"El desafío es lograr la autonomía de las personas en situación de violencia de género"
Laurana Malacalza, funcionaria del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, promueve un cambio de paradigma pensando no solo en los casos de emergencia con la mirada puesta en una asistencia integral para desarrollar un proyecto de vida autónoma.
Las políticas públicas que promuevan la autonomía de las personas en situación de violencia de género, considerando sus distintas realidades, con acceso a empleo, vivienda, tierra y cuidados, son el "mayor desafío" de la gestión de Laurana Malacalza, funcionaria del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
En una entrevista con Télam, reconoció que le sorprendió la convocatoria de la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, pero que no "dudó" en aceptar el cargo de subsecretaria de Abordaje Integral de las Violencias por Razones de Género.
El equipo del Ministerio "es diverso, las distintas perspectivas nos potencian; los recorridos distintos de cada una a nivel personal, laboral, de activismo, de feminismo", sostuvo Malacalza, quien remarcó que "es un privilegio y un placer transitar el trabajo todos los días porque tenemos una muy buena forma de trabajar, articulada, respetuosa de esas trayectorias".
-¿Cuál es la tarea de su área?
Es el ciclo de la política pública en materia de prevención de la violencia por motivos de género, la asistencia integral, la protección de las personas y el fortalecimiento del acceso a la justicia.
- ¿Cómo las concreta?
Que sea un abordaje integral es el paradigma más importante junto con la interseccional. Es necesario pensar las políticas públicas, no solo en personas en contexto de violencia de género, sino cómo esos contextos sufren otros niveles de opresión por su condición de clase, por su orientación sexual, identidad de género, su pertenencia a grupos étnicos, su condición migratoria, los contextos de encierro.
- ¿Es un cambio de paradigma en al abordaje desde el Estado?
Es un cambio de paradigma porque entendemos que el abordaje previo que se venía haciendo desde el Estado nacional y provinciales se había concentrado mucho en las situaciones de atención en la emergencia, en un abordaje individual de los casos, en promover las denuncias individuales y el abordaje judicial y policial como un paradigma central en las definición de las políticas públicas.
-¿Y ahora cómo lo piensa?
Nosotras entendemos que ese paradigma tiene que seguir funcionando para ciertos casos, de mayor emergencia. Pero para prevenir las situaciones de emergencia, las situaciones de violencias extremas, los femicidios, los transfemicidios, los travesticidios, necesitamos implementar políticas públicas que tengan en cuenta la prevención de la violencia y la promoción de la igualdad entre los géneros.
"La asistencia integral significa garantizar las condiciones materiales, socioeconómicas, comunitarias para desarrollar un proyecto de vida autónoma", dijo Malacalza
- ¿Cómo es aplica una asistencia integral con este nuevo paradigma?
La asistencia integral significa garantizar las condiciones materiales, socioeconómicas, comunitarias para desarrollar un proyecto de vida autónoma. Acceso al empleo, formación laboral, acceso a la vivienda y a instancias de cuidados para hijos son claves para prevenir situaciones de violencia extremas. Y promover acciones de protección no enfocadas sólo en la emergencia. Siempre se pone el eje en hogares o refugios. Nosotras entendemos que esos dispositivos territoriales tienen que estar fortalecidos y seguir funcionando, pero hay que abordar cuestiones como acceso a la vivienda, al hábitat, a la tierra para personas en contexto de violencia de género y garantizar instancias intermedias que permitan una medida de protección y mayor autonomía, como las casas de medio camino, y desde un paradigma comunitario promoviendo políticas públicas para un proyecto de vida autónoma.
- Para la autonomía es fundamental el acceso a la vivienda ¿Pensó proyectos en ese sentido?
El acceso a la vivienda con cupos especiales para mujeres, personas en contexto de violencia, es clave. Los créditos para el uso de la tierra, pensando en personas en zonas rurales. Hay que articular con otros ministerios. Se trata de garantizar el sostenimiento económico, material, social, comunitario de un proyecto de vida autónoma.
- Asumió en enero y en marzo comenzó la pandemia ¿Logró avances en su gestión en este contexto?
El contexto de pandemia nos puso en la emergencia de garantizar que los dispositivos ya existentes estuviesen adecuados al contexto de aislamiento. Desde el funcionamiento de las líneas de atención, y crear canales nuevos y adecuados. Es clave haber diseñado parte del Plan Nacional contra las Violencias, mediante foros participativos y articulando con las provincias y municipios. Nos queda todo el material listo para poner en marcha cuando salgamos de esta situación. Y el trabajo con otros ministerios, diseñando programas especiales asignados a personas en contexto de violencia de género, incluyendo personas en el programa Potenciar Trabajo. Y tenemos diseñado un modelo integral de abordaje de las violencias en cuarentena que es flexible a las distintas realidades territoriales.
- ¿Está pensado el trabajo con varones?
Lo venimos trabajando en foros y espacios con distintas metodologías, por la cuarentena. Hablamos de otras masculinidades y vínculos responsables. Nos parece clave trabajar sobre la idea de la construcción de vínculos no violentos, no jerarquizados entre los géneros. Entendemos la prevención de la violencia a partir de la promoción de la igualdad. También el trabajo con los agresores es central. No podemos pensarlo por fuera del abordaje integral de las violencias. No se trata de trabajar varones por un lado, mujeres por el otro, sino pensarlo dentro de una integralidad. Y eso incluye a los varones que cumplen condenas por crímenes de género.