El desafío de lidiar con un adolescente malhumorado
Malas contestaciones y hasta gruñidos, desobediencia y molestia contínua, portazos y gritos. El mal humor en la adolescencia es uno de los desafíos que deben afrontar los padres. ¿Dónde quedó el niño cariñoso de hace unos años?, ¿Por qué de repente tiene esas reacciones?. Aunque los cambios de humor en los adolescentes forman parte de un proceso normal, se enciende una señal de alerta cuando el mal humor es crónico y se convierte en agresividad hacia los demás que puede ser física o verbal.
Malas contestaciones y hasta gruñidos, desobediencia y molestia contínua, portazos y gritos. El mal humor en la adolescencia es uno de los desafíos que deben afrontar los padres.
Ellos transitan una etapa complicada, llena de cambios físicos, hormonales y emocionales. Muchos chicos se muestran agresivos la mayor parte del tiempo y parece que todo les molesta, hagamos lo que hagamos.
¿Dónde quedó el niño cariñoso de hace unos años?, ¿Por qué de repente tiene esas reacciones?. Aunque los cambios de humor en los adolescentes forman parte de un proceso normal, se enciende una señal de alerta cuando el mal humor es crónico y se convierte en agresividad hacia los demás que puede ser física o verbal.
La licenciada en Psicología (MP-6521), Carina Natalia Pécile, integrante del equipo de salud de la Asistencia Pública y con formación en clínica infanto juvenil, entrenamiento básico Emdr y en mindfulness, brindó algunas pautas en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO para lidiar con los adolescentes malhumorados.
"Es importante que los padres generen espacios de escucha atenta y de diálogo para con sus hijos", remarcó la psicóloga.
Recomendó "reforzar los aspectos positivos del adolescente, incentivar que pueda encontrar momentos de tranquilidad. Estimular actividades deportivas y creativas ya que favorecen el desarrollo psicosocial del joven".
Pécile aclaró que se debe discriminar "entre los aspectos normales y los psicopatológicos del ciclo evolutivo adolescente. Se parte de la siguiente consideración: 'El Síndrome Normal de la Adolescencia'".
"La adolescencia más que una etapa estabilizada es un proceso y desarrollo en donde la persona está en búsqueda y consolidación de su identidad", afirmó la psicóloga.
Señales de alerta
¿Cuándo el mal humor puede convertirse en algo patológico? "Se considera que un adolescente presenta un cuadro patológico mental cuando presente los siguientes síntomas:
- Psíquicos: El conflicto abarca miedos exacerbados, dificultades en el sueño, en la alimentación, pensamientos negativos reiterados.
- Físicos: En ocasiones los conflictos se expresan a través del cuerpo como dificultades respiratorias, en la piel, gastrointestinales.
- Social: En este caso los conflictos involucran la sociedad, es decir la transgresión de las reglas como robo, mentira, etc.
- Siempre que se presenten algunos de los síntomas mencionados es importante consultar con un psicólogo".
Lic. Carina Natalia Pécile
Adolescencia, una etapa de cambios
La adolescencia es una etapa de cambios que marca el proceso de transformación del niño en adulto y tiene características peculiares. Durante este tiempo se descubre la propia identidad en varios aspectos como el psicológico, sexual, etc.
La licenciada en Psicología, Carina Natalia Pécile se refirió al Síndrome Normal de la Adolescencia, un proceso que todos atraviesan y en el que los cambios de humor son frecuentes.
"La palabra 'síndrome' se refiere a un conjunto de fenómenos que concurren unos con otros y que caracterizan una determinada situación, el concepto de 'normalidad' alude a que está fuera de la patología", afirmó la psicóloga.
Detalló que este síndrome normal en la etapa adolescente presenta características como "búsqueda de sí mismo y de la identidad, tendencia a lo grupal, necesidad de intelectualizar y fantasear, desubicación en el tiempo, evolución de la sexualidad, actitud social reivindicatoria, separación progresiva de los padres, constantes fluctuaciones del humor y del estado de ánimo.
Pécile recordó que las familias con adolescentes "día a día experimentan los cambios de humor y del estado de ánimo de sus hijos, estos devienen de las fluctuaciones dolorosas permanentes que tiene que enfrentar el adolescente, es decir que la realidad no siempre satisface las aspiraciones de la persona vinculadas a las necesidades instintivas".
"Aparecen 'sentimientos de soledad', la situación típica de la 'frustración y desaliento', 'el aburrimiento'. De esta manera el adolescente se refugia en si mismo para elaborar y reconsiderar constantemente sus vivencias y fracasos", dijo.
Ejemplificó: "Es común en los adolescentes que en determinados momentos del día se los observe en una situación de refugio habitualmente en su habitación, de pronto llama por teléfono o llega un amigo de visita a la casa y aparecen con actitud positiva y animada".