De los festivales, a los vuelos sanitarios: el rol clave del Aero Club en la pandemia
Frente a la crisis del coronavirus, en este tiempo de actividades suspendidas, trasformaron la pista de aterrizaje en un "puente" con el Hospital y ese rol reanimó la ilusión de un sistema de balizado para recibir vuelos sanitarios también por la noche.
La irrupción de la pandemia del coronavirus trajo aparejada una total inactividad en el Aero Club San Francisco pero no le impidió seguir trabajando por la comunidad.
Así, durante la etapa más dura de la cuarentena, el aeródromo local funcionó como punto de salida y llegada de los vuelos sanitarios que transportaban las muestras de hisopados tomadas en el Hospital "J. B. Iturraspe" que viajaban a Córdoba para ser analizados.
Esa materialización palpable de una institución presente, se llevó a cabo de manera ininterrumpida hasta fines de agosto y reavivó la necesidad de una obra clave que forma parte de un viejo anhelo: balizar la pista para los aterrizajes nocturnos.
Contar con esta obra, hubiera permitido durante la pandemia estar operativa y al servicio del sistema de salud las 24 horas del día. Pero costearla, significa una inversión de unos 38.500 dólares, una suma inviable para la economía del club.
"Esto sería ideal para permitir la llegada de vuelos sanitarios en cualquier momento del día así como cualquier otro tipo de transporte aéreo", aseguró el presidente del Aero Club, Javier Ortiz.
Durante 90 días, la pista de la institución permitió ganar tiempo y comunicar a nuestra ciudad con la capital provincial de la manera más inmediata, posibilitando la llegada del diagnóstico tan esperado. Las muestras eran trasladadas en un Cesna 180 procedente de la Escuela de Aviación Militar.
A diario, era común observar el aterrizaje y el despegue de esta aeronave aunque todo el proceso se llevaba a cabo bajo un estricto protocolo sanitario y de seguridad. De hecho, en la previa de cada vuelo solo se permitía el ingreso al Aero Club del personal sanitario y voluntarios del club para garantizar el funcionamiento y el reabastecimiento de combustible.
Ortiz comentó a LA VOZ DE SAN JUSTO que en cada llegada de la aeronave "se ponía en marcha todo un procedimiento que garantizaba las normas sanitarias que se requieren para el transporte de este tipo de cargamentos".
Además, recordó que en ese momento "ese era el único vuelo autorizado para operar" para lo cual "los procedimientos se basaban en la aplicación de las normas de seguridad que existen en la materia".
El personal de mantenimiento del club "se encargaba de dejar habilitado el acceso porque tenía que llegar la ambulancia con las muestras".
Cada vez que eso ocurría, "estaba presente personal sanitario de San Francisco junto a su similar de Fuerza Aérea" para garantizar el éxito de cada operativo.
El Aero Club, otro esencial frente a la crisis del coronavirus.
Mantenerse con el esfuerzo de los socios
A medida que las flexibilizaciones del aislamiento permitían alcanzar la recuperación paulatina del ritmo habitual, el Aero Club San Francisco fue recuperando actividades que antes se encontraban vedadas, incluso para los socios.
Fueron precisamente ellos quienes durante todo este tiempo se pusieron la institución al hombro y con su esfuerzo lograron que pueda salir a flote pese a la imposibilidad de llevar a cabo eventos masivos como festivales, torneos, etc. que significan su principal fuente de ingreso.
Así las cosas, luego del parate iniciado el pasado 20 de marzo, la institución debió cerrar sus puertas por algo más de 30 días hasta que a partir de mayo comenzó tibiamente la actividad de vuelo limitándose la capacidad a dos personas por máquina -instructor y piloto- con los correspondientes protocolos que fueron autorizados por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
Mientras tanto, continuaban sin habilitar las actividades de paracaidismo y aeromodelismo lo que redujo considerablemente el mecanismo de ingreso de recursos para hacer frente a las obligaciones que tiene la institución aunque luego también se pudieron retomar estas capacitaciones.
Actualmente, el club está cerrado para aquellas personas que
no son socios y solo se pueden desarrollar algunas actividades aéreas
destinadas para los asociados así como también la escuela de pilotos y
paracaidismo.
Ortiz rescató precisamente que "desde un principio los socios tuvimos que redoblar los esfuerzos para mantener el club hasta que a mediados de año recibimos un aporte de la Provincia que nos ayudó para seguir funcionando".
El entrevistado rescató "el valioso aporte de todos los socios" para hacer frente a las obligaciones que se presentaban a diario y que no distinguen un escenario de normalidad de otro de pandemia -agregó-. En este tiempo no hemos tenido renuncias ni atrasos en el aporte de cuotas. Esto nos permitió continuar manteniendo la estructura del club para seguir adelante".
Proyectos relegados
Al igual que el resto de las instituciones deportivas, el Aero Club San Francisco tiene en pausa todos los proyectos que la dirigencia había previsto para este año, un 2020 que nunca imaginaron.
"Con esta nueva realidad nos vimos obligados a mantener lo que ya tenemos asegurado y cuidar las arcas porque el futuro es incierto", comentó Ortiz.
Entre otras obras, tuvieron que postergar acciones que tienden al mantenimiento edilicio porque "la situación nos llevó a tener que enfrentar esta lamentable realidad".
"Nuestra sede social merecía una mano de pintura, arreglos de mampostería y algunas mejoras estructurales para brindar más comodidades -siguió-. Trabajamos para realizar un mantenimiento mínimo con el objetivo de conservar lo que se tiene".
La inestabilidad financiera que se suma a la crisis del coronavirus conspira contra el normal funcionamiento de la institución puesto que, según explicó Ortiz, "el mantenimiento de nuestras máquinas está ligado al dólar y ya sabemos cómo está el comportamiento de esta moneda en nuestro mercado. Si bien hemos reducido al máximo otro tipo de gastos, en ningún momento se dejó de lado el mantenimiento de las máquinas".
De la flota que posee el Aero Club, dos aviones se encuentran en reparación para que "en poco tiempo vuelvan a estar operativos" de manera de "cumplir con los requisitos".
Por otra parte, se lamentó por la prohibición de festivales o eventos que congreguen público porque "eso nos permitía recaudar fondos que venían más que bien aportando el necesario oxígeno para seguir funcionando".
El Aero Club San Francisco.
Balizado, otra cuenta pendiente
Otro de los proyectos de la entidad apunta a lograr el balizado de la pista para los aterrizajes nocturnos, permitiendo de esta manera su utilización en cualquier hora del día.
"Esto sería ideal para permitir la llegada de vuelos sanitarios en cualquier momento del día así como cualquier otro tipo de transporte aéreo", dijo Ortiz para luego recordar que en alguna oportunidad "se dio el caso de que dirigentes políticos que llegaban en aeronaves a la ciudad tuvieron que traer sus propios elementos para poder operar con normalidad por la noche".
"Nos gustaría reflotar el proyecto que nos permita contar con ese sistema de balizas para brindar un servicio más a la comunidad", dijo como expresión de deseo, aunque consideró que ese proyecto es "de realización imposible" para el club, porque implica "una inversión de unos 38.500 dólares", que sin la ayuda estatal no podrían reunir.
Por ello, antes de la pandemia habían realizado gestiones ante la autoridad aeronáutica con la Federación Argentina de Aero Clubes. "A través de ellos se ha logrado el balizado de varias pistas en el país y sería muy bueno que podamos lograr esos fondos que nos permita contar en el balizado nocturno de la nuestra".
Cursos con protocolo
A partir de las autorizaciones concedidas por la autoridad aeronáutica nacional, el Aero Club San Francisco pudo retomar la realización de cursos de piloto y de paracaidismo "con el protocolo necesario" para cada una de estas actividades.
Entre las nuevas medidas adaptadas a este contexto, se dispuso que la capacitación para los cursos de piloto y paracaidismo se dé "de manera casi particular" mientras antes "teníamos grupos de 8 personas que venían a la institución, ahora solo viene el alumno que tiene el turno otorgado por el instructor", explicó.
Pavimentar la pista "es una utopía"
Pese a que formó parte de la agenda de temas pendientes de realización durante varios años, la pavimentación de la pista del Aero Club es considerada una utopía más que uno deseo concreto.
"La pavimentación de la pista es una utopía", remarcó Ortiz quien además dijo que para que eso se concrete "debería intervenir el Estado para financiarla en su totalidad".
A la hora de evaluar los beneficios que traería a la institución en particular y a la comunidad en general se atrevió a señalar que "no llegan a ser suficientes para que se justifique la inversión".
Si bien reconoció que "sería buenísimo para la ciudad" contar con una obra de estas características porque "posicionaría de manera diferente a San Francisco" que entre otras cosas cuenta con un Parque Industrial de los más importantes del interior del país, reconoció que "nos interesa más el sistema de balizas que la pavimentación".
El Aero Club San Francisco -fundado el 15 de septiembre de 1932- está ubicado en el acceso oeste a la ciudad, en un predio de 72 hectáreas, Actualmente cuenta con un padrón de 120 socios, en su mayoría de San Francisco y el resto de Morteros.
La pista de aterrizaje tiene una longitud de 1.560 metros y 50 metros de ancho, lo que permite el arribo de aeronaves de mediano porte. Si se suman las tres calles de rodaje a la pista, esta alcanza un ancho de 90 metros.
Posee seis aeronaves y cuatro planeadores propios que cumplen la función de escuela y entrenamiento. También brinda el servicio de angar.