Evoluciona hombre herido de bala el lunes en Frontera
Se trata de Roberto Martínez, de 44 años. El presunto agresor sigue prófugo, mientras que ayer sufrió un incendio en su casa.
Roberto Martínez (44), quien fue baleado en la noche del lunes en Calle 78 al 500, en Frontera, evolucionaría favorablemente por estas horas, informaron desde la dirección del Hospital Iturraspe.
Martínez, padre de "Pocholito" -el menor detenido en el Complejo Esperanza sindicado como autor de la muerte de Dávila- recibió al menos tres disparos en su cuerpo que impactaron en un brazo, la zona del tórax y una pierna.
Según indicó el director del Hospital, Valentín Vicente, este miércoles se analizaba quitarle el respirador artificial al paciente, quien está desde el lunes internado en la Unidad de Terapia Intensiva.
El hecho
En la noche del lunes, Martínez fue supuestamente a reclamarle a Marcos Verón por una situación de reiteradas agresiones que se habían vivido por la tarde y habría recibido como respuesta varios disparos de arma de fuego.
Previo a este ataque, cerca de las 14, Verón, quien se encuentra prófugo de la Justicia, le habría disparado a Brian Martínez, mayor de edad, hijo del herido posteriormente.
Un incendio
En la mañana del martes, se desató el incendio de la vivienda en donde supuestamente reside Marcos Verón, en el sector de Los Eucaliptus, hecho investigado por la Policía al creer que podría tratarse de una venganza por lo sucedido la noche anterior.
El nivel de conflicto era tan alto que personas allegadas a los heridos intentaron evitar el accionar de los bomberos y les arrojaron piedras a la unidad, lo cual hizo que efectivos policiales custodiaran la tarea de los servidores públicos.
En la vivienda tomaron fuego gran cantidad de elementos combustibles que se almacenaban en el lugar y fue necesario solicitar el auxilio de un camión regador de la municipalidad de Frontera para abastecer de agua a la autobomba.
La vivienda sufrió importantes daños estructurales debido a la alta temperatura soportada y se observaban rajaduras en las paredes, mientras que el techo había desaparecido por completo por el intenso fuego y el mobiliario interior se habría perdido en una buena proporción.
Tras casi una hora de labor el fuego logró ser extinguido retirándose ambos vehículos con custodia policial para evitar ser atacados por quienes no querían que el incendio fuera apagado.