El debate sobre la repitencia en el secundario
La eliminación de la repitencia en 2023 en Santa disparó la polémica. Garantizar que el estudiante aprenda debe ser el objetivo central de la tarea educativa. Esta medida puede contribuir a ello, siempre y cuando venga acompañada de profundas reformas y más recursos en personal docente, infraestructura, entre otros ámbitos.
La provincia de Santa Fe anunció el modelo de "avance continuo" en la educación secundaria provincial, en el que los estudiantes del secundario no se verían obligados a repetir de año por adeudar materias. La ministra de Educación de esa provincia explicó que la iniciativa pone foco en el cuidado de las trayectorias escolares. La funcionaria explicó que lo que no se aprobó se volverá a hacer con distintos dispositivos, "pero solamente en las materias en donde hubo dificultades", aclaró. Así, por ejemplo, un estudiante que pase a segundo año, podrá estar rindiendo o recursando materias de primero. Eso sí, remarcó que "al final del recorrido hay que tener aprobado toda la propuesta curricular".
Apenas difundida la intención del gobierno santafesino, la discusión en los medios y redes sociales se intensificó, instalándose debates con aristas cambiantes. Por un lado, la repercusión permitió avizorar que la educación todavía sigue siendo un tema importante para la sociedad, pese a que las urgencias de las actuales circunstancias lo marginen. Por el otro, se confirma que la calidad educativa no se logra con medidas esporádicas sino con profundos cambios que debe afrontar el sistema educativo.
En algunas provincias se viene trabajando desde hace tiempo en la reforma del régimen académico del tan cuestionado nivel secundario. En Córdoba, por ejemplo, la pandemia quizás retrasó la implementación de nuevas disposiciones que venían teniendo experiencias piloto en algunos institutos. Se establecen distintos tipos de trayectorias escolares (regular, asistida y libre), se modifican los modos de evaluación y algunos otros aspectos. Entre ellos, la repitencia que será "una decisión institucional límite", después de haber agotado todas las instancias previstas en el nuevo régimen académico.
La resolución del Ministerio de Educación cordobés, que data del año 2018, sostiene que esta decisión "contemplara la evaluación integral y prospectiva en el marco de las capacidades que deben desarrollar los estudiantes, a fin de posibilidad decidir con fundamento sólido cuál es la trayectoria más adecuada para que el estudiante continúe aprendiendo en el nivel". Y obliga a los colegios a llevar un registro unificado de los procesos de aprendizaje de cada estudiante, en el que los docentes asentarán sus apreciaciones cualitativas sobre la trayectoria escolar en cada espacio.
Volviendo a la decisión anunciada en la provincia de Santa Fe, la discusión se centra en que el objetivo solo sería reducir los índices de no promoción y abandono en la educación secundaria, algo que -a veces- obsesiona a los funcionarios. No obstante, si bien pueden existir este tipo de condimentos, está probado que repetir en la secundaria no mejora el rendimiento escolar. Así lo entienden muchos de los más prestigiosos investigadores de la educación. Por caso, la doctora Claudia Romero, profesora e investigadora de la Universidad Torcuato Di Tella y autora, junto a otros especialistas, del libro Claves para mejorar la escuela secundaria. En declaraciones a un medio porteño, sostuvo que la repitencia "tiene un contenido irracional" en tanto que "aquello que los chicos han aprendido y acreditado no tienen por qué volver a cursarlo". Sin embargo, fue muy enfática al señalar que "toda nueva forma que le demos a la organización de la escuela secundaria va a requerir de cambios en el trabajo docente y en el currículum". Y sentenció: "Si no es así, estas medidas parecieran estar tendiendo a mejorar las tasas de graduación y, en ese sentido, es una estafa porque lo que no se están garantizando son los aprendizajes".
Precisamente, garantizar que el estudiante aprenda debe ser el objetivo central de la tarea educativa. La eliminación de la repitencia puede contribuir a ello, siempre y cuando esta disposición venga acompañada de profundas reformas en la organización del sistema que también exigen más recursos en personal docente, en infraestructura y en tecnología, entre otros ámbitos.