En San Francisco están entregado harina pero el precio del pan podría cambiar
Hoy el kilo se comercializa a $80. La última suba se registró luego de las Paso. La bolsa de harina de 50 kilos cuesta entre $1.100 y $1.380. La cámara que agrupa a los industriales del sector se reunirá el lunes para analizar cómo seguir con los precios.
El sistema comercial del país está muy convulsionado, en tanto, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades y en provincia de Buenos Aires, en San Francisco el molino y otros proveedores están entregando harina al sector panadero, por lo que el precio del pan no subiría en los próximos días, aunque la situación será analizada el lunes venidero.
"En nuestra región no está suspendida la venta de harina", aseguró a LA VOZ DE SAN JUSTO Alberto Marchesini, miembro del Centro de Panaderos de San Francisco, diferenciando el panorama local del de otros lugares del país donde no se entrega la materia prima hasta que se estabilice aunque sea parcialmente la economía.
En la semana previa a las elecciones presidenciales, el precio del dólar tuvo una fuerte volatilidad que lo llevó de 60 a 65 pesos, lo que generó la paralización de numerosos sectores productivos.
Si bien la harina es comercializada en pesos, la industria molinera tiene en cuenta el precio del dólar porque el trigo es un producto de exportación.
Marchesini dijo que hoy pagan la bolsa de 50 kg. de harina 000 $ 1.110 en el molino, cuando hasta antes de las elecciones estaba un 2,5 % menos. Esa suba todavía no se trasladó al precio del pan que sigue valiendo $80 el kilogramo, mientras que en otras ciudades llega a $120. El último aumento se había dado tras las Paso de agosto. En la ciudad, las facturas cuestan $20 y el kilo de criollos, $200.
En otros lugares, como mayoristas y comercios al por menor, la bolsa de harina 000 se vende entre $1.350 y $1.380. Con 50 kilos de harina se producen unos 80 de pan.
El próximo lunes podría haber una nueva modificación en los valores dela harina, entonces, los panaderos analizarán si el precio del pan debería ser ajustado. "En nuestra ciudad siempre somos muy respetuosos de lo que se decida con el Centro Industriales Panaderos y Afines de Córdoba, de las decisiones en conjunto. En estos momentos el sector debe estar unido y actuar con cautela, porque del otro lado del mostrador está la gente a la que le cuesta cada vez más acceder a los alimentos", opinó Marchesini, que reconoció que en el último tiempo cayeron las ventas.
Además, desde el sector afirmaron que están "en un enjambre condicional porque también hay un alto grado de informalidad en el sector, con productores que no pagan impuestos y son competencia desleal".