Detrás de las impresionantes imágenes de flamencos, un censo de aves en Mar Chiquita
Una mirada a los ojos de la fauna de Ansenuza. Miles de flamencos que están finalizando su etapa de reproducción se encuentran en la laguna de Ansenuza donde fueron fotografiados por Hugo Giraudo.
La fotografía de la naturaleza es una pasión para Hugo Giraudo. Días atrás, sorprendió a todos con sus tomas fotográficas aéreas de un nutrido grupo de flamencos apostado en la laguna Mar Chiquita.
En tanto, detrás del ojo de Giraudo está la investigación que, junto con la bióloga Lucila Castro y otros observadores, llevan adelante para elaborar un censo de especies en el "mar cordobés".
Giraudo y Castro hicieron un recorrido por el "contorno de la laguna" donde observaron a los flamencos: "Sacamos esas fotos para un censo en el marco de una investigación que hace Lucila sobre estas especies. Debía necesariamente hacerse aéreo para mapear y contabilizar por fotos la cantidad que se ven".
Sobre la experiencia, el fotógrafo detalló a LA VOZ DE SAN JUSTO que "pocas veces se logran ver grupos tan grandes de aves aunque sí, se los suele ver juntos".
"En este momento, los flamencos están en la etapa de finalización de reproducción", indicó.
Doble profesión
Giraudo no sólo es fotógrafo -profesión que jee4rce desde hace 5 años - sino que también oficia como observador de aves y trabaja en el Museo de Ciencias Naturales de Miramar de Ansenuza.
"Al principio, sólo hacía observación de aves. Estoy en el Club de Observadores de Aves (COA) que es una asociación que lo hace en todo el país. Planeamos salidas grupales y vemos las especies en una zona, de qué se alimentan, cantidad, comportamiento", especificó.
Más cantidad
En los últimos años, Giraudo afirmó que la cantidad de aves que llegan a la laguna Mar Chiquita es mayor. "En este último tiempo se han descubierto unas diez nuevas especies que se asentaron y no estaban anteriormente en la reserva.".
Entre las causas de este fenómeno natural, señaló que están los cambios por los que atravesó el Planeta y también "la mano del hombre", por la "contaminación y gran deforestación", lo cual hace que las aves busquen "nuevos lugares donde vivir".
En este sentido, también resaltó la conciencia en general que existe en el habitante de la zona. "Acá no se caza, ni se tiene tramperos y en su mayoría, tampoco se tiene como domésticos a las aves enjauladas. Hacemos hincapié en las escuelas, porque son los niños que transmiten este mensaje", argumentó.
Todos los años miles de niños llegan para conocer el lugar y concientizar sobre el cuidado de esta área natural que existe en el interior de la provincia. También se organizan desde el COA - institución a la cual pertenecen Giraudo - visitas o salidas de campo para la observación destinadas a la preservación.