“Es un mito que con epilepsia no se puede hacer deportes”
La experiencia de Tomás Mugas y el beneficio para su salud. El adolescente sanfrancisqueño tiene epilepsia pero eso no le impidió hacer deportes. Participó de distintas competencias haciendo lanzamiento de bala y carrera y aseguró que hacer gimnasia "siempre hace bien" y lo ayuda a relajarse.
Por Isabel Fernández
¿La epilepsia y el deporte son compatibles?. La respuesta es sí y lo demuestra el testimonio de Tomás Alberto Mugas de 14 años, a quien le diagnosticaron la enfermedad a los 8 años, pero eso no le impidió practicar deportes.
Tomi nació con hidrocefalia y pasó por una intervención quirúrgica cuando era bebé, no tuvo mayores consecuencias, solamente una leve dificultad en la motricidad de las piernas. El diagnóstico de epilepsia llegó unos años más tarde.
Comenzará tercer año del secundario en el Instituto Pablo VI y los deportes forman parte de su vida, compitió en el Córdoba Juega en carrera y lanzamiento de bala. En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO aseguró que hacer distintas disciplinas deportivas "siempre hace bien", no solamente a él, que tiene epilepsia sino también a todas las personas.
"Es un mito que con epilepsia no se puede hacer deportes, se puede hacer de todo -dijo-. Cuando uno se siente muy estresado o presionado pueden aparecer ataques, el deporte entonces ayuda a relajarse. Físicamente el deporte tiene los mismos beneficios que para todo el mundo, además permite relacionarse socialmente".
El adolescente alentó a quienes sufren este problema neurológico a animarse y practicar deportes. "En cualquier lugar donde se haga, sea una competencia o gimnasio siempre uno estará controlado y acompañado. Nunca tuve un ataque practicando deportes pero si aparece algún ataque pueden ayudar", manifestó.
Afirmó que por la epilepsia no tiene limitaciones con los deportes, aunque no puede practicar los de alto impacto, como fútbol o paddle, por el problema motriz en las piernas.
Por su parte, su mamá María Bárbara Cadario, destacó el beneficio del deporte en estos casos y aseguró que como padres "hay que tranquilizarse, no actuar con miedo y apoyar a la persona en todo momento, nunca sobreprotegerlo porque es imporante que puede integrarse y participar en todas las actividades".
Vivir con epilepsia
La epilepsia es un trastorno neurológico que puede tener muchas causas, en el que se interrumpe la actividad de las células nerviosas en el cerebro, lo que provoca convulsiones. Durante una crisis, una persona experimenta comportamientos, síntomas y sensaciones anormales, incluso la pérdida del conocimiento.
Tomás vive con la epilepsia desde hace tiempo y aseguró que gracias al aura -una sensación especial que tienen algunas personas- aprendió a reconocer y anticipar un ataque, aunque actualmente gracias a la medicación hace varios meses que no tiene una crisis.
"Para mí el ataque de epilepsia es distinto en cada persona, existe algo que se llama aura, que es como una anticipación, un aviso que permite que la persona se de cuenta antes que va a tener un ataque de epilepsia. Si te sentís mareado, es ahí cuando tenés tiempo para avisar, después de un tiempo ya no podés hablar y perdés el conocimiento".
El adolescente agregó que los ataques son cortos y es "importante tener en cuenta las recomendaciones sobre como ayudar a quienes lo sufren. Después del ataque me duele la cabeza y no puedo recordar lo que pasó".
La carrera, una de las disciplinas que eligió Tomás
No hay limitaciones
Tomás integra el proyecto de Deporte Adaptado de Alpi que se realiza en el Club San Isidro y participó de manera competitiva en los Córdoba Juega, haciendo carrera y lanzamiento de bala.
La profesora de Educación Física, Mónica Cordi a cargo del proyecto afirmó que se trata "que participe de todos los deportes que pueda practicar ya que para la epilepsia no hay un deporte prohibido, al contrario eso le permite insertarse en la sociedad, relacionarse con gente y realizar actividades"
Finalizó diciendo que aunque no hay limitaciones para los deportes, "si se tratan de evitar los de contacto físico como el boxeo por la posibilidad de golpes en la cabeza".
Tan importante como la medicación
"Se ha demostrado que la práctica de deportes, como factor integrador social; mejora las condiciones psico emocionales del paciente, disminuye el estrés, genera endorfinas; elevando el umbral para que se produzca una crisis y esto es tan importante como la medicación", resaltó el médico neurólogo y neurocirujano, Raúl Villafañe del Instituto Internacional de Neurociencias de San Francisco.
Recordó que existen diferentes tipos de epilepsia; desde las "idiopáticas"; sin causa demostrable, hasta las que responden a malformaciones congénitas, en el desarrollo del cerebro, por alteración en la migración neuronal, o mal desarrollo de un área específica, como el hipocampo.
Villafañe afirmó que no hay ningún tipo de deporte excluyente con epilepsia, "hay que asegurarse que la dosis de medicación sea correcta y efectiva para evitar una crisis, pero podría decirse; que no son convenientes los que generen estrés, o sean de riesgo".
El neurólogo destacó también la importancia de la vida social de los niños y adultos con epilepsia. "La realización de actividades creativas y recreativas; como campamentos, juegos en grupo, son altamente recomendables; ya que contribuyen a la integración del paciente y que no se sienta discriminado, ni se autodiscrimine", dijo Villafañe.
Agregó que esto también "favorece el desarrollo de nuevas redes neuronales; lo que es beneficioso para la atención y el aprendizaje, por ejemplo hay niños y adolescentes que participan del grupo de Scouts, ésto les eleva autoestima y autoconfianza. No es recomendable la sobreprotección o el aislamiento".
Qué hacer ante una crisis
Las crisis de epilepsia por lo general son cortas, no duran más de 30 a 40 segundos. Ante un ataque convulsivo del tipo tónico-clónica, se recomienda:
Sostener al paciente y apoyarlo en una cama, sillón o el suelo; para evitar que si cae sufra algún traumatismo si se prolonga.
Ponerlo de costado y sostenerle la cabeza, por si hay vómitos para evitar broncoaspiracion.
Interponer una toalla o algo mullido en la boca para evitar lesión por mordidas.