Duro cuestionamiento de martilleros y corredores Públicos de Córdoba al TSJ por las subastas electrónicas
Aseguran que ese mecanismo encareció las adquisiciones en remate y pone en peligro la fuente laboral de los martilleros judiciales.
El Colegio Profesional de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Córdoba cuestionó al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba por el mecanismo de subasta electrónica impuesto, ya que ataca la fuente laboral de los martilleros judiciales y los resultados logrados son negativos.
"Desde el año 2012, el TSJ de Córdoba se ha propuesto como meta la creación de un sistema informático para la implementación de subastas judiciales electrónicas. La experiencia ha sido muy negativa. Este sistema virtual ha encarecido las adquisiciones en remate, creando más costos que se trasladan inevitablemente al precio. Ello, además, ha generado la participación de un actor nuevo que es una empresa privada que explota y cobra por el sistema de subastas, cuyo ingreso se produjo mediante una licitación realizada sin la publicidad y la antelación adecuada. Actualmente, la cuestión está en manos de un abogado del foro local a sueldo del Poder Judicial", afirmó el Directorio del colegio profesional.
Asimismo, señalaron que la institución en su carácter de experta en materia de remates, "no fue consultada a pesar de las innumerables notas y pedidos de audiencias presentadas".
Desde el Colegio advirtieron que "entre los graves defectos del modelo implementado están los gastos del remate que se han incrementado en prácticamente un 90% respecto del esquema presencial, considerando el canon para la empresa privada entre otros rubros que impone el propio Estado Provincial, como es el impuesto creado por la Ley de Violencia Familiar".
Además, aseguraron que "el sistema electrónico no es seguro, no beneficia al sistema de Justicia y perjudica al justiciable, en tanto el acreedor ejecutante percibe menos dinero, el deudor ejecutado también imputa menos dinero a su deuda y las diferencias que estos pierden, van a parar a manos de una empresa privada y también al propio TSJ, únicos beneficiarios del sistema implementado".
En ese marco, criticaron que hay un "desconocimiento de las virtudes de los profesionales que rematan de manera presencial y pretende sustituir la labor profesional del Martillero por una empresa privada".
"El TSJ, además de ignorar a los martilleros, pasa por alto la opinión de los tribunales donde se ha implementado el sistema, donde jueces y secretarios ponen de resalto todos los días la ineficiencia de la subasta electrónica. Claramente el resultado de la subasta electrónica es un fracaso, y las consecuencias son peores que en un sistema presencial", aseveraron.
E instaron a "reencauzar el procedimiento en las subastas judiciales, teniendo en miras el objetivo de acercar la Justicia a la gente y tornarla más transparente y participativa".