Descubrimiento sexual, otro desafío para el feminismo
La sexualidad de la mujer siempre se consideró dependiente del hombre. Tal es así que en los primeros tiempos de la humanidad, se pensaba que ellas no podían llegar al orgasmo sin la penetración. Para el doctor Ignacio Lares, la nueva ola feminista debería retomar los estudios de los sesenta sobre el orgasmo femenino y potenciar así el placer despertando la verdadera feminidad.
La nueva ola del feminismo, la cuarta según los estudiosos, trae consigo la liberación de la mujer en muchos aspectos. Poco a poco se van derribando los conceptos de la sexualidad, ya que es fundamental el redescubrir y reconocer a los órganos sexuales femeninos como aquellos que pueden ser estimulados y llegar al placer sin dependencia de la penetración.
Claro que la historia relegó el placer femenino y casi intentó ocultarlo por siempre o haciéndolo dependiente del sexo masculino, pero las nuevas generaciones entendieron que la lucha por los derechos de las mujeres también se encuentran en el placer.
Estudiosos y profesionales de la sexualidad como el médico ginecólogo y sexólogo Ignacio Lares (M.P: 34092 M.E: 16863), consideran fundamental volver sobre algunas ideas de los años sesenta de Masters y Johnson conocido así popularmente al matrimonio formado por el famoso ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson, quienes estudiaron la respuesta sexual humana identificando que el 80% de los orgasmos femeninos no necesitan del pene para producirse, lo que supuso en aquel momento una auténtica revolución sexual, llevando la sexualidad femenina que había sido un tabú hasta entonces a ser portada en los más importantes medios de comunicación. "Es una tarea del feminismo potenciar esta idea ya que la mujer es la única que tiene el órgano desarrollado para el placer como es el clítoris, diseñado para el goce", dijo el doctor Ignacio Lares.
En consultorio, el doctor Lares observa cómo se repite el patrón clásico del sexo como es la penetración. "Solo una de cuatro mujeres llega al orgasmo a través de la penetración, lejos de la estimulación sexual sobre los genitales femeninos", explicó Lares.
Con este patrón sexual propio de la antigüedad, aparecen las frustraciones femeninas: "Es necesario educación sexual en todos los sentidos para descubrir los gustos y placeres de la mujer ya que muchas sienten cierta frustración por no conocer la potencialidad de su feminidad y lo inherente de de sí".
El placer en la historia
Para entender cómo el feminismo atraviesa la sexualidad de la mujer y por ende el placer sexual, el doctor Ignacio Lares expresó la necesidad de un viaje al pasado. "Para entender el resultado que está teniendo el feminismo sobre la nueva concepción de placer sobre la mujer, es necesario hacer una mirada hacia el pasado del concepto que se tenía sobre las mujeres".
"Las primeras civilizaciones nunca tuvieron en cuenta a la mujer como otro individuo, distinto al hombre sino como segundo o disminuido en comparación a éste. De hecho, Aristóteles, uno de los padres del pensamiento moderno, decía que la mujer estaba en condición de inferioridad al varón y que era una forma disminuida de tal, es decir, el varón que no llegó a ser como tal o sea sin pene. En la parte espiritual, también se marcaba la diferencia comentando San Agustín que el hombre nacía con alma, que era inherente a él mientras la mujer `obtenía´ su alma luego de su nacimiento", contó Lares.
Por estos y otros motivos, "la sexualidad de la mujer nunca llegó a ser explotada y estuvo encubierta ya que el paradigma sexual siempre fue masculino y falocéntrico, es decir, siempre se centró en el pene, la búsqueda de placer de éste y la única forma de placer de las mujeres era a través del miembro masculino".
"Todos estos pensamientos de superioridad masculina y formas de ver llevaron a la conclusión de que la mujer no tenía la capacidad de gozar por sí misma, de llegar al orgasmo sin el hombre; algo que muchos científicos sostuvieron hasta el modernismo", contó Lares.
Con el libro "El segundo sexo" (1949) de Simone De Bevoir, la perspectiva cambió completamente sobre la mujer. "En este momento se la comenzó a considerar un sujeto con derechos pero la cuestión sexual seguía dependiendo de los hombres".
A pesar de los avances en la lucha de las mujeres y los derechos obtenidos, Lares fue claro: "Estamos ante el redescubrimiento de la mujer como ser valioso, pero todavía no hay información para lograrlo plenamente, ya que la mujer no conoce su cuerpo y menos su vulva; por lo que se recae siempre en la idea del falocentrismo y la penetración. La educación, como dije anteriormente, es la única forma de que la mujer explote al máximo el placer", concluyó.