De barrio Catedral a Rusia, para organizar un Mundial
El único argentino que formará parte de los voluntarios en el Mundial de Rusia es de San Francisco. De su infancia en El Tala, hasta su posibilidad de ver a los mejores futbolistas del mundo al alcance de su mano. Todo en esta nota.
Juan Dalmasso (27) es uno de los 17 mil voluntarios de 112 países que trabajarán en Rusia mientras se desarrolle el Mundial de Fútbol que comienza este jueves. Él es el único argentino de todo el grupo y es nuestro, de San Francisco.
Francia ´98 fue el primer torneo de selecciones que vio por televisión y además lo marcó. Hoy, 20 años después, será protagonista de la competencia deportiva más importante a nivel futbolístico, pero en el lugar y no como un simple espectador.
"Recuerdo cuando nos levantábamos con mis hermanas a ver Hijitus a la mañana antes de ir a la escuela y veíamos las publicidades de Francia 98. En ese momento le pregunté qué era un Mundial de Fútbol y me contó la historia de los encuentros deportivos y que había asistido a un partido de la selección argentina en la ciudad de Córdoba en el Mundial `78. Después de ese Mundial, de hace 20 años atrás, me hice hincha de Boca por mi papá y desde ese día no me pierdo ningún partido", remarca.
De barrio Catedral a la ciudad de Córdoba para estudiar, primero. Luego, de la Docta a Nueva Zelanda, donde vive desde hace dos años junto a su novia, Florencia Rojas, y se dedica a desarrollar software. Y hoy, convertido en uno de los voluntarios -privilegiados- que estará a cargo de tareas funcionales que hacen al desarrollo de este evento, Juan cuenta lo que vive asentado en la sede de Ekaterinburg, considerada la más oriental por estar a los pies de los Urales, en la puerta de entrada de la Rusia Asiática.
Juan, de acá
Juan es ingeniero en Sistemas, el único hijo varón de los tres que tiene la familia Dalmasso. Nacido en uno de los barrios más extensos de la ciudad, Catedral, el joven lleva cinco años viviendo en Wellington, la capital de Nueva Zelanda y solo regresa a nuestra ciudad para las fiestas de fin de año.
Hoy lleva puesta la camiseta roja del programa del Voluntariado de la Copa del Mundo, pero en su pecho late otra con los colores blanco y rojo, la del Club El Tala, ya que su "palo" es el básquet y allí pasó gran parte de su infancia.
"Pasé toda mi vida y mi infancia entre el Club El Tala, la Plaza General Paz, