El progreso no pudo quitar del medio a un centenario algarrobo en Devoto
Al sur de Devoto, sobre Lisandro de la Torre, el paisaje de una calle sencilla de tierra encuentra el viejo algarrobo que se transformó en punto de atracción y asombro.
Para poder construir una localidad y delimitar los terrenos la naturaleza debe ceder. En nombre del progreso se sacrificaron a lo largo de la historia árboles, montes enteros, plantas. Gracias a ello se trazaron planos para que los colonos se asienten.
Fortunato Devoto sabía bien esto y cuando llegó a conocer las tierras - hace más de 140 años - que había adquirido encontró monte y llanura pero entendió que bien podía nacer una comunidad allí.
Al arribar adonde hoy se erige el pueblo, Fortunato - imagine usted lector - encontró un árbol, un viejo algarrobo que hoy sigue en pie aunque ya no rodeado de monte, sino en el medio de una calle - Lisandro de la Torre - y con viviendas alrededor.
Su presencia fue foco de disputas y decisiones drásticas dado que semanas atrás se intentó extraerlo pero ante el revuelo en el pueblo, el municipio puso en la balanza dos cuestiones fundamentales: permitir su existencia allí o cortarlo y dejar la vía libre para el tránsito ordenado en el sector.
Al final primó la cordura. El algarrobo sigue ahí y con los próximos trabajos que se planifican desde la municipalidad para delimitar el sector y proteger al árbol y los vecinos, seguramente se transforme en un frecuente polo de atracción.
El árbol goza de protección legal
Poco tiempo atrás el algarrobo casi fue extraido por la municipalidad de Devoto debido a que se intentó hacer el trazado correcto para la calle Lisandro de la Torre. Sin embargo, los residentes y más aun los vecinos identificados con las políticas de protección ambiental lograron que el algarrobo se mantenga donde está.
El municipio dio marcha atrás con su intención de quitarlo del medio de la calle y optó por su conservación. Para esto hizo aprovechamiento del Programa de Valorización de Especies Nativas, un recurso instituido a partir del Plan Integral de Gestión Ambiental Sustentable (Pigas) que es el documento base que orienta las políticas municipales asociadas con la cuestión medioambiental.
En este marco regulatorio está contemplada la situación de cientos de ejemplares - no solo en Devoto - que quedaron literalmente en medio del trazado urbano y sus calles. Allí se establece como objetivo de gobierno el "inculcar el valor de las plantas nativas desde la perspectiva ambiental, cultural y de identidad comunitaria" planteándose de esta forma la necesidad de "internalizar el valor de lo nativo, destacando ejemplares históricos y modificando las dimensiones de nuevas calles por la presencia de éstos", entre otras acciones.
Embellecer y proteger
La decisión de proteger al algarrobo fue reafirmada por estudios que fueron pedidos por el municipio al técnico en Seguridad Vial, José Luis Ludueña, quien brindó un extenso informe donde destaca la "factibilidad de la permanencia del árbol" y exhorta al gobierno a que "implemente medidas de seguridad" para el resguardo del ejemplar arbóreo y protección de los devotenses.
Ludueña entonces "recomendó la construcción de un cantero que rodee al algarrobo" y se ilumine el sector para "mejorar la visibilidad de quienes pasan por allí".
A partir de esto, el intendente colocó señales de alerta sobre la proximidad del árbol recomendando la construcción de un cantero que rodee el algarrobo, con dimensiones y una forma específica o acorde con el objetivo de "mejorar la visibilidad "y seguridad, de quienes circulen por el sector. Esa será la siguiente acción del municipio que provisoriamente colocó señales de alerta en torno al árbol.
Un siglo y medio de vida
El algarrobo de Devoto atravesó una situación similar al de San Francisco, que tiene una plazoleta y años atrás fue declarado de interés municipal. En este caso, está en un terreno colindante a una vivienda y está pegado a la casa de sus vecinos más próximos.
Pero el árbol de Devoto tiene otra particularidad que es motivo de sorpresa, ya que está ubicado en el medio de la calle Lisandro de la Torre, en el sector sur de la localidad.
La especie es conocida por ser perenne y estar dotada por la naturaleza de gran fortaleza. De acuerdo a los datos brindados por el municipio a LA VOZ DE SAN JUSTO, se calcula que su edad sobrepasa los 150 años.
Teniendo en cuenta este dato este árbol sería anterior a la fundación del pueblo que en mayo pasado celebró sus 140 años.
Hasta aquí es una historia normal, solo que en este caso el algarrobo quedó en el medio de la calle, por lo que los conductores y transeúntes deben sortear "el obstáculo", más aun cuando el sol baja y la luz puede jugar una mala pasada sino se tiene conocimiento de la existencia del ejemplar.
La curiosa situación tiene su origen en la expansión inmobiliaria que obligó a la apertura de calles, dando continuidad a las ya existentes. El árbol quedó justo en el medio, y el municipio eligió conservarlo ya que además presenta un excelente estado de conservación y es un punto de referencia para el barrio y su gente, además de demostrar el desarrollo y crecimiento del pueblo.
Cuando el municipio termine con las obras para proteger al árbol y alertar a los vecinos de su presencia en el medio de la calle el sector ganará riqueza en cuanto a visitantes pero también natural.
En el siglo XIX cuando el progreso era la meta principal de los gobernantes de una Argentina pujante y que quería ser centro de atracción del mundo, se hicieron muchos sacrificios, humanos y ecológicos, pero en Devoto no.
El árbol quedó en el medio de la calle y aunque el progreso y el futuro llegaron este algarrobo lo hizo primero, cuando no había nadie y solo estaba Fortunato Devoto como dueño de esas tierras.
Devoto tendrá su bosque nativo
El municipio devotense en los próximos días llevará a cabo la inauguración de un Bosque nativo ubicado dentro del predio del ferrocarril en las adyacencias del monumento a los Veteranos de la Guerra de Malvinas.
La iniciativa está enmarcada en una acción del Programa de Valorización de Especies Nativas que lleva adelante el municipio y tiene como finalidad ser un espacio de recreación y concientización ambiental, pero también educativo y didáctico para los vecinos del pueblo.
En el sector se colocaron distintas especies de árboles nativos típicos de la región como son el aguaribay, sen del campo, algabboro, espinillo y tala.