El histórico Kiosco Bessone: toda una vida junto al diario
Ubicado en bulevar 25 de Mayo 547, el Kiosco Bessone, uno de los puestos de diarios y revistas más antiguos de la región con sus 84 años, vive en enero sus últimos días.
Ubicado en bulevar 25 de Mayo 547, el Kiosco Bessone, uno de los puestos de diarios y revistas más antiguos de la región con sus 84 años, vive en enero sus últimos días, ya que sus dueños deciden retirarse de la actividad que por décadas los mantuvo al servicio de la gente y acompañando a nuestro diario centenario, LA VOZ DE SAN JUSTO.
Stella Bessone y René Pedro Bessone son la pareja que atiende el añejo local que en febrero cambiará de dueño; no obstante, antes de ello, se permiten el recuerdo.
"Al kiosco lo inició Juan Bautista Bessone (padre de René) hace 84 años y siempre estuvo ubicado en el mismo lugar, bien en frente de la terminal", comenta Stella y añade: "Comenzó con un negocio familiar, hasta que los abuelos ya no lo pudieron atender y comencé yo a ayudarles, y ya no me pude más despegar. De todos modos siempre tuvimos canillitas".
"Hubo épocas, como en los '60, cuando no había cable ni Internet, los diarios volaban. La atención era prácticamente de casi todo el día", dice Stella.
Por mucho tiempo el Kiosco Bessone fue el único puesto de revista en Freyre. "Hace cuarenta años atrás, nuestro kiosco era un pilar en el pueblo porque estábamos al lado del cine, que se llenaba los sábados y el único lugar para comprar golosinas en el intervalo era nuestro local. Me acuerdo que éramos seis atendiendo para poder dar a vasto".
La vocación de servicio de Stella es más que transparente en sus palabras: "A mí me encanta estar con la gente, la atención al público, considero que cada persona que entra es una persona que hay que lustrarle los zapatos con la lengua, como siempre digo. Porque es gente que permite que uno siga creciendo y mirando para adelante. Tenemos una clientela de muchos años, hay gente que se niega a dejar el diario en papel, sobre todo la gente mayor".
No obstante, como suele ocurrir, hubo épocas de crisis. "La época del doctor Alfonsín, cuando vino la hiperinflación, puede haber sido la etapa más complicada. Pero seguimos adelante, en ese tiempo algunas revistas se comenzaron a cobrar de manera quincenal y ya no mensual. Algo que tuvo sus resistencias en su momento pero que hoy es una manera más, porque algunos prefieren seguir pagando cada quince días".
Tras toda una vida dedicada a la venta de diarios y revistas ya comienzan a sentir la nostalgia del adiós, "ahora de grandes nos damos cuenta que hemos perdido cumpleaños de nietos con mi marido u otros eventos, porque siempre uno de los dos tenía que estar en el negocio, pero de todas maneras soy una agradecida porque con este trabajo hicimos estudiar a nuestros hijos y le dimos una carrera, entre otras cosas", señala Stella y finaliza: "Estamos viviendo el último mes, porque lo cedemos el 1 de febrero, necesitamos un descanso. Se lo alquilamos a un negocio que le sigue en antigüedad al nuestro. No es fácil cerrar ciclos, duele porque son muchos años. Está aquí buena parte de nuestra vida".