El sindicalismo duro asegura que está unido
El sindicalismo duro asegura que está unido
Aunque sostienen como "normal" tener diferencias, afirman que el momento actual del país, producto de la crisis económica, los mantiene unidos.
Aunque sostienen como "normal" tener diferencias, afirman que el momento actual del país, producto de la crisis económica, los mantiene unidos.
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César Rodríguez (Gráficos), Amilcar Montoya (UOM), Antonio Muratore (CTA / Cispren), Gabriela Sidler (Atsa), Sergio Karlen (Suoem), José Ferrao y Carlos Coria (CGT), Fabiana Nocco (Uepc), Marcos Quaglino (Bancaria), Juan Manuel Almada (Luz y Fuerza), Orlando Montenegro (SEC), Huego Cerioli (Surrbac) y Alberto Carballo (Apops).
Los
reiterados despidos, el Presupuesto nacional 2019, el ajuste y el acuerdo con
el Fondo Monetario Internacional (FMI) movilizaron a las agrupaciones
sindicales más críticas de la política de Mauricio Macri, que el martes
impulsaron el cuarto paro contra su gobierno.
LA VOZ DE
SAN JUSTO logró reunir a representantes del gremialismo duro de San Francisco,
que advierten que seguirán los reclamos y que no es fácil movilizar a los
trabajadores "en una ciudad conservadora".
Afirmaron que "los gremios de San
Francisco no estamos divididos. Nos une la lucha contra políticas que nos dejan
a todos excluidos". Sin embargo, reconocen diferencias en las maneras de actuar
y ejercer la defensa hacia los trabajadores.
Se expresaron
el secretario general de la seccional San Francisco de Luz y Fuerza, Juan
Manuel Almada; los representantes de la CGT local Carlos Coria y José Ferrao; el
titular de la CTA Autónoma y del Cispren, Antonio Muratore; el subsecretario
general del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), Orlando Montenegro; la
secretaria general de la Asociación de Trabajadores
de la Sanidad Argentina (Atsa), Gabriela Sidler; la secretaria general de Uepc
San Justo, Fabiana Nocco; el secretario general de la Unión Obrera Gráfica
Cordobesa, César Omar Rodríguez; el secretario gremial de Suoem, Sergio Karlen; el delegado
regional de Surrbac, Hugo Cerioli; el representante de la Asociación Bancaria, Marcos
Quaglino; el delegado de Apops y trabajadores de Anses, Alberto Carballo y de
la UOM, Amilcar Montoya.
Unidos pero autónomos
"Los gremios
de San Francisco no estamos divididos, es normal tener diferencias. La discrepancia
que tenemos es en cuanto a cómo defendemos mejor los derechos de los
trabajadores, es decir, en la manera de actuar", dijo Coria.
"Cada gremio
tiene autonomía para actuar como cree más conveniente, pero estamos juntos en
la pelea", agregó Montenegro.
Del lado de
los municipales, Karlen también consideró que "el movimiento está unido. Cuando
dicen que Macri no tenía un plan, sí lo tenía: era y es destruir el modelo
nacional y popular".
Nocco
aseguró que el paro del martes pasado "unió a todo el movimiento obrero. Nos
une la lucha contra políticas que nos dejan a todos excluidos. Está en riesgo
la salud, la educación, el techo y el trabajo. Este gobierno nacional quiere
que mendiguemos a su favor".
"Nos une el
hambre, la pobreza. No podemos soportar que los políticos digan que van a
acompañar a los merenderos. Es el momento de hacerse escuchar juntos", añadió
Cerioli, de los recolectores de residuos.
Sobre el
motivo por el que las manifestaciones, en este caso, contra el recorte
presupuestario, los despidos y la suba de tarifas, no ganan las calles en de la
ciudad, dijeron que "hay trabajadores que asumen la responsabilidad del momento
y otros no; otros se ven coaccionados. Es difícil movilizar y que los
compañeros asuman la situación de emergencia en la que está el país", despachó
Muratore.
Para el
sector de la sanidad, "tenemos una multiplicidad de factores que hacen que la
gente no participe. Primero, porque ofrecemos un servicio de salud donde las
guardias mínimas deben permanecer; segundo, porque el 99% de las trabajadoras
son mujeres, generalmente jefas de hogar, y tercero, porque tenemos un gran
descuento por un día no trabajado", acotó Sidler.
Desde la
Uepc, en tanto, defendieron la lucha. "En nuestro gremio hay dos factores
fundamentales por lo que protestar: no hay acuerdo salarial y nosotros, los
docentes fuimos los primeros a quienes se les derogaron las paritarias, lo que
demuestra la pérdida de mesa de diálogo. Si no se para es por el descuento del
día no trabajado", indicó Nocco.
Sindicatos como
Luz y Fuerza y La Bancaria respondieron a la huelga convocada por la CGT con
total acatamiento, sin embargo, advierten que
siempre "está presente la cuestión de los descuentos en el salario.
Además, el temor en nuestro sector está en la latente amenaza de privatización
de la empresa (Epec)", señaló Almada.
Ferrao,
un hombre con experiencia en la lucha
obrera, recordó que en otros tiempos "los compañeros eran más aguerridos, más
luchadores, tenían otro temperamento. Hoy la necesidad obliga y es difícil
sacar a los compañeros por el temor de perder su puesto".
"Nuestra ciudad tiene una mirada negativa del sindicalismo"
El
movimiento gremial lidia con un estigma social que, afirman, es más fuerte "en
ciudades conservadoras como San Francisco".
Para el representante
de los empleados de comercio, "se estigmatizó a los gremios y para la gente
parecería que defendemos a los vagos, que queremos voltear gobiernos, que somos
ladrones y eso hace que el trabajador se aleje cada vez más del dirigente, pero
no todos somos iguales", indicó Montenegro.
"Nuestra
ciudad tiene una mirada negativa del sindicalismo, porque consideran que es
para un sector, pero es la única manera de hacernos ver", añadió Sidler.
"San
Francisco siempre fue una ciudad luchadora, donde se gestaron dos Tampierazos y
en la provincia se registró la Reforma Universitaria y el Cordobazo. La pérdida
de una generación en la dictadura y la pérdida de confianza en los '90 nos
llevaron a que hoy estemos así", recordó Karlen.
La última marcha masiva, en 1996
La huelga del
martes 25 de septiembre dejó en claro que las movilizaciones en masa se
realizan en las grandes capitales. En San Francisco, hubo marchas el lunes
previo.
De acuerdo a
datos relevados por este diario, la última marcha sindical que fue numerosa en
San Francisco ocurrió en 1996, cuando la Confederación General del Trabajo
(CGT), conducida por el sindicalista de la construcción Javier Guevara,
movilizó a los gremios en una protesta contra la política neoliberal de Carlos
Menem.
El acto fue
frente a la antigua sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en calle
Sarmiento (liderada por Víctor Jesús Almada), hasta donde llegó una columna de
mercantiles con Oscar Fagioli a la cabeza. Se sumaron otros gremios, hubo acto,
discursos y nueva marcha desde barrio Catedral hasta Mitre y 25 de Mayo.
No al Presupuesto 2019
Con un
rotundo y unánime "No", los gremialistas entrevistados rechazaron el
Presupuesto 2019 que el Gobierno llevó al debate y en ese sentido, todos le
pidieron al sanfrancisqueño diputado nacional, Martín Llaryora, su voto en contra.
"Este
Presupuesto significa más desempleo, menos obra pública, más recesión", expresó
Montenegro.
"Las políticas
nacionales del gobierno de Macri transfieren los recursos de los asalariados al
sector financiero. Hacemos un pedido a los diputados que se abstengan ante el Presupuesto
nacional", dijo Rodríguez.
"Si se
aprueba el Presupuesto así como está, el Gobierno nos va a encontrar en la
calle", anticipó Nocco.
"Este es el
presupuesto de la vergüenza, es neocolonial", agregó la CTA. "La situación que
estamos atravesando es mala porque la política de esta administración nacional ha llevado al país al
borde de un abismo, dado que todos los ciudadanos estamos viviendo las
circunstancias de esta política ajuste", manifestó Carballo. "Queda claro en el
Presupuesto 2019 que el 50% del mismo se orientará al pago de los intereses de
la deuda externa", continuó.
"Y no es
solo culpa de Macri sino también de dirigentes peronistas y gremiales que no
supieron estar a la altura de las circunstancias pero hoy tenemos que seguir
adelante y salir a la calle. Confío en que los dirigentes jóvenes salgan a
concientizar política y gremialmente y a los trabajadores para que San
Francisco vuelva a ser la ciudad de lucha que fue", concluyó Karlen.
Los
reiterados despidos, el Presupuesto nacional 2019, el ajuste y el acuerdo con
el Fondo Monetario Internacional (FMI) movilizaron a las agrupaciones
sindicales más críticas de la política de Mauricio Macri, que el martes
impulsaron el cuarto paro contra su gobierno.
LA VOZ DE
SAN JUSTO logró reunir a representantes del gremialismo duro de San Francisco,
que advierten que seguirán los reclamos y que no es fácil movilizar a los
trabajadores "en una ciudad conservadora".
Afirmaron que "los gremios de San
Francisco no estamos divididos. Nos une la lucha contra políticas que nos dejan
a todos excluidos". Sin embargo, reconocen diferencias en las maneras de actuar
y ejercer la defensa hacia los trabajadores.
Se expresaron
el secretario general de la seccional San Francisco de Luz y Fuerza, Juan
Manuel Almada; los representantes de la CGT local Carlos Coria y José Ferrao; el
titular de la CTA Autónoma y del Cispren, Antonio Muratore; el subsecretario
general del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), Orlando Montenegro; la
secretaria general de la Asociación de Trabajadores
de la Sanidad Argentina (Atsa), Gabriela Sidler; la secretaria general de Uepc
San Justo, Fabiana Nocco; el secretario general de la Unión Obrera Gráfica
Cordobesa, César Omar Rodríguez; el secretario gremial de Suoem, Sergio Karlen; el delegado
regional de Surrbac, Hugo Cerioli; el representante de la Asociación Bancaria, Marcos
Quaglino; el delegado de Apops y trabajadores de Anses, Alberto Carballo y de
la UOM, Amilcar Montoya.
Unidos pero autónomos
"Los gremios
de San Francisco no estamos divididos, es normal tener diferencias. La discrepancia
que tenemos es en cuanto a cómo defendemos mejor los derechos de los
trabajadores, es decir, en la manera de actuar", dijo Coria.
"Cada gremio
tiene autonomía para actuar como cree más conveniente, pero estamos juntos en
la pelea", agregó Montenegro.
Del lado de
los municipales, Karlen también consideró que "el movimiento está unido. Cuando
dicen que Macri no tenía un plan, sí lo tenía: era y es destruir el modelo
nacional y popular".
Nocco
aseguró que el paro del martes pasado "unió a todo el movimiento obrero. Nos
une la lucha contra políticas que nos dejan a todos excluidos. Está en riesgo
la salud, la educación, el techo y el trabajo. Este gobierno nacional quiere
que mendiguemos a su favor".
"Nos une el
hambre, la pobreza. No podemos soportar que los políticos digan que van a
acompañar a los merenderos. Es el momento de hacerse escuchar juntos", añadió
Cerioli, de los recolectores de residuos.
Sobre el
motivo por el que las manifestaciones, en este caso, contra el recorte
presupuestario, los despidos y la suba de tarifas, no ganan las calles en de la
ciudad, dijeron que "hay trabajadores que asumen la responsabilidad del momento
y otros no; otros se ven coaccionados. Es difícil movilizar y que los
compañeros asuman la situación de emergencia en la que está el país", despachó
Muratore.
Para el
sector de la sanidad, "tenemos una multiplicidad de factores que hacen que la
gente no participe. Primero, porque ofrecemos un servicio de salud donde las
guardias mínimas deben permanecer; segundo, porque el 99% de las trabajadoras
son mujeres, generalmente jefas de hogar, y tercero, porque tenemos un gran
descuento por un día no trabajado", acotó Sidler.
Desde la
Uepc, en tanto, defendieron la lucha. "En nuestro gremio hay dos factores
fundamentales por lo que protestar: no hay acuerdo salarial y nosotros, los
docentes fuimos los primeros a quienes se les derogaron las paritarias, lo que
demuestra la pérdida de mesa de diálogo. Si no se para es por el descuento del
día no trabajado", indicó Nocco.
Sindicatos como
Luz y Fuerza y La Bancaria respondieron a la huelga convocada por la CGT con
total acatamiento, sin embargo, advierten que
siempre "está presente la cuestión de los descuentos en el salario.
Además, el temor en nuestro sector está en la latente amenaza de privatización
de la empresa (Epec)", señaló Almada.
Ferrao,
un hombre con experiencia en la lucha
obrera, recordó que en otros tiempos "los compañeros eran más aguerridos, más
luchadores, tenían otro temperamento. Hoy la necesidad obliga y es difícil
sacar a los compañeros por el temor de perder su puesto".
"Nuestra ciudad tiene una mirada negativa del sindicalismo"
El
movimiento gremial lidia con un estigma social que, afirman, es más fuerte "en
ciudades conservadoras como San Francisco".
Para el representante
de los empleados de comercio, "se estigmatizó a los gremios y para la gente
parecería que defendemos a los vagos, que queremos voltear gobiernos, que somos
ladrones y eso hace que el trabajador se aleje cada vez más del dirigente, pero
no todos somos iguales", indicó Montenegro.
"Nuestra
ciudad tiene una mirada negativa del sindicalismo, porque consideran que es
para un sector, pero es la única manera de hacernos ver", añadió Sidler.
"San
Francisco siempre fue una ciudad luchadora, donde se gestaron dos Tampierazos y
en la provincia se registró la Reforma Universitaria y el Cordobazo. La pérdida
de una generación en la dictadura y la pérdida de confianza en los '90 nos
llevaron a que hoy estemos así", recordó Karlen.
La última marcha masiva, en 1996
La huelga del
martes 25 de septiembre dejó en claro que las movilizaciones en masa se
realizan en las grandes capitales. En San Francisco, hubo marchas el lunes
previo.
De acuerdo a
datos relevados por este diario, la última marcha sindical que fue numerosa en
San Francisco ocurrió en 1996, cuando la Confederación General del Trabajo
(CGT), conducida por el sindicalista de la construcción Javier Guevara,
movilizó a los gremios en una protesta contra la política neoliberal de Carlos
Menem.
El acto fue
frente a la antigua sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en calle
Sarmiento (liderada por Víctor Jesús Almada), hasta donde llegó una columna de
mercantiles con Oscar Fagioli a la cabeza. Se sumaron otros gremios, hubo acto,
discursos y nueva marcha desde barrio Catedral hasta Mitre y 25 de Mayo.
No al Presupuesto 2019
Con un
rotundo y unánime "No", los gremialistas entrevistados rechazaron el
Presupuesto 2019 que el Gobierno llevó al debate y en ese sentido, todos le
pidieron al sanfrancisqueño diputado nacional, Martín Llaryora, su voto en contra.
"Este
Presupuesto significa más desempleo, menos obra pública, más recesión", expresó
Montenegro.
"Las políticas
nacionales del gobierno de Macri transfieren los recursos de los asalariados al
sector financiero. Hacemos un pedido a los diputados que se abstengan ante el Presupuesto
nacional", dijo Rodríguez.
"Si se
aprueba el Presupuesto así como está, el Gobierno nos va a encontrar en la
calle", anticipó Nocco.
"Este es el
presupuesto de la vergüenza, es neocolonial", agregó la CTA. "La situación que
estamos atravesando es mala porque la política de esta administración nacional ha llevado al país al
borde de un abismo, dado que todos los ciudadanos estamos viviendo las
circunstancias de esta política ajuste", manifestó Carballo. "Queda claro en el
Presupuesto 2019 que el 50% del mismo se orientará al pago de los intereses de
la deuda externa", continuó.
"Y no es
solo culpa de Macri sino también de dirigentes peronistas y gremiales que no
supieron estar a la altura de las circunstancias pero hoy tenemos que seguir
adelante y salir a la calle. Confío en que los dirigentes jóvenes salgan a
concientizar política y gremialmente y a los trabajadores para que San
Francisco vuelva a ser la ciudad de lucha que fue", concluyó Karlen.
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