Denunció que por un llamado anónimo encontró a su padre en estado de abandono
Una vecina de nuestra ciudad mostró su indignación por haber encontrado a su papá desnutrido y deshidratado en un geriátrico de Porteña. La propietaria del geriátrico también hizo su descargo.
Eliana Gerlero, una vecina de nuestra ciudad, denunció que gracias a un llamado telefónico anónimo descubrió que su padre -internado en un geriátrico de Porteña- se encontraba en un grave estado de abandono. A raíz de ello, el hombre está internado en una clínica de San Francisco recuperándose de un complicado cuadro de salud.
Gerlero explicó que, a raíz de la cuarentena, la familia estaba imposibilitada de visitar al adulto mayor y por lo tanto llevaban un largo período sin verlo, tras haber sido intervenido quirúrgicamente en marzo.
Según indicó, sí mantenían diálogo telefónico con el geriátrico y nunca fueron alertados de su deterioro. El desencadenante habría sido un llamado telefónico anónimo que motivó que fuera trasladado a un nosocomio de nuestra ciudad.
La hija informó que encontró a su padre Omar, de 73 años, en una situación "de abandono total, desnutrido y deshidratado". Además, contó que tenía escaras en la espalda y atrofiada la garganta, lo que le provocó una broncaspiración que derivó en una neumonía.
Eliana relató que su padre "tuvo una operación en marzo, aquí en la Clínica Regional del Este, de la que salió en perfectas condiciones. Volvió al geriátrico sin impedimentos para hacer su vida normal. Solamente necesitaba un poco más de cuidados en el tema de su dieta, una alimentación más correcta, con más proteínas o vitaminas, algo que todo adulto mayor necesita. Yo lo llevé el 18 de marzo y el 19 anunciaron la cuarentena".
Ese cambio que afectó a todos los argentinos tuvo mucho que ver en este caso ya que Eliana ya no pudo seguir presencialmente la evolución de su papá. "Ahí se cortó la posibilidad de poder viajar. De todas maneras, yo tengo a mi hermano y mi mamá viviendo en Porteña. Igualmente yo tenía comunicación con la dueña del geriátrico, que me decía que estaba bien. Incluso al no poder enviarle una leche proteica que él tenía que tomar, quedamos en que ella la compraba. Ahora tengo entendido que no se la daba... por lo que se ve no le daba nada", expresó.
Comienzan las sospechas
Un día clave fue el del cumpleaños de Omar, en el que -según contó- no le permitieron verlo a través de las herramientas digitales. "El 21 de mayo, que fue su cumpleaños, quise hacerle una videollamada y ya medio que me decían que no, que no podía, que no estaba. Hicimos una llamada telefónica y le noté algo en la voz, pero no me imaginé nada porque ella (la dueña del geriátrico) me decía que estaba bien. Me decía que había descendido un poquito de peso pero que comía como siempre. Nunca me imaginé, si me decían eso, que iba a estar en esta situación", contó.
Finalmente llegó un aviso anónimo de que algo no estaba bien con su papá. "Cuando me alertaron por esa llamada me encontré con mi papá en una situación de desnutrición total, de abandono, de deshidratación. Había señales evidentes de que estuvo postrado por más de 30 días. No solo son las fotos que hice públicas sino también hay otras donde tiene una escara detrás en la que se le ve el hueso del coxis", comentó indignada.
Signos alarmantes
Eliana, que aseguró que está preparando una denuncia con un abogado, contó otra consecuencia grave del abandono: "Cuando lo trajimos, pensábamos que venía comiendo, por lo que cuando quisimos darle de comer nos dimos cuenta de que tenía atrofiada la garganta, la tráquea. Al no estar comiendo por mucho tiempo, en personas mayores eso se atrofia, como pasa cuando no se utilizan los músculos de las piernas".
A esto la mujer agregó: "Por eso, parte de la comida que nosotros le dimos el día que lo trajimos se le fue para los pulmones, provocándole una neumonía por broncoaspiración. Estuvimos pasando días muy malos, con noticias que no eran alentadoras".
Además del caso de su padre, Gerlero se mostró preocupada por las condiciones que ofrece el geriátrico. "No sé si hay otros nonos en la misma situación que él, pero están expuestos a que les pase lo mismo. No sabemos si están asegurados, si tienen salida de emergencia, matafuegos, hay muchas cosas que hay que ver", indicó.
Contó también que cuando fue a buscar a su padre, la responsable del geriátrico actuó con normalidad: "Me preguntó '¿qué hacés?', pero de la manera más normal. El día de su cumpleaños me había dicho que estaba bien... yo no puedo entender que alguien te pueda decir eso de alguien que se estaba muriendo. Si pasaban dos o tres días más, no sé qué podía pasar. Nosotros lo trajimos el lunes 1 y el miércoles nos dijeron que estaba en manos de Dios".
"Me contestó 'si querés llevártelo, hacelo, pero él acá comía. Si ves las fotos, evidentemente no comía. Es una situación grave porque si mi papá hubiese fallecido era una negligencia. Ahora está estable, pero si fallece es consecuencia de un abandono de persona", agregó.
Sobre la denuncia que presentará, aseguró: "Es lo que corresponde, esto merece una denuncia penal. También en la parte administrativa hay que ver si esos lugares están habilitados, si tienen el control correspondiente, si va un médico a ver cómo están".
Qué dicen desde el geriátrico
María Delgado es la propietaria del geriátrico desde hace un año pero previamente había estado empleada en él otros 9, y esa fue aproximadamente la cantidad de tiempo que el abuelo estuvo internado en ese lugar.
"Él hace casi 9 años que estaba casi en el geriátrico. Él antes de la operación estaba bien, el abuelo caminaba, se alimentó bien siempre y en estando en la cama también se alimentó", puntualizó y continuó: "Jamás pensé que me iba a pasar una cosa así. Estoy sorprendida con lo que la chica habla, está difamando en realidad".
Delgado aclaró también que "mantenía comunicación" con la hija del abuelo que formuló la denuncia.
Hace dos meses el abuelo fue operado y el post operatorio lo realizó ya en el geriátrico donde vivía anteriormente, Delgado subrayó que tanto la denunciante como su hermano conocían el estado de su papá porque tenían que llevarlo a control "por una herida en la cola".
Debido a la cuarentena ella no podía visitarlo, pero sí mantenían comunicación por teléfono: "Ella tenía que llevarlo a control y hacerle cerrar una herida en la cola, en ese tiempo siempre nos comunicamos por teléfono, le dije que podía pedir un permiso para venir a ver a su papá, ella ya sabiendo cómo estaba porque nunca dejé de comunicarme por el estado en que estaba".
María también afirmó que "tiene audios donde ella le comenta que debía llevar a su papá a un médico" y aseveró que le informó que lo necesitaba para que lo hidraten y le den vitaminas. El señor indicó la mujer propietaria del lugar no tenía fuerzas para mantenerse sentado.
Asimismo, Delgado aclaró respecto al peso que "el abuelo estaba hinchado cuando volvió de la operación y al eliminarlos notó que su peso no era el mismo".
Por otro lado, adujo que "ya tenía cuando volvió las escaras en la cabeza, la cola y los talones" y que en el geriátrico le daban los medicamentos y hacían las curaciones.
"El hermano de ella (la denunciante) sabía y conocía la situación en que estaba su papá y ella también. Esto está en manos de mi abogado porque ella difama con muchas cosas que no son. Como dueña tengo responsabilidades, pero las familias también las tienen, cada uno sabe las que tiene sobre el abuelo por más que lo dejen acá", finalizó.