Dos generaciones unidas por la pasión a la selección
Don Néstor Ribodino, de 90 años de edad, no quería ver el mundial en la soledad de su casa y tenía el sueño de hacerlo acompañado por los chicos del secundario.Ayer, en una jornada muy especial, la comunidad educativa de la escuela N.R.E.S.O Nº 1526 "Dr. Manuel Láinez" de Josefina, invitó a este abuelo a compartir el partido de la selección nacional que disputó contra Polonia en el Mundial de Qatar.
Por María Laura Ferrero|LVSJ
"Somos la generación que todavía no vio campeona a la selección", aseguró Amado Muller, de segundo año, al finalizar ayer el partido de la selección nacional, tras vencer por dos goles a Polonia en el Mundial de Qatar.
Unos minutos antes, este joven junto a todos los cursos de la escuela N.R.E.S.O Nº 1526 "Dr. Manuel Láinez" de Josefina, compartió el partido con Néstor Ribodino (90), una de las personas de mayor edad de esta localidad. Él tuvo la suerte de ver al conjunto nacional campeón en 1978 en nuestro país y luego en 1986 en México, de la mano de Diego Maradona.
Y a pesar de la diferencia de edad, los gustos y preferencias tan distintas que pueden tener estas dos generaciones, cuando el equipo de Scaloni salió a la cancha todos se unieron bajo el manto de la celeste y blanca.
Pero la primera experiencia junta de estos dos grupos tan antagónicos fue en agosto de este año. La profesora de Matemática de tercer año, Roxana Bianciotti, invitó a Don Néstor, para que le cuente a los jóvenes sobre su vida, sus experiencia y los valores que fue cosechando en todos estos años. También, al abuelo se le mostró la quinta que lleva a cabo este colegio que tiene la especialidad en Ciencias Naturales y que les brindara su asesoramiento y consejos, ya que toda su vida se dedicó a esta actividad.
"A los chicos les encantó conocerlo y entre ellos se estableció una relación muy especial. En esa visita, los alumnos le preguntaron si tenía un deseo y él respondió que le gustaría ver la selección y un partido junto a ellos", contó Patricia Gullino, vice directora de la escuela "Dr. Manuel Láinez".
Gullino junto a la preceptora Jaquelina Canavesio recibieron esa información y organizaron la jornada de ayer con la invitación a Don Néstor. "Para nosotros es muy importante que se establezcan estos vínculos entre los adultos mayores y los jóvenes porque siempre es un proceso de aprendizaje", afirmó la preceptora, cuando también hizo de esta partida a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Ansiedad y templanza
El primer tiempo, entre los más jóvenes hubo mucho nerviosismo y ansiedad. En el patio cubierto, se sufrió con cada pelota que no entraba al arco y el penal errado por Liomel Messi. "Este primer tiempo fue muy tenso y me generó mucho nerviosismo e intriga si las pelotas iban a entrar", indicó Mauricio Loza, alumno de sexto año. Y agregó: "Fue una linda la experiencia poder ver el partido en la escuela".
En el complemento, tras la apertura del marcador con el gol de Alexis Mac Allister, a los dos minutos, volvió al ambiente cada vez más festivo y el tanto de Julián Álvarez, a los 22, permitió disfrutar del triunfo albiceleste sin tantos sobresaltos .
Por su parte, Don Néstor estuvo atento a cada jugada y pelota que tomaba el plantel nacional. Hacía pocos comentarios y se lo veía con una templanza que solamente te lo dan los años. A su alrededor, un grupo de jóvenes lo asistía para que se sintiera cómodo y que no le faltara nada mientras corrían los minutos. En todo momento se lo vio sonriente y disfrutando del partido que además de asegurar el pase a los octavos finales también quedará en su corazón por el recibimiento y el cariño que le demostró todo el colegio.
Tras el segundo gol, Néstor pidió una foto con los pibes y sacó una sonrisa y un pulgar para arriba celebrando esta nueva conquista de conjunto dirigido por Scaloni.
El mismo sentimiento
No importa tener 16 o 90 años, a los argentinos nos une el mismo sentimiento cuando juega la selección argentina.
Ribodino contó que es un enamorado del fútbol y que en su juventud jugó 14 años en la reserva del Club Deportivo Josefina. Además, recordó los otros mundiales cuando el seleccionado nacional salió campeón, el primero se jugó en Argentina y estaba la dictadura militar. "Todos salimos a festejar y no hubo problemas ", contó el abuelo, haciendo referencia a aquellos años donde se podía circular libremente.
Por otro lado, se emocionó cuando recordó a Diego Maradona y la copa obtenida en 1986 en México. "Todavía me parece escuchar el relato de (Víctor Hugo) Morales en el gol a los ingleses cuando hacía referencia al barrilete cósmico", afirmó. "A mí me gusta Messi, pero Diego era otra cosa en la cancha era como más de potrero del fútbol que yo jugaba", se refirió Néstor.
Todos juntos
La preparación de la jornada para mirar el partido necesitó del trabajo de todos los alumnos de la escuela.
La primera tarea fue acondicionar el patio cubierto para adaptarlo a una trasmisión de calidad y que todos puedan disfrutar del partido. Rubén Longa, de sexto año, contó que "se colocó el proyector, a la computadora se le instaló el router directo para que haya una buena señal y se puso un parlante para que todos escuchen". "También se cubrieron las ventanas para evitar que entre la claridad y lograr una mejor imagen", precisó el estudiante.
Por otro lado, los alumnos con el equipo de auxiliares y profesores prepararon jaras de jugo para los tereré y en el entretiempo se hizo una tanda de pororó para todos. Los chicos llevaron sus equipos de mate y algo para comer mientras se disfrutaba de la jornada futbolística en el patio cubierto.
Durante todo el partido, los jóvenes alentaron y apoyaron a la selección con canciones típicas de los mundiales y el comportamiento fue excelente. Un grupo de alumnos se encargaron de asistir al invitado especial y al final todos festejaron el resultado final.
Un dato para destacar fue cuando se terminó el juego todos los alumnos se unieron y comenzaron a ordenar el espacio. Se encargaron de desmantelar la mesa con los aparatos técnicos, llevaron las sillas a su lugar y barrieron el salón. A los pocos minutos, el patio no le quedó casi nada de la fiebre mundialista, pero todos se fueron contentos con los resultados