Hábitat sustentable para una comunidad más inclusiva
Con el puntapié en los pueblos, esta forma de vida puede beneficiar a los vecinos a mejorar su calidad de vida y lograr menor disparidad entre sus habitantes.
Los pueblos ya viven una nueva realidad. Con la instalación de tótems solares en espacios públicos para la carga de elementos tecnológicos, los vecinos ya disfrutan de una nueva forma de vida que mejorará su calidad y la del medioambiente.
Esto que están logrando localidades y comunas del departamento San Justo es lo que la arquitecta Paula Bailo (M.P. 1-9134) denomina "hábitat sustentable". "Teniendo en cuenta que este concepto determina ´un ecosistema que es capaz de producir alimentos y refugio para las personas y otros organismos, sin agotar los recursos, buscando no enviar residuos al exterior de dicho ecosistema ´; podemos entrever la importancia que tiene todo lo sostenible para la humanidad".
Este tipo de artefactos de funcionamiento solar, "aprovechan los recursos naturales para dar confort a los usuarios, además de otorgar un servicio, darles vida y uso a los espacios urbanos, también logran que la comunidad sea cada vez más inclusiva".
Comunidad inclusiva
Teniendo en cuenta que los tótems solares se ubican en las plazas de los pueblos, como es el caso de plaza San Martín en La Francia siendo la primera estación solar del departamento; la arquitecta comentó que, para elegir su lugar, "se deben considerar las condiciones climáticas del entorno para obtener el máximo rendimiento con el menor impacto".
"Por otra parte, lo social y el uso de los espacios, quizás un determinado lugar puede ser reinventado completamente por la correcta ubicación del equipamiento", afirmó.
Sobre qué productos se pueden colocar, "un buen ejemplo son los parasoles con paneles solares, que además de proveer sombra a bancos y otros equipamientos de permanencia, nos brindan energía solar que se utiliza para la iluminación de estos espacios y demás servicios como, por ejemplo, la carga de celulares".
Respecto a los costos y beneficios sociales y urbanísticos para cada comunidad, "si hacemos un comparativo de costos entre un equipamiento sustentable y un equipamiento tradicional, quizás la balanza se incline a favor de los primeros, pero evaluando el costo/ beneficio de los mismos, sin dudas que la ganancia es multiplicada".
"Estamos hablando de utilizar un recurso, por ejemplo, la energía solar para obtener un servicio indispensable como la electricidad, y en este caso lo estaríamos poniendo a disposición de todos los habitantes, justamente esa es la razón por la que antes menciono la importancia de lograr una comunidad cada vez más inclusiva", comentó la profesional.
"El principio de justicia social del desarrollo sustentable implica que todos los que viven en una ciudad puedan disfrutar de manera más o menos homogénea de iguales condiciones relativas a la calidad de vida".
Conciencia ambiental
Estas modificaciones sustentables que se observan en Devoto, La Francia, Arroyito y Colonia Las Pichanas, sin dudas destacan el valor que tiene el medioambiente para las pequeñas comunidades. Para Bailo, que los pueblos y comunas empiecen a pensar a estos cambios, tiene que ver con "el mundo que se está direccionando a cuidar nuestros recursos no renovables, a usar los renovables para cubrir las necesidades humanas, a transformar, reutilizar".
"Es imperiosamente necesario y urgente para frenar el cambio climático que todos tengamos responsabilidad y consciencia ambiental. Todo lo que tienda a permitir el desarrollo del ser humano, sin comprometer el medio ambiente de las generaciones futuras", afirmó.
"Crear consciencia ambiental en nuestras generaciones venideras debería ser nuestro objetivo común como ciudadanos, diseñar nuestras ciudades con esta responsabilidad es el primer paso", concluyó.