En las malas, mucho más
Una mancha involuntaria salpicó las paredes de Sportivo y los corazones de los hinchas que sienten un profundo dolor porque el buen nombre de la institución quedó enlodado por el supuesto accionar de su expresidente. El mismo hombre que les dio el último ascenso busca ahora dejar atrás esa marca. El sentimiento de siete apasionados del club.
Una vez, hace ya 7 años Juan Manuel Aróstegui con un penal agónico en el estadio Oscar C. Boero hizo que todos los ojos del país miraran hacia San Francisco. Uno de los hijos pródigos del club catapultó a un equipo del interior del país por primera vez a la segunda categoría del fútbol y en circunstancias tan desesperantes como agónicas.
Ahora, en esta última semana el club no tuvo esos flashes, las voces que mencionaban el nombre de Sportivo Belgrano no eran hinchas - ni propios ni ajenos -, en realidad, eran efectivos de la Policía Federal y no porque haya habido un partido.
Todo lo contrario. A pocas cuadras de ahí el presidente, Pablo Esser, se iba esposado de su casa y a su mano derecha irónicamente lo llevaron con la cabeza gacha y tapada con un buzo de Sportivo Belgrano.
El nombre del club de nuestra ciudad desde entonces no dejó de ser mencionado, ni escrito, de hecho, ya los buscadores adivinan qué palabras se pueden escribir cuando se agrega al apellido Esser en el inicio.
La bajeza de la actividad delictiva que llevaba adelante el ahora expresidente de la institución de barrio Alberione, no hace más que entristecer al hincha porque hubo un fuerte desengaño y Sportivo Belgrano para su gente es sagrado, tan valioso como un familiar, tan importante como cualquier amor.
Caló hondo
En el lejano Perú un corazón verde late fuerte siempre dado que Andrés Bogetto se convirtió en un fanático del club que dejó muchas cosas en San Francisco menos su pasión. "¿Qué cómo viví lo qué pasó con Esser? - escribió de aquel lado del continente - Muy avergonzado".
Es inevitable no sentirlo, para quienes han transitado por esa cancha, se interiorizan de la vida del club, sufren por lo que sucede en el fútbol.
Andrés confía en que la mancha quede atrás con el esfuerzo de Aróstegui como presidente.
"Uno que vive lejos habla constantemente de Sportivo y el orgullo que le genera ser del equipo de su ciudad, uno se convierte en 'embajador' de Sportivo en el mundo", resaltó.
Ahora es una mancha indirecta que llegó hasta allá lo sucedido: "La verdad es que hace dos días me escriben diciéndome que vieron las noticias y automáticamente se acordaron de mí".
Las sensaciones son parecidas en el caso de Maira Sosa que expresó que siente "rabia, enojo" y apuntó: "Él (por Esser) fue apoyado para ser presidente y defraudó al hincha, nos faltó el respeto".
Andrés va por el mismo camino y subrayó que "es un golpe muy bajo" lo sucedido "porque si se comprueban las acusaciones, más allá de que no involucren al club, era el presidente de la institución".
Maira. Las acusaciones que recaen sobre Esser y allegados al club son la antítesis de lo que significa Sportivo para su gente.
Desmanchar la imagen
Cuando el fiscal Federal Luis María Viaut contó que Esser y Juan Carlos Bosio contaban dinero por las noches en las oficinas del club, fue como una puñalada seguramente para su gente.
Imaginate sentir que ese lugar al que tanto se quiere, que tanto simboliza es usado para actividades espurias, al menos - si es que se puede decir así - no se comprobó que lo hayan usado como excusa para desviar esos fondos.
Inevitablemente eso lleva a pensar que "la imagen del club quedó manchada", porque en realidad Sportivo Belgrano es sinónimo de "familia, amigos, amores... todo eso es un club que ahora se ve manchado con todo lo sucedido".
Por eso Jonathan Capellino lo primero que respondió ante la consulta era que sentía "dolor" por cómo queda la imagen del club ante todo esto: "Volvemos a ser noticia a nivel país y no por un hecho que genere orgullo. Se estaba impulsando de acá un proyecto para que Sportivo compita en el reinicio de la temporada, pero con todo esto el impacto es muy negativo".
De pie, ante todo
Las buenas nuevas para los hinchas llegaron en la conferencia de prensa del club el jueves por la tarde.
El presidente pasó a ser Juan Manuel Aróstegui que se puso al hombro la responsabilidad de sacarlo adelante, por eso los seguidores confían en que "se podrá limpiar el nombre de Sportivo como lo han hecho en otros momentos duros que les tocó vivir".
Mientras tanto, "hay que dejar que la justicia siga su curso", aunque "la mancha ya está instalada y va a costar mucho borrarla".
Para Jonathan será el lodo que recayó en el club una
marca difícil de olvidar.
El destino puede ser visto o entendido también como un círculo plagado de hechos que van escribiéndose sobre las delgadas líneas que forman el símbolo del infinito. A veces por eso las notas terminan como empezaron.
Siete años después de aquel día en que el penal convertido en el Oscar C. Boero hizo que todos miraran hacia San Francisco, el mismo hijo pródigo del club busca catapultar a la institución a un futuro más próspero lejos de estas circunstancias tristes que intenta dejar atrás.
De la decepción, al apoyo incondicional
Daniel
Prunello es un sanfrancisqueño de 62 años quien
hace 50 empezó a vivir la pasión por Sportivo Belgrano. Con el tiempo, contagió
esa pasión a su hijo Leonardo, quien desde los 6 años empezó a acompañarlo en
esta aventura y continúa por alrededor de 20 años.
Daniel recordó que en sus inicios como hincha "la entrada a la cancha para ver los partidos estaba en la esquina de Dorrego y Rosario de Santa Fe. Sportivo estaba en la Liga Cordobesa y antes de los partidos entrábamos las dos hinchadas juntas y al finalizar salíamos juntos sin ningún tipo de problemas".
Sin dudas que el ascenso de "la verde" a la B Nacional es para Daniel "el momento más lindo" de la historia del club aunque se mostró nostálgico al recordar momentos vividos en la Liga Cordobesa "cuando Talleres venía a jugar a San Francisco con todos sus grandes jugadores".
Sobre el presente de la institución, Prunello no negó sentirse "decepcionado" porque "como socio e hincha quiero mucho al club, buscamos que progrese".
"Es una lástima lo que le pasa a Sportivo Belgrano, es un club que tiene un gran prestigio en el país y sin embargo estamos en esta situación. Espero que ahora cambie", agregó.
Recordó que al enterarse del escándalo que involucró al ex presidente "no lo podía creer" porque "nunca en mi vida pensé que iba a pasar esto con un dirigente de Sportivo".
Sin embargo, Daniel tiene "todas las esperanzas" puestas en el actual presidente de la institución. "Juan Manuel (Aróstegui) es una gran persona y pienso que lo va a sacar adelante".
"En mi caso siento una gran decepción", comentóLeonardo Prunello quien además remarcó que "quiero mucho al club" para lo cual acude a cada partido que juega Sportivo "para apoyar siempre. Por eso, este presente no me gusta para nada".
Al igual que su padre, mostró su "total apoyo" a la figura de "Juanma" para conducir los destinos del club porque "como persona es excelente".
"Lo sigo donde vaya"
Leandro Nausneris tiene 28 años y hace 21 que concurre a ver los partidos de Sportivo. "Al equipo lo sigo donde vaya, en todo este tiempo conocí canchas en todo el país", contó.
Desde pequeño empezó a sentir "la pasión" que implica ser hincha de Sportivo Belgrano debido a que vivía a pocas cuadras de la cancha.
A la hora de elegir una palabra para describir el actual momento por el que atraviesan los socios e hinchas no dudó en decir "tristeza" a partir de "los momentos de división que se fueron dando en estos últimos años que no solo involucró a la dirigencia sino también a la hinchada".
"Es duro asimilar algo como esto", reconoció Leandro para luego indicar que "me genera bronca porque de cierta manera ensucia al club".
Como hincha eligió recordar los momentos en los cuales "poníamos nuestros autos para salir a la ruta y recorrer cientos de kilómetros para ver a Sportivo Belgrano en cualquier cancha. Ojalá se pueda volver a resurgir, no solo desde el plano futbolístico sino como institución".
"Lo conozco a Aróstegui, sé que es una persona seria y va a tener mi apoyo como socio y como hincha. Ojalá se pueda superar lo más rápido posible esta crisis para sacar al club adelante", anheló.
"El club es más grande que sus dirigentes"
Luis Velázquez concurre a la cancha de barrio Alberione desde hace 36 años, cuando apenas era un niño de 8. Allí, domingo a domingo supo de alegrías y tristezas y al mismo tiempo fue forjando un sentimiento muy fuerte hacia el club.
De todas maneras, una vez más, apostó por "renovar el apoyo" a la dirigencia para "poder salir adelante".
"Cada vez que viajaba a algún lado para ver a Sportivo, los hinchas de los otros equipos decían que era un gigante dormido. Bueno, será la hora entonces de que ese gigante despierte una vez más para poder salir de este momento tan delicado", dijo.
Tras señalar que el delicado presente institucional que transita Sportivo "no es de los más lindos", Luis se mostró confiado en que se podrá alcanzar la recuperación porque "el club es más grande que sus propios dirigentes".
Luis, un apasionado de Sportivo.
Igualmente, expresó que este momento tan particular "es ideal para pensar en que sería muy bueno que se junten todos los sectores, aquellos que estaban antes, los que están ahora y que se sume gente nueva para que Sportivo vuelva a ser ese gran club que fue hace un tiempo".
Como el resto de los entrevistados, también para Luis la llegada de Aróstegui a la presidencia inyectó esperanzas de trabajar para la recuperación institucional.
"Juanma siempre estuvo en los momentos importantes del club, ya sea cuando pateó el penal contra Santamarina de Tandil que nos dio el ascenso a la B Nacional como también en el partido cuando perdimos contra Instituto de Córdoba y volvimos al Argentino A", recordó.
"Es hora de que en el club se dejen de lado las diferencias y se sume gente nueva con ganas de trabajar. Sportivo es grande y necesita de todos", finalizó.