El edificio del Jockey Club San Francisco quiere volver a brillar
Comenzó una recuperación y puesta en valor de los lujosos salones de un edificio símbolo de los sanfrancisqueños. Fue inaugurado en 1932 y durante muchos años fue el epicentro de importantes celebraciones.
Luces de colores, flash, música de vals, mujeres con vestidos largos, caballeros con smoking, niños corriendo, risas, canciones, abrazos y gente bailando parecen proyectarse como imágenes de un film antiguo sobre los muros de los salones del edificio del Jockey Club San Francisco, ubicado en 25 de Mayo 2042 en pleno centro de nuestra ciudad.
Esos recuerdos que remiten a aquellas fiestas de quince, casamientos, presentaciones en sociedad de las nuevas señoritas, bodas de oro, entre tantos eventos, quieren volver a florecer tras la nueva puesta en valor y recuperación de este emblemático edificio.
Desde el año 1932, esta institución cuenta con este inmueble de dos pisos, al cual se accede por una imponente escalinata. Sobre su planta alta se encuentran amplios salones delicadamente decorados con un estilo muy particular.
En los últimos dos años y medio, la entidad comenzó con un proyecto de restauración de las instalaciones que aún continúa con el objetivo de rescatar el estilo que desde su fundación lo caracterizó como una verdadera joya de la arquitectura de esta ciudad.
Los distintos salones fueron restaurados conservando el estilo
María Fernanda Socías, jefa de Oficinas del Jockey Club San Francisco, puso en marcha el proceso de recuperación edilicia teniendo en cuenta el valor histórico generando un ambiente confortable y atractivo acorde a los nuevos usos y necesidades de los clientes.
"Todo comenzó cuando le propusieron restaurar el Salón de las Artes, ubicado en una de las dependencias del club. Los resultados fueron por demás alentadores lo que la hizo merecedora de la propuesta de continuar con el resto de las instalaciones", aseguró Socías.
El desafío no le pareció inalcanzable y así fue que comenzó con la tarea. Lo primero que se hizo fue impermeabilizar el edificio y posteriormente se acometió todo el salón de baile con un estilo señorial. "Se restauró el techo, placa por placa y el piso de madera" explicó la responsable.
La barra del nuevo bar se luce en un ambiente cálido
La restauración incluyó el empapelado de los muros interiores combinando dos tipos de verde con los relieves de yeso pintados con pintura metálica dorada. "Con esto buscamos darle un toque más imperial y señorial al salón de baile", precisó.
La tarea incluyó además la colocación de marcos, sistema de luces y escalera a un ambiente que originalmente era utilizado para ubicar a la orquesta en los bailes. También, se modificó el mobiliario. "El tapizado que antes era color bordó se lo cambió por colores maíz y verde".
Más trabajos
Cada espacio está siendo puesto en observación para recuperar su valor. Los amplios salones están iluminados con arañas de cristal que fueron restauradas y colocadas en su lugar original mientras que otras cuatro fueron reemplazadas ya se encontraban muy desgastadas.
Además, se recuperaron valiosos objetos que estaban almacenados en diversas dependencias que pudieron ser renovados.
El arte tiene un lugar muy destacado dentro del Club a través de dos amplias pinturas de Malanca, que se lucen sobre uno de los muros de uno de los salones.
A la vista se encuentra la vajilla Verbano, cada una con el logotipo institucional del Jockey Club San Francisco. "Esto lo hicimos para devolver la identificación a la institución".
Como Agencia Oficial de Apuestas la entidad cuenta con un espacio especialmente acondicionado. Allí se colocó un nuevo juego de luces y se restauraron las mesas con motivos de caballos de carrera resaltando la actividad ecuestre junto a una mesa de juegos.
Preservación del patrimonio
Socías explicó que la importancia de este trabajo apunta a lograr la preservación del patrimonio de este edificio que es uno de los más característicos de la ciudad.
La encargada indicó que se está cuidando cada detalle y que en casos puntuales se contrató a especialistas. "Hemos llamado a Fabio Huser, de la ciudad de Santa Fe, para que nos ayude con la restauración de los vitraux tan característicos. Él es uno de los restauradores más importantes del país. Estuvo a cargo de la restauración de la Casa de la Cultura de la capital santafesina e intervino en la Basílica de Guadalupe, entre múltiples obras", aseguró.
El bar del Jockey Club volvió a brillar como en sus mejores épocas. Éste se concesionado por Daniel Gattino, quien ofrece una variada oferta gastronómica combinada con un ambiente muy especial. Para la restauración de este clásico se apeló a un estilo más ecléctico, con una exquisita combinación de colores y mobiliario acorde al ambiente. Este especio tiene una amplia luminosidad y se espera para los próximos meses la llegada del vitraux original del lucernario. Para la barra se utilizaron cinco módulos de madera combinada con un material nuevo denominado Tresol Solid Surface, que se elabora en el Parque Industrial San Francisco. "En este caso se quiso combinar un estilo moderno con un aporte vintage" a partir de la presencia de muebles antiguos, muchos de los cuales los aportó la propia María Fernanda Socías. Las mesas de la actual confitería del Jockey Club están decoradas con boletos de los hipódromos de Palermo, San Isidro y La Plata mientras que otras fueron intervenidas con diarios de la década de 1940. A metros de allí, en el mismo bar, se encuentra una ludoteca, un espacio dedicado para disfrutar de juegos de mesa. También se restauró la marquesina, que será colocada en el ingreso del edificio para realzar el lugar. Abierto de lunes a sábado de 7 a 22 y los domingos de 8 a 22, la cafetería del Jockey Club, con capacidad cercana a las 200 personas se ha convertido en un lugar ideal para disfrutar de una lectura o una charla con amigos. El bar, un clásico
Al recorrer las distintas dependencias de este señorial edificio es imposible no pensar en la inversión que se hace necesaria para acometer su recuperación. La respuesta de la entrevistada es muy simple. "Acá es mucho más valioso el ingenio que se pone en cada cosa que se hace que el dinero que se invierte. En realidad, muchas de las cosas que se hicieron no valen tanto dinero como sí requieren de dedicación y cariño". Un ejemplo de estas palabras se puede observar con mucha claridad en un espacio de la planta alta muy preciado por la entrevistada. Un escritorio y una biblioteca que eran de su padre le generan una emoción muy particular. Mientras comenta la satisfacción que le provoca cada vez que pasa por allí no puede evitar detenerse a observar un portarretratos con la imagen de su padre y su madre al momento de casarse, lo que le genera una profunda emoción.El toque familiar y la dedicación
María Fernanda Socías, jefa de Oficinas del Jockey Club San Francisco
"Esto me da cierto sentido de pertenencia. Quise que mi familia me acompañe aquí, en este lugar donde paso tantas horas en el día", explicó.
Los trabajos de refacción continúan sin detenerse y el edificio va recobrando de a poco su aspecto señorial que hacen que los memoriosos se remonten a aquellas épocas donde la música invitaba a bailar en esos amplios salones ocupados por los sanfrancisqueños de entonces, luciendo sus mejores galas, como antes, para volver a soñar.