De Rubén a Alejandro Costantini: ingeniería industrial para el mundo
En 1993, la familia fundó esta empresa con una orientación comercial que se especializaba en fabricar piezas y engranajes. Hoy sus proyectos están dirigidos a automatizar procesos industriales. Este es un lugar donde se diseña, proyecta y piensa permanentemente.
Alejandro Costantini (49) se toma un break de su trabajo. Dinámico, sociable, tiene años encargándose de todos los detalles de Costantini, la empresa que fundó junto a su padre en 1993. "Él venía de la actividad industrial, originalmente tenía una fábrica de piezas y engranajes. Juntos fundamos esta empresa para comercializar equipos de soldadura para la industria", rememora.
Los años, la tecnología, el avance permanente y el empuje de Alejandro hicieron cambiar el rumbo. "A mí siempre me gustó la automatización. Veía mucho lo que pasaba en el mundo cuando viajaba y fuimos orientando la empresa hacia ese camino: automatizar procesos industriales. Hace 20 años no desarrollábamos mucha ingeniería si no que solucionábamos algún proceso puntual en la industria", aclara en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
En la actualidad se trata de una empresa de ingeniería "capaz de automatizar una parte o una línea de provisión completa para un proceso productivo en distintas ramas de la industria".
Su propietario además comenta que sus "equipos son diseñados y fabricados completamente allí en el parque" aunque también aprovechan los avances del extranjero y los incorporan.
Emprendedor nato
Alejandro empezó a estudiar ingeniería de joven pero dejó de lado la idea. Hoy se considera un "emprendedor" que tiene la visión justa hacia dónde va el mercado y su empresa. Hace diez años sumó al ingeniero Sergio Bea como socio de la firma.
"Soy una persona que nací y me crié entre máquinas de pequeño por la actividad de mi padre y me gusta mucho la mecánica y electrónica. No tengo la formación académica pero sí la visión de las cosas", afirma.
Mano de obra
Hoy Constantini cuenta con 32 empleados. "Ahora estamos en proceso de incorporación. Nos está costando sumar recursos humanos, porque si bien hay, el tipo de personas que se necesitan acá no abundan. Normalmente hay que formarlos". Para 2018 pretenden alcanzar un número de 35 teniendo en cuenta la cantidad de trabajo programado que tienen. "La fortaleza de la empresa son los recursos humanos", simplifica.
Sobre las razones de esta dificultad de hallar mano de obra calificada explica: "Tomamos personas que tienen capacidades, normalmente son ingenieros pero vienen con la idea de la universidad, o experiencia laboral previa, pero esta empresa es bastante particular, acá nunca se fabrica dos veces la misma cosa y la ingeniería es muy importante".
Por eso agrega que "lleva tiempo formar internamente al nuevo personal. Alguien que se incorpora a lo mejor el primer año está más en formación que generando algo para la empresa pero son recursos que devuelven con sus capacidades".
Robótica e ingeniería
Los tipos de productos que se realizan en Costantini no son comunes, de hecho no se atienen al concepto tradicional. Cada producto es nuevo y único, conforme a las necesidades y proyectos aprobados por los clientes. "Es bastante variado. Hacemos máquinas para finales de línea, encajonados y paletizados automáticos", explicita a este diario.
A veces sus aportes están en una parte especial de la fabricación y en otras desarrollan la idea completa desde el tratamiento de la materia prima hasta la preparación para el despacho.
Asimismo, Alejandro, comenta: "A diferencia de las empresas en Europa cuyas máquinas realizan sólo un tipo de producto y son estandarizadas; acá nosotros diseñamos teniendo en cuenta que tiene que hacer múltiples tareas diferentes".
Prueba y error
Con una nueva petición siempre hay una idea nueva y específica que "acá es variado, porque una empresa tiene necesidad de automatizar, nos consulta, hacemos un análisis presentamos un anteproyecto, lo evalúan y si están de acuerdo con el monto de inversión porque les es viable arranca el proyecto", sintetiza.
El proyecto tiene tiempos de ejecución largos, "entre 6 meses y un año. Porque lleva mucho desarrollo en ingeniería".
El antes y el después
Al principio, Costantini estaba ubicado en Av. Rosario de Santa Fe y Garibaldi, pero en 1999 se mudaron al Parque Industrial. Durante todo ese tiempo la empresa siempre evolucionó, el mercado cambió y llegaron a competir con las empresas europeas.
Respecto a este punto de crecimiento Costantini expresa: "En Europa la automatización está más desarrollada, es común. Acá hay pocas empresas con sus procesos bien automatizados. Tenemos clientes en Latinoamérica y potencialmente pudimos entrar a otros mercados, pero este tipo de proyectos requiere un despliegue de asistencia y equipo técnico complejo".
En un primer momento, la empresa sanfrancisqueña sorprendió con el desarrollo de máquinas robóticas. "Kuka" fue un poco parte de toda esa historia.
Se trata de una empresa alemana que fabrica robots que "en principio servían para hacer procesos de automatizaciones simples".
En la actualidad "esos robots son un complemento más dentro de todo el andamiaje desarrollado en Costantini".
Nuevas demandas
"Para 2018 tenemos trabajos tomados para todo el año. Nos cuesta crecer en recursos humanos, si esta empresa tuviera el doble de personas tendrían trabajo. Nuestras expectativas son buenas. Hoy si tomamos proyectos su entrega es para 2019", resalta.
La meta en Constantini siempre es evolucionar, "porque si no lo hacemos como empresa morimos rápidamente. Ese es el riesgo más importante, mientras evolucionemos vamos a vivir", finaliza.