El Faro de las Orcas: “es una historia más de amor que de coraje”
Es menester destacar que el largometraje cuenta con la dirección del español Gerardo Olivares y los protagónicos de Joaquín Furriel, Maribel Verdú y del niño Quinchu Rapalini.
Una de la películas nacionales que se estrenó en las últimas semanas es 'El Faro de las Orcas', en la cual Joaquín Furriel se pone en la piel del guardafauna Roberto Bubas, quien tras tener un especial acercamiento con las orcas y motivar así, con este accionar, los sentimientos de un chico autista, decidió escribir un libro: 'Agustín Corazónabierto', historia que inspiró finalmente al filme.
Es menester destacar que el largometraje cuenta con la dirección del español Gerardo Olivares y los protagónicos de Joaquín Furriel, Maribel Verdú y del niño Quinchu Rapalini.
AM 1050 y LA VOZ DE SAN JUSTO dialogaron con Bubas, donde se extiende sobre el lazo de amistad que estableció con las orcas y deja entrever, asimismo, que es precisamente en la naturaleza donde esta sociedad enferma en la que vivimos puede encontrar un camino de encauzamiento.
Su relación con las ballenas se daría por un sueño que mantuvo desde la infancia: "quise ser biólogo marino y eso motivó a que me vaya a la Península de Valdez (Chubut) a estudiar la carrera, si bien no me pude recibir logré el acercamiento y pude realizar investigaciones, y hace 25 años que soy guardafaunas".
Respecto a estos enormes animales, Bubas sostiene: "Tienen cerebros muy evolucionados, en el mar no le temen a nadie, son los máximos depredadores. Mi relación cambió cuando -en el trabajo de tomar datos con fines investigativos de conservación- un grupo de orcas se acercó y una de ellas me dejó un manojo de algas en los pies, así empezamos a jugar. Ese fue el comienzo de una relación de amistad. Tuve la suerte de crearme en el campo y de tenerle respeto a los animales salvajes pero no temor y eso me ayudó a acercarme a ellas, no creo tener ningún don especial. Es una historia más de amor que de coraje".
El conmovedor caso de Agustín
Hasta los 7 años (1997) Agustín era un niño hipoacúsico con conductas autistas, sin embargo su estado comenzaría a cambiar a partir de ver una foto. "Se emocionó al ver una imagen en la que estoy yo tocando la armónica a las orcas. En ese momento quiso decir sus primeras palabras y me señalaba. Esto hizo que su familia intentara buscarme por cielo y tierra".
Finalmente el contacto se dio y Bubas invitó al niño, quien fue con su madre, a pasar unos días en su casa. En esa relación Agustín comenzó "a fluir", hecho que a posteriori acabaría con sus conductas autistas y derivara en su inserción en la sociedad.
"Esto llevó a que yo escribiera el libro que derivó en esta producción de cine. Hoy Agustín es artista plástico, juega al fútbol y tiene novia: hace una vida normal", comenta el guardafaunas y añade: "Es importante reflexionar sobre la comunicación porque si se logró establecer una comunicación entre un nene con capacidades diferentes y unas orcas, y en este mundo con muchos lenguajes todavía estamos hablando y atravesando situaciones de guerras... esto nos dice que estamos fallando en lo comunicacional. Deberíamos avergonzarnos por no lograr un mundo mejor".
El reconocimiento internacional y la relación con Joaquín Furriel
A raíz de su labor con las orcas, Bubas fue invitado a dar conferencias sobre la conservación de la especie por diversos países. Obtuvo, además, una beca de National Geographic por su investigación acerca de cómo las hembras adultas enseñan el varamiento intencional, una técnica de caza que las orcas realizan en un punto muy concreto de la costa donde las pequeñas piedras de la playa les permiten regresar al mar después de quedar con medio cuerpo fuera del agua para capturar alguna cría de lobo o de elefante marino.
"En los últimos 20 años salí al exterior para exponer mis trabajos, estuve en Japón, Estados Unidos y Europa", señala.
Por otro lado, a partir de la gestación de la película Bubas estableció contacto con Furriel. "Joaquín es un gran ser humano, tuve la suerte de conocerlo previo a la película, estuvo en mi casa... se preocupó de saber cómo era el personaje, mis convicciones y mis modos de lucha. Le estoy muy agradecido".
Con el actor emprendieron una lucha para liberar a Kshamenk, la única orca cautiva de Sudamérica (quedan 48 en el mundo), en San Clemente del Tuyú. Con ese fin se reunieron en 2016 con la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal, pero hasta el momento no han tenido respuestas satisfactorias. "Queremos integrarla a su hábitat aunque no hemos recibido novedades todavía. En el mundo los acuarios empiezan a cerrar, se toma conciencia de que es no se puede mantener presos a los animales por el sólo hecho de satisfacer una curiosidad".
Una ofrenda a la naturaleza
Para 2018, Bubas tiene un proyecto. Quiere reunir a un gran coro con representantes de todo el mundo para cantarle a las ballenas frente a la orilla del mar.
"Se trata de algo mucho más importante que la película, es una ofrenda a la naturaleza. La idea es reunir a músicos de todo el mundo para que le canten a las ballenas, que este coro ofrezca un símbolo de vida en el mundo: cantar con un compromiso de cambio con el medio ambiente. Y que sea nuestro país el anfitrión y reciba a referentes espirituales como el Papa Francisco o el Dalai Lama (entre otros). No hay más costos que los viajes, ni siquiera se necesita infraestructura. La idea necesita que haya gente que se sume y no se pongan trabas".