El obispo de Luján pidió "perdón" por la misa que hizo frente a la Basílica con los Moyano
Monseñor Radrizzani se dirigió a quienes "han sufrido por la misa del 20 de octubre" y agregó que "el Papa Francisco no tuvo ninguna injerencia".
El obispo de Luján, monseñor Agustín
Radrizzani, pidió hoy "perdón" a quienes han "sufrido" por
la misa que ofició hace dos semanas con la participación de varios sindicatos
críticos del Gobierno, liderados por Hugo y Pablo Moyano, y referentes del
kirchnerismo.
En una carta destinada a la feligresía y que pidió "leer en las misas del sábado y domingo próximos", Radrizzani se refirió a la llamada "misa por Paz, Pan y Trabajo" para tratar de cerrar un tema que generó polémica en el mundo político y, además de despegar nuevamente al Papa Francisco, remarcó que la Iglesia se opone "a toda forma de corrupción".
La misa fue muy criticada por el oficialismo y sectores afines, debido a que para su celebración el Frente Sindical que lideran Hugo y Pablo Moyano realizó una importante movilización junto a referentes del kirchnerismo y coincidió con el pedido de detención -finalmente desestimado- para el hijo del líder camionero.
A su vez, la carta se dio a conocer el mismo día que Pablo Moyano se presentó a declarar ante la Justicia, en el marco de la causa que investiga el presunto manejo irregular de fondos en el Club Atlético Independiente, del que es vicepresidente.
"Sé que algunos han sufrido por la misa del 20 octubre, les pido perdón, así como otros se han alegrado. Los invito a todos a caminar juntos para superar la dolorosa brecha que vivimos en nuestra sociedad", expresó Radrizzani en la carta destinada a la comunidad arquidiocesana.
El obispo dijo que entendía que "algunos se sienten desorientados o angustiados" y explicó que la celebración de la misa fue solicitada por el ex presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez "en representación de algunos gremios y organizaciones sociales con la finalidad de llegarse hasta el Santuario de Luján para pedir por Paz, Pan y Trabajo".
"Ante este pedido, y ante la finalidad que perseguía el encuentro, no creí oportuno negarme a esta invitación", expresó Radrizzani, quien seguidamente insistió en que "el Papa Francisco no tuvo ninguna injerencia" en la decisión de celebrar esa misa.
"No existió intencionalidad política"
El prelado aseguró que "no existió intencionalidad política alguna" e incluso aclaró: "Les aseguro que no he recibido ningún beneficio económico para nuestra querida Iglesia Arquidiocesana ni tampoco para mi persona".
"Como Iglesia no nos identificamos con ningún partido, ni apoyamos ninguna persona en particular vinculada a los mismos", remarcó Radrizzani tras lo cual agregó: "Mi intención, al aceptar dicha celebración, fue expresada en la homilía y fue la de propiciar un clima de diálogo para superar las dificultades que sufren muchos argentinos".
Luego de manifestarse "convencido de que con honestidad y servicio" la Argentina se "fortalece como Nación" y de resaltar que "en este clima de esperanza" se debe "educar a las generaciones venideras", el obispo de Luján añadió: "En este sentido, como Iglesia, nos oponemos a toda forma de corrupción sea manifiesta que solapada".
Radrizzani destacó la importancia del "diálogo" para construir "puentes" que lleven a "una convivencia fraterna que es el encuentro entre hermanos, tan recomendado por el Papa Francisco y tan necesario en este momento histórico".
"Esto ayuda a superar las dolorosas divisiones o grietas que tanto dificultan nuestro crecimiento como Nación. En esta convivencia fraterna, todos, como comunidad de creyentes, caminamos hacia las periferias donde están los más necesitados: los pobres, los enfermos y los excluidos de nuestra sociedad", continuó.
Fuente: NA.