"Eviten los fuegos, por más pequeños que sean", afirmó una joven oficial en La Cumbre
Agustina Pavón es oficial de bomberos de la localidad de La Cumbre y colabora en la recarga de agua de los aviones hidrantes. Les pide a los pobladores tomar precauciones para que las llamas no sigan propagándose.
Agustina Pavón, una joven oficial de bomberos de la localidad cordobesa de La Cumbre, trabaja en el combate de los incendios que se registran en la zona noroeste del Valle de Punilla y pidió a los pobladores la mayor atención: "Eviten los fuegos por más pequeños que sean porque luego, con un descuido, se desborda todo".
Pavón aseguró que su pasión por la actividad "surgió cuando tenía cinco años en la visita a un cuartel" junto con sus compañeros del jardín de infantes.
La mujer se encuentra desde hace varios días colaborando con la recarga de agua de los aviones hidrantes que operan desde el Aeroclub de La Cumbre y combaten las llamas en el sector de Cuchi Corral y Characato, y orgullosa por su labor afirmó a Télam: "Soy la primera generación de la familia".
Al ser consultada sobre si su inclinación venía de una tradición familiar, Pavón negó y aclaró: "Esto surgió en el cuartel de La Calera, porque nosotros vivíamos en Córdoba y en el jardín, en salita de 5, nos llevaron a visitar ese lugar y ahí surgieron mis ganas".
Junto a ella, otras dos bomberas operan en ese sector con una tarea que arranca a las 7 de la mañana y concluye con las últimas horas de sol, cuando los aviones hidrantes concluyen sus recorridos, momento en el que regresan al cuartel y alistan los elementos para el día siguiente, tal cual como sucede hace 10 jornadas consecutivas.
Pavón aseguró que su pasión por la actividad "surgió cuando tenía cinco años en la visita a un cuartel" junto con sus compañeros del jardín de infantes.
La mujer se encuentra desde hace varios días colaborando con la recarga de agua de los aviones hidrantes que operan desde el Aeroclub de La Cumbre y combaten las llamas en el sector de Cuchi Corral y Characato, y orgullosa por su labor afirmó a Télam: "Soy la primera generación de la familia".
Al ser consultada sobre si su inclinación venía de una tradición familiar, Pavón negó y aclaró: "Esto surgió en el cuartel de La Calera, porque nosotros vivíamos en Córdoba y en el jardín, en salita de 5, nos llevaron a visitar ese lugar y ahí surgieron mis ganas".
Junto a ella, otras dos bomberas operan en ese sector con una tarea que arranca a las 7 de la mañana y concluye con las últimas horas de sol, cuando los aviones hidrantes concluyen sus recorridos, momento en el que regresan al cuartel y alistan los elementos para el día siguiente, tal cual como sucede hace 10 jornadas consecutivas.
Según las autoridades, los incendios ya han arrasado unas 60 mil hectáreas.
"No es una tarea tan fácil, pero si uno le pone optimismo entre todos podemos hacer algo", dijo optimista Pavón, que además aprovechó su tiempo para rendir, desde la base de operaciones del Aeroclub, un examen de la facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, donde es alumna de segundo año.
Pavón es bombera desde el año pasado, y contó: "Ya estuve en el incendio pasado que tocó en Capilla del Monte y Villa Albertina, operando desde el Aeroclub, como me tocó también el incendio grande de 2019 cuando se incendió La Cumbre".
Sobre la sensación que le queda al ver cómo el fuego arrasa todo a su paso, la bombera lamentó: "Es todo supertriste ver todo quemado, porque estamos acostumbrados a un paisaje completamente natural. Muchos animales muertos. Sé que a mucha gente se le quemaron viviendas y es muy triste".
"Eviten los fuegos por más pequeños que sean porque luego, con un descuido, se desborda todo. Sean precavidos", pidió Pavón para que no se inicien incendios por negligencia de los vecinos, mientras se acomodaba el barbijo, entre su pesado traje, para evitar también posibles contagios de coronavirus.
Pavón es bombera desde el año pasado, y contó: "Ya estuve en el incendio pasado que tocó en Capilla del Monte y Villa Albertina, operando desde el Aeroclub, como me tocó también el incendio grande de 2019 cuando se incendió La Cumbre".
Sobre la sensación que le queda al ver cómo el fuego arrasa todo a su paso, la bombera lamentó: "Es todo supertriste ver todo quemado, porque estamos acostumbrados a un paisaje completamente natural. Muchos animales muertos. Sé que a mucha gente se le quemaron viviendas y es muy triste".
"Eviten los fuegos por más pequeños que sean porque luego, con un descuido, se desborda todo. Sean precavidos", pidió Pavón para que no se inicien incendios por negligencia de los vecinos, mientras se acomodaba el barbijo, entre su pesado traje, para evitar también posibles contagios de coronavirus.