“El dilema de las redes sociales”: una encrucijada anclada en la vigilancia y adicción
El documental de Netflix que participó en el Festival de Sundance desnuda una realidad que fue analizada por un grupo focal compuesto por diferentes personas –jóvenes, un psicólogo, padre y una docente - para comprender de qué se trata la propuesta.
Netflix estrenó hace una semana el documental "El dilema de las redes sociales" que relata a partir de ex miembros de empresas tecnológicas como se entreteje todo en estas empresas con el objetivo de construir el mundo que las personas desean ver de acuerdo a los patrones algorítmicos.
Desinformación para informar, la eterna vigilancia detrás del like, estandarización y adicción son algunas de las claves que aborda la producción de Jeff Orlowski que fue exhibida en el Festival de Sundance.
La nueva regla detrás de esta vertiente del capitalismo tiene a las empresas vinculadas a este tipo de plataformas compitiendo ni más ni menos que por la atención de los usuarios y el tiempo que en ellas se invierte porque ver es sinónimo de monetización.
Se ve y se cree
Regina tiene 16 años, después de la hora y media que dura el documental dijo: "No esperaba que fuera tan bueno" y lo comparó con conversaciones que tiene con su hermana Romanella de 13.
"Una vez me dijo algo como que 'el uso del petróleo está mal' y le pregunté por qué creía que debíamos dejar de usarlo y su respuesta fue 'lo escuché en un Tik Tok'. Me sorprendió porque no tenía más fuente que esa, lo escuchó de una persona cualquiera de la comodidad de su casa y en 15 segundos. Tiene esa creencia y no sabe por qué circunstancias o motivos eso sucede", recordó.
Lo que ella relata es una arista del documental donde las redes dan la sensación de informar, pero el límite con la desinformación es ínfimo, amén que para muchas personas son consideradas una fuente y no un punto de conexión.
En el análisis de ex miembros de empresas como Google, Facebook, Pinterest y Twitter esto también es planteado y sostienen que es una suerte de regla básica para moderar el comportamiento de las personas en sus plataformas. La viralización lleva a la atención y eso es igual es al tiempo que las personas invierten en estas plataformas traducido en dinero.
Los expertos que hablan en el documental pertenecieron a las corporaciones que manejan las RRSS
(Des) naturalizar el mundo
El documental tiene varias dimensiones que van tratando, una de ellas es el efecto que genera en las personas, "esa adicción" con que se refieren al tiempo que se pasa en redes sociales.
El psicólogo Mauro Moyano (MP - MP. 4534) hizo hincapié en el cambio de la conducta y la manipulación. Según el documental las empresas tienen la posibilidad de "arbitrar" los comportamientos en el ecosistema digital de las personas inclinando sus consumos y preferencias.
El profesional cree que es al revés: "La personalización que se da, genera no un cambio sino una profundización de esas conductas. Uno se rodea de la información que le convence o conviene, nada nuevo aparece y eso termina radicalizando o polarizando a la sociedad".
En cambio, la docente Cynthia Sarmiento, opinó sobre la psicología conductista que a ese mundo de las redes "se entra sin darse cuenta" y desde su lugar señaló cómo lo aborda: "Me veo en la obligación en educar a mis estudiantes sobre ser un ciudadano digital responsable que no está planteado en los programas, porque lo teórico está muy atrasado en comparación de cómo impactó la tecnología".
Quiebres sociales
Grieta y polarización son dos términos utilizados y potenciados en las redes sociales. El debate puede pasar rápidamente a la agresión y el bloqueo aparece como una salida fácil.
Un ejemplo rutinario del cambio de comportamiento en esta línea es que en una reunión típica antes "se encontraban todas las posiciones" sobre distintos temas, pero ahora "para muchos es difícil comprender por qué el otro está del otro lado de la vereda".
"Los medios han tenido siempre ese efecto, ahora hay una sofisticación en estas redes donde lo distinto es la parcialización de los intereses. Cada uno se encuentra con lo que le interesa, en vez de cambiar la conducta encausan la conducta y nunca poder salir de esa senda", agregó.
Cynthia fue un paso más allá y lo graficó con un nivel de expulsión a quien es diferente: "No importa la posición que tomes en un conflicto, si opinás distinto no te quiero tener en las redes. No podemos aceptar a quien piensa distinto, tener respeto por otras personas, tenemos que saber por qué piensan en eso, enseguida vamos a anular su opinión".
Los peligros desde un ojo joven
El algoritmo de los likes es otro gran tema que se trasluce en el documental. Regina "pasa mucho en Twitter" y ve cómo afectan determinadas comunidades a otros pares.
"Ayer vi una persona que desactivó su cuenta de forma permanente porque no podía creer que en una hora solo tuvo 24 likes en un tweet. - y subrayó -; es una persona joven que se sintió tan presionado por las redes sociales y no recibir la atención que cuentas más grandes reciben que no pudo aguantarlo más".
