Eligen criar a sus hijos sin niñeras ni guarderías
Un grupo de mujeres de nuestra ciudad se ayudan mutuamente para cuidar a los chicos "como en casa" y con apego.
Desde hace dos meses, cuatro madres de nuestra ciudad llevan adelante el cuidado de sus hijos de una manera diferente a la mayoría de las familias. No contratan niñeras ni acuden a las guarderías, sino que se ocupan personalmente del cuidado, la educación y la alimentación de sus hijos.
Estas mujeres entienden la importancia de que ellas mismas también tengan sus propios espacios y tiempos, por ello formaron una "comunidad" de ayuda mutua para que sus pequeños hijos, cuando ellas salen a trabajar o estudiar, sean cuidados "como en casa".
Se organizaron de manera tal para que esa contención y la crianza con apego nunca falte: ellas cuidan de los chicos suyos y los de las demás integrantes del grupo, tarea que van rotando.
Así, Luna y Benicio, de 20 meses, y Manuel y Antú, de dos años y medio, quedan al cuidado de sus mamás María Elisa Borgognone, Itatí Ambroggio, Pamela Balangione y Romina Vallejo en un ambiente preparado para ellos, seguro, con juegos y juguetes hechos en materiales naturales y pensados para estimular el tacto, el movimiento, el equilibrio y la energía.
Está entre sus deseos contar en San Francisco con la primera escuela Waldorf.
Más tiempo con ellos
Pasar tiempo junto a los hijos es fundamental. Pero no alcanza simplemente con estar presente físicamente largas horas. Para este grupo de mujeres lo importante es que los padres se encuentren emocionalmente disponibles, atentos a las necesidades de los chicos.
"Coincidimos en que queremos ocuparnos del cuidado de nuestros hijos, participar y de estar de manera activa y presente para ellos", explicó Borgognone a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Para estas mamás con ocupaciones, organizarse de esta manera les permite también tener tiempo libre para ellas mismas y aprovechar ese tiempo con la tranquilidad de que sus hijos "están en buenas manos".
"Es la mejor manera de saber que nuestros hijos están seguros y contenidos, cada uno a su ritmo, desarrollando sus sentidos de acuerdo a su edad; y a su vez disponer nosotras de un tiempo personal", agregó la mamá de Luna.
Por qué no una guardería
Balangione, mamá de Manuel, reconoció que "el objetivo de esto es que las personas que cuiden de nuestros hijos, compartan las ideas que nosotros tenemos de la crianza de ellos. En un jardín formal, nunca te van a preguntar qué querés como mamá, porque allí hay una estructura dispuesta en la que no podemos interceder, lejos, muchas veces de lo que el niño vive en su casa".
"La crianza con apego es nuestro pilar en la relación con nuestros hijos, porque tener un fuerte enlace emocional con los chicos durante la infancia permitirá que desarrollen una personalidad fuerte e independiente y también un mejor el manejo individual de sus propias emociones, porque permite que el niño además se conozca a sí mismo", agregó Balangione.
Menos galletitas y más frutas
Para estas mamás, la alimentación es otro punto importante. Ellas tratan de reemplazar jugos industriales o gaseosas por agua, o jugos naturales; galletitas por barras de cereales o tortas de harina integral. "En este espacio queremos manejar el tema de las harinas refinadas y generar un balance con alimentos hecho a base de granos más naturales, frutas frescas, frutos secos, cereales, como se cuida en casa", afirmó Ambroggio, mamá de Benicio.
"Nuestra propuesta pasa porque los chicos consuman alimentos sanos que colaboren con el sano desarrollo, ya que los tres primeros años de vida de los niños son la base para toda la vida, son los cimientos", agregó Ambroggio.
Una educación que crezca con el niño
Las entrevistadas buscan para sus hijos una educación que acompañe su crecimiento y encuentran en la pedagogía Waldorf una alternativa que no descartan desarrollar en un futuro no tan lejano a modo de "otra escuela".
Básicamente, este método pedagógico se centra en el conocimiento profundo de las necesidades del niño y en la búsqueda de una educación centrada en la espiritualidad, el arte, la creatividad y la libertad con responsabilidad. En Argentina ya hay muchas escuelas que ofrecen este tipo de educación y este número va en aumento.