El Cincuentenario vuelve a vivir
En la Navidad de 1939, el entonces intendente Raúl G. Villafañe, inauguró el parque. Luego de épocas de esplendor, llegó el abandono y el olvido. Hoy, a casi 80 años, el Cincuentenario vuelve a vivir. Que sea por siempre.
"El Parque Cincuentenario es un espacio que está muy arraigado en los sentimientos de muchos vecinos de la ciudad y, también, un sitio que muchos miles de sanfrancisqueños no han llegado a conocer en su esplendor. Tal vez en breve será el tiempo en que ellos lo redescubrirán y disfrutarán". La frase es del periodista Arturo Bienedell y con ella se cerró una nota sobre la historia del predio recreativo ubicado en el noreste de la ciudad, publicada en febrero de este año.
Estos conceptos resumen con claridad la esperanza de que el Parque Cincuentenario vuelva a ser el ámbito en el que se congrega gran parte de la población de amplias barriadas ubicadas en el sector y también que su preservación sea definitiva, luego de años de ostracismo, abandono por momentos y olvido.
Por fortuna, las obras anunciadas hace un año por el gobierno municipal han comenzado a quedar plasmadas. Y el vecindario ha vuelto al parque. Al menos, los fines de semana, donde se pueden observar decenas de familias que aprovechan las nuevas instalaciones recreativas para disfrutar del sol primaveral y encontrarse, costumbre pueblerina que pareció perderse en el tiempo y que es necesario recuperar para reinstalar los valores centrales de la convivencia comunitaria.
Hace un año se había anunciado la inversión de más de 8 millones de pesos para cambiarle la cara al parque. Hoy, la parte que da hacia las calles Uruguay y Dominga Cullen ofrece un panorama muy alentador. Juegos, bancos, nueva forestación y parquizado son muestras de que se la obra avanza y el sitio se ha puesto nuevamente en valor. Precisamente, ése fue el primer objetivo de la restauración. Una de las arquitectas que diseñó el proyecto había señalado hace un año que "nos focalizamos en un recorrido, en lugares centrales del predio donde faltaba mantenimiento, árboles que hay que sacar de raíz, lo que favorecerá la realización del área de juegos y también deportiva armando un circuito de peatonales. Claro que esto sin tocar la forestación existente que se encuentra en buen estado y forestando nuevamente".
La nueva imagen permite comprobar que es posible recuperar para la comunidad espacios que parecían perdidos y abandonados. La significación social y la importancia histórica del Parque Cincuentenario han vuelto a aparecer. Se torna, ahora, necesario continuar con la refuncionalización en los demás sectores del enorme predio y advertir sobre la conducta vecinal que debe poner énfasis en el cuidado y mantenimiento de las nuevas instalaciones, así como del parque y los árboles.
En la Navidad de 1939, el entonces intendente Raúl G. Villafañe, inauguró el parque. Hizo realidad un proyecto que había nacido en la gestión de Serafín Trigueros de Godoy, su principal adversario político. Aquello fue una muestra de continuidad en el espíritu de progreso de la ciudad, más allá de las diferencias. Luego de épocas de esplendor, llegó el abandono y el olvido. Hoy, a casi 80 años, el Cincuentenario vuelve a vivir. Que sea por siempre.