Desde hace 23 años, unidos hallan la fuerza para sobrellevar la muerte de un hijo
"Es una lucha que no termina nunca, es una cicatriz que de vez en cuando duele y por eso es importante que nos acompañemos", aseguraron desde Renacer, grupo de ayuda mutua de padres que enfrentan la muerte de hijos, que cumplió 23 años de trabajo.
La pérdida de un hijo no tiene nombre, una persona puede ser viuda ante la muerte de su cónyuge o húerfana al perder a sus padres, pero la muerte de un hijo es la crisis más dura que un ser humano puede atravesar. Bajo el lema"A pesar de todo... sí a la vida", Renacer San Francisco grupo de ayuda mutua de padres que enfrentan la muerte de hijos, cumplió 23 años, acompañando a quienes transitan el mismo camino.
En un sentido acto realizado frente al monolito ubicado en el Cementerio Municipal, padres integrantes de Renacer San Francisco y de grupos de otras localidades como Esperanza, Freyre y Sunchales recordaron a sus hijos perdidos convirtiendo el dolor en amor y plantaron flores para embellecer el lugar. Luego de la ceremonia compartieron un almuerzo con familiares.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con algunos padres que pasaron por la dura experiencia de la muerte de un hijo quienes destacaron la importancia del grupo porque permite compartir experiencias y emociones con otras personas que pasan por la misma situación y de esta manera poder ayudarse mutuamente.
Clelia Ron de Viada, fue una de las primeras en formar parte del grupo con Eduardo Abecasis y Néstor Marengo, que comenzó a funcionar un 27 de marzo de 1994."Es una lucha que no termina nunca, es una cicatriz que de vez en cuando duele y por eso es importante que nos acompañemos. Hay que ser persistente, no quiere decir que la primera vez que se va al grupo se encuentre una solución porque no hay recetas ni palabras mágicas, entonces hay que ser constantes, ser fuertes, aferrarse a la esperanza, a los otros hijos que quedaron y si no quedaron salir adelante por uno mismo y el amor de ese hijo que nos dejó", manifestó Clelia.
Agregó que el tema"es cómo seguir viviendo después de haber perdido un hijo. Es una pérdida que no tiene nombre, porque cuando uno pierde a un compañero es viudo o viuda, cuando se pierden los padres uno es huérfano, pero cuando se pierde un hijo, no tiene nombre yúnicamente el que lo vive sabe lo que siente".
"Nuestro objetivo es ayudar a los que llegan con la misma desesperación con la que algún día llegamos nosotros después de la muerte de un hijo", dijo.
Recordó que el grupo"originalmente nació en Rio Cuarto por Alicia y Gustavo Berti quienes perdieron a su hijo de 18 años, ellos empezaron a intercambiar experiencias y emociones con otros padres que estaban en la misma situación y el nombre Renacer viene de ahí. El grupo después se extendió por todo el país, Uruguay, Chile, Brasil y hasta a España".
En un emotivo acto los padres de Renacer recodaron su objetivo y su fuerza a 23 años de compartir experiencias.
"Todos hablamos el mismo idioma"
En tanto Marcelo Ribotta afirmó que cuando se ocurre la pérdida de un hijo"se viven sensaciones duras y que no se entienden, muchas veces la gente que te quiere, cercana, está con nosotros y comparte el dolor pero no lo conoce de la misma manera".
Destacó que por eso el grupo"es muy importante porque aquí todos hablamos el mismo idioma y entienden lo que uno siente porque ya lo vivieron. Creo que eso es lo importante del grupo, que los integrantes han vivido ese dolor y pueden transmitir experiencias para buscar la forma de salir adelante".
"Los padres que pasaron por lo mismo no deben dudar en acercarse al grupo porque encontrarán gente que verdaderamente puede ayudar mucho", remarcó.
Finalmente, Horacio Zapata del grupo Renacer de la ciudad de Esperanza en Santa Fe agregó:"Perder un hijo es el golpe más duro que se puede recibir en la vida pero poniendo fuerza y voluntad, pensando en la familia todo sigue adelante. El grupo es el pilar de todo, está abierto a todas las personas de todas las religiones, hay que poner voluntad y ayudarnos entre todos, compartiendo experiencias para salir adelante".
"Hay que seguir porque la vida continúa, sin olvidar a ese hijo que partió. Es una experiencia dura, cada uno la vive de la manera que le parece, la familia que queda es una parte de la vida también", aseguró.
El grupo Renacer San Francisco se reúne los segundos y cuartos viernes de cada mes en el Rotary Club Iturraspe ubicado en Bv. Roca 1145, al que los integrantes agradecen el espacio que desde hace años les brindan para las reuniones. Para mayor información o solicitar ayuda el grupo se puede encontrar en Facebook como: Renacer San Francisco.