Debido a este tipo de situaciones, "Hay personas - contó - que se quedan súper mal cuando no llegan a todo el mundo como pretenden hacerlo" ya que "hay muchísima presión sobre todo con los chicos más pequeños".
La adolescente sostiene que las personas se dejan llevar por cualquier tipo de pensamientos o estándares "que le son implantados y eso no solamente genera un montón de problemas de desinformación sino a la autoestima de ellos".
Esto sucede desde el punto de vista de Cynthia porque en las redes "se expone parte de la personalidad e imagen de las personas" y eso lleva a "una presión constante de los demás que influye en el comportamiento".
Los efectos de esto son muy peligrosos, Moyano enfatizó en esta etapa donde especialmente los adolescentes son los que están "formando su identidad". En este sentido explicó que en su caso "el celular funciona como un espejo, donde se apoyan, eso en la etapa donde una persona se forma es peligroso".
Timeline a medida
El activista Eli Parisier trabaja en una frase muy repetida que es la de "internet escucha". En parte eso es cierto pero no porque tenga oídos sino que presta demasiada atención a lo que decimos, hacemos, comentamos y vemos.
Así se construye el concepto de burbuja de filtro que aborda, su significancia se traduce en el mundo construido a partir de lo que buscamos en internet, la personalización que hacemos de la red y que en este ecosistema digital se rige por algoritmos.
Esto es planteado en el documental cuando explican que los datos son redirigidos de manera tal que respondan a los intereses de los usuarios con el agregado que mientras más tiempo se insuma en ellas mejor se monetiza.
Pablo Acosta es politólogo y padre lleva varios años interaccionando por medio de las redes sociales, lo que notó después de ver el documental es que estas empresas "generan la sensación de "tener la verdad absoluta en las manos y que al más mínimo cuestionamiento o estimulo negativo radicalizan su postura".
"Desde hace un tiempo, el contenido que consumís en las líneas de tiempo (timeline) no surgen del orden cronológico sino de la importancia y el interés que mostrás por un tema o contenido, y la publicidad relacionada", expresó.
De este modo, se genera una reacción en cadena, haciendo viral cualquier tipo de contenido. La cuestión está en que "fue ideado con la finalidad de influir en vos y tus círculos en redes sociales".
"Pocas veces nos preguntamos sobre alguna verdad imparcial o si es una campaña para favorecer tendencias; las fake news y el sensacionalismo están jugando un papel fundamental en las posturas populares de las personas que cada vez responden más a lo emocional", amplió.
Romper la burbuja
Para Leonela lo que parecía algo de un futuro lejano es parte de la realidad que nos interpela, pero "no nos damos cuenta porque las personas están inmersas en la banalidad que imponen las redes sociales".
"Más allá de que varios de los responsables de crear estas mega empresas se asustaron del producto que generaron y buscan concientizar sobre los peligros y el impacto que provocan en la vida de los usuarios y en las democracias; lo cierto es que no hay autocrítica de parte de las empresas", describió.
En cierta forma, comparó Cynthia que pareciera que el mundo de internet es paralelo al terrenal pero no es así: "Cada cosa que nosotros hagamos, cada clic y me gusta genera muchas cosas que van a impactar de alguna u otra manera en nuestra forma de vivir o en nuestras conductas".
No hay solución fácil
En su análisis Regina evaluó "posibles soluciones". Ella no cree que haya que sacarles las redes a los chicos puntualmente: "Hoy en día hay una presión muy grande donde si no tenés por ejemplo Facebook en tu curso te hacen de lado".
Pese a que parece irreal comentó que eso le ha pasado a alguno de sus compañeros: "Te aíslan por no tener una aplicación en específico y creo que sacar las redes por completo es contraproducente para los chicos".
"Sí hay información buena que les sirve a los jóvenes" pero "la gente responsable de estos chicos tiene que controlar y ver más el impacto negativo que se genera, lo mal que le está haciendo y la cantidad de ideas sin validación alguna que tienen o presiones que se les están poniendo".
Cynthia añadió que hay una clave cualquiera sea la salida: "Tenemos que tratar de comunicarnos, esa es siempre una solución. Hay que hablar y no solo verlos encerrados en nuestras casas y creer que por eso están bien".
No obstante, esto no se presenta como algo fácilmente encausable. Más jóvenes son las personas la situación es más delicada.
"Son chicos con 9 o 10 años en comunidades con gente de 20 o 25 y creen en todo lo que escuchan" y agregó: "No sé... cada día hay más ideas sin pies ni cabeza, con comunidades que te consumen y que cuando te das cuenta se fue todo a la m ... y no tenés más por donde salir".