En tiempos de Covid 19, recordamos epidemias de polio en San Francisco
Ese año, las clases no comenzaron en marzo, sino el 28 de mayo, aunque no todos los cursos. Se multiplicaron las acciones para conseguir fondos para la campaña para luchar contra la parálisis infantil desde funciones de cine a beneficio hasta un desfile de mallas de baño que fue impedido por un ente católico por razones morales.
Por Arturo A. Bienedell | LVSJ
En la década de 1930, San Francisco y la región tuvieron un fuerte golpe sobre la salud de los niños -en especial en 1934-, cuando durante varios meses se produjeron casos de parálisis infantil, con polémicas en cuanto a la diligencia de las autoridades para darle tratamiento.
Superada esa epidemia y luego de casos aislados en distintos años que llevaron en 1946 a crear aquí una filial de la Asociación de Lucha Contra la Parálisis Infantil (Alpi), el problema se planteó fuerte a fines de 1955 y comienzos de 1956, en especial en Buenos Aires. Pero, en marzo, San Francisco se sumó a los lugares donde se constataron casos y hubo repercusiones.
Sintetizando esos 10 años podemos señalar estos hechos: 12 de junio de 1946 - Susana Argüello de García Montaño, fue designada presidenta de la subcomisión de la Asociación por la Lucha Contra la Parálisis Infantil (Alpi) en San Francisco. El 6 de julio 1949 bajo el lema "Levántate y anda", Alpi, comenzó una colecta en la ciudad. El 18 de mayo de 1951, los directores del Hospital "José B. Iturraspe" y de la Asistencia Pública, doctores Carlos Alfonso Fassi y Orlando Bugliolo, respetivamente, informaron que el estado de sanitario de la población era bueno frente a los casos de parálisis infantil registrados en otros puntos del país y que los organismos médicos locales estaban en alerta y adoptaron las medidas de previsión correspondientes. El 21 de enero de 1954, en el Hospital "José B. Iturraspe" se habilitó una sala destinada a concentrar y atender a los enfermos de parálisis infantil de todo el departamento San Justo, que llegaron a 13 casos. Al equipo profesional se lo identificó como Comando de Lucha Contra Enfermedades Transmisibles.
Al comenzar 1956, las noticias de la epidemia de poliomielitis, alarmaron al país, luego de que se registraran casos en Buenos Aires, desde fines de 1955. Así fue que en marzo, LA VOZ DE SAN JUSTO indicó que: "corresponde realizar en nuestra ciudad una severa labor de limpieza y desinfección (...) En los últimos dos años por mediación de la Municipalidad una máquina espolvoreadora "Tifa" recorrió todas nuestras calles efectuando una desinfección muy oportuna y eficaz".
Atendiendo a su responsabilidad y por el temor de los padres, la Federación de Clubes Tarzanito, filial San Francisco, resolvió suspender temporariamente la disputa del campeonato de baby fútbol hasta el 1 de abril", y señaló: "Con esta resolución, la Federación de Clubes Tarzanito se solidariza con la campaña contra el terrible mal y aconseja a los pequeños futbolistas no arriesgarse a cualquier desarreglo físico".
La solidaridad se hizo presente cuando el Rotary Club formó un fondo de reserva entre sus asociados destinado a ayudar a los hogares modestos que pudieran ser víctimas de la parálisis infantil y aclaró que "de no ser necesario ese eventual destino de los fondos, los mismos serán aplicados a tareas de reeducación infantil, favoreciendo a aquellos niños lisiados o impedidos que necesiten tratamiento o correctores ortopédicos".
Pero, hay un dato que nos acerca a la situación de hoy por la pandemia de Covid 19. Las clases no comenzaron en marzo, sino que fueron sucesivamente demoradas y recién empezaron el 28 de mayo. No obstante, en esa fecha no asistieron a las escuelas los niños de jardines de infantes, primer grado inferior, primero superior y segundo, a la espera de un relevamiento del estado sanitario de escuelas y la población escolar.
Para alivio de todos, el 13 de septiembre de 1956, en un avión enviado desde Córdoba, llegaron las primeras 3.600 dosis de vacunas Salk destinadas al departamento San Justo. El día 14, en el Hospital, la Casa del Niño y la Asistencia Pública, se inscribió a los niños de entre seis meses y tres años para recibir la vacuna.
Después vino una segunda aplicación y así transcurrió la crisis hasta cuando, luego de Navidad, se supo de dos casos de parálisis infantil en niños de dos años en Arroyito, se insistió en que se aplique la segunda dosis de vacuna Salk a los chicos de San Francisco que solo habían recibido la primera. Se informó que en la ciudad había un millar de niños que no habían sido revacunados "por negligencia de los padres que no se justifica ni se perdona".
Con algunos intervalos, se fueron denunciando nuevos casos, algunos fatales y de menores no vacunados.
En marzo de 1957, cuando la epidemia ya llevaba un año en nuestro territorio, como consecuencia de un caso fatal de parálisis infantil de una niña de dos años y medio que no había sido vacunada, el Ministerio de Salud Pública de la Provincia, decidió intensificar la vacunación antipoliomielitis y el Hospital "José B. Iturraspe" recibió una partida de gamma globulina para inocular a los niños que convivieron con la niña fallecida y que no fueron vacunados. También se recibió una partida de vacunas Salk, para aplicar a los niños de hasta 12 años.
Entonces, paulatinamente, los casos fueron declinando, pero quedó a cargo de profesionales y las damas de Alpi, hacer frente a la atención a los niños y adolescentes afectados en una acción que continuó por años logrando combatir, hasta ahora, la terrible enfermedad.
Reconstitución de Alpi
El 18 de junio de 1956, se constituyó comisión directiva de la segunda filial de la Asociación de Lucha Contra la Parálisis Infantil (Alpi). La primera se había firmado en 1946. Presidenta, Ofelia Baratelli de Scarafía; vicepresidenta, Elena Carra de Uriburu; secretaria, Ariela S. C. de Depetris; prosecretaria, Ángela B. de Scassa; tesorera, Laura F. de Bottiglieri; protesorera, Yolanda P. de Pozzi; vocales: Sara F. de Minuzzi, Leonor Sema de Fornero, Dominga G. de Canalis, Angélica D. de Felizzia, Yolanda S. de Mattalía, Chela D. de Castellano, Emilia F. de Mariconde, María L. G. de Juárez del Campillo, Catalina P. de Remondino, Angelita G. de Doria, Otilia P. de Torres, Carmen F. de Fassi, Nelly R. de Asteggiano, Irma P. de Boffelli, Dora L. de Peralta, Margarita Felizzia, María E. P. de Mántaras, Justa L. de Romagnoli, María E. de Libedinsky, Elsa C. de Rossetto y Edith P. de Acebal.
Una función a beneficio
En el Cine Teatro "Gran Rex", el 15 de agosto se realizó una función cinematográfica a beneficio de la Asociación Para la Lucha Contra la Parálisis Infantil (Alpi), con la película italiana "Güendalina", de Alberto Lattuada. Al término de la función, ante escribano público, se hizo un sorteo de premios por valor de $ 15.000 pesos. El precio de la platea, incluida la participación en el sorteo fue de $ 50. El valor ordinario de la entrada, en días de semana era de $ 7 los mayores y $ 5, los menores.
Alpi
tuvo a su cargo apoyar la acción de los médicos contra la parálisis (Archivo Gráfico y Museo Histórico)
Ente católico contra un desfile de mallas de baño
Las campaña de Alpi para reunir dinero, no siempre tuvieron total apoyo de la sociedad de San Francisco. Por razones morales, se les impidió hacer un desfile de mallas de baño, en diciembre de 1956.
La empresa San Francisco Goma, mediante una solicitada anunció la suspensión de un desfile de mallas de baño que se había organizado en el Sport Automóvil Club y a beneficio de Alpi. En un párrafo del extenso texto de su solicitada, se indicó: "Sobre el mediodía de ayer, invocando la representación de distintas organizaciones católicas del medio, una comisión entrevistó a las autoridades de Alpi para significarle su terminante desacuerdo con la programación de este festival, aduciendo razones de moralidad; y dejando constancia de que si se persistía en el propósito de llevarle a cabo, por todos los medios al alcance de tales organizaciones se lanzaría una campaña contra su realización, cuyo tono alcanzaría amplitud y vehemencia singulares". El desfile iba a estar a cargo de modelos de la ciudad de Santa Fe.
Homenaje al Dr. Jonas Salk
El 1 de mayo de 1955, el Concejo Deliberante aprobó el cambio de nombre de las calles Rioja y Catamarca.
A la primera le impuso el de Jonas Salk que recientemente había descubierto una vacuna para la poliomielitis y a la segunda, accediendo a un pedido del Círculo Médico, Alejandro Fleming, científico escocés, fallecido poco antes y descubridor de la penicilina.