cambio y el crecimiento económico iba a ser más rápido de lo que está siendo. Apostó a que iba a haber inversiones sin calcular lo que se iba a ganar y en un contexto mundial que está difícil. Brasil, nuestro comprador del 40% de las importaciones, se nos cayó en la cabeza; por ejemplo, y además está cambiando la relación de la gente con el trabajo en todo el mundo donde la tecnología está reemplazando al hombre y no le encontramos la vuelta a esta desigualdad.
- ¿Le hubiera gustado sentarse en el sillón de Rivadavia?
Como tengo la imagen de lo que hubiera podido ser, hoy te digo que no. Pero en el momento en que luché por eso, sí. Tengo sentido de la responsabilidad pero cómo estaba el país hubiera sido difícil.
- ¿Y de Cristina Kirchner, qué puede decir?
En principio respeto a todo el mundo, aunque se equivoque. Pero cuando alguien termina aprovechándose de lo público para enriquecerse ella, su familia y los que están alrededor de ella, pierde todo mi respeto.
- ¿Cómo recuerda a "Pablito", su hijo, uno de los 30.000 desparecidos?
Hoy tendría 57 años y lo recuerdo como el día en que se lo llevaron. No siento que esté relacionado con el presente porque a él le impidieron vivir este mundo de hoy. Los que están relacionados con todo lo de hoy son mis otros hijos y mis nietos. Pablo es un recuerdo doloroso y fuerte que jamás se va a ir de mí. Al mismo tiempo, me preocupa el presente y el futuro de los que están.
- Como incansable luchadora, ¿cómo ve a la mujer en la actualidad y su lucha por más derechos, contra la violencia de género?
En general, todo depende de los sectores sociales. Cuando se mira hacia las facultades, hay más mujeres que hombres. Sin embargo, en los puestos de trabajo, hay más hombres que mujeres, especialmente en los cargos de mayor responsabilidad, y si ocupan la misma jerarquía, la mujer gana menos que ellos.
De igual manera, cuando ambos no tienen acceso a la educación, salud y necesidades básicas, a la mujer le va peor que al hombre.
- ¿Y la postergación de la maternidad por el éxito profesional?
Es propio de la época. Una mujer que tiene una carrera universitaria hecha con esfuerzo y sacrificio no piensa que su mayor logro es la maternidad, sino que ese será otro logro más en el momento oportuno. La lógica es que es mejor de mayores, cuando la mujer está más preparada para afrontar la responsabilidad de la maternidad.