El comercio no aguantó hasta el lunes, volvió a abrió y hubo un leve respiro
La vapuleada rueda de los negocios "no esenciales" empezó a moverse en medio de la incertidumbre, dudas respecto al horario de atención y la preocupación por lo que tardará en llegar la reactivación. Mientras tanto, se conforman con que la flexibilizaión sirva para empezar a recuperar algunas ventas.
Comienza una nueva etapa de la cuarentena y luego de 51 días de un freno de mano sin escala, el comercio minorista "no esencial" volvió a abrir sus puertas.
La autorización del Centro de Operaciones de Emergencias (COE Central) establecía el lunes como el día de la reapertura, pero no aguantaban más y este sábado empezaron lentamente a volver a la actividad.
En tanto, son conscientes que el debate sobre privilegiar la salud o la economía aún no está superado y que deben cumplir con el protocolo de una atención al público "protegida" y respetar las recomendaciones del COE, de lo contrario, las únicas opciones de trabajo posibles serán las ventas online y telefónicas, el delivery y el take -away -que por cierto no abandonaron del todo tras la reapertura-, o enfrentarse a una medida más extrema, la posibilidad de ser clausurados.
El regreso se dio entre la incertidumbre, la resignación y un horario que no convence. El sugerido es de 14 a 20 y los sábados de 8 a 13; ayer se respetó, pero entre los mercantiles hay dudas y opiniones dispares: algunos sostienen que no abrir por la mañana conspirará contra la actividad; otros tímidamente optimistas creen que el consumidor sanfrancisqueño se acostumbrará; y están aquellos que consideran que no queda otra y que cualquier limitación horaria "es preferible a tener el local cerrado" y agravar mucho más su economía.
Del otro lado del camino interprovincial, en Frontera, la realidad tiene algunas diferencias con la nuestra; allí también se fueron habilitando más actividades y reabrieron los negocios.
Los comercios del centro no esperaron hasta el lunes y ayer comenzaron a atender al público.
LA VOZ DE SAN JUSTO recorrió varios locales de ambos lados y en general, los comerciantes manifestaron que la medida sirvió para empezar a retomar la actividad de a poco y con algunas ventas, aunque muy por debajo de las expectativas que tenían.
Lo cierto es que será un enorme desafío resucitar a la economía de dos ciudades homogéneas, y lo que es más importante, mantenerlas libres de nuevos casos de coronavirus (hubo dos hasta el momento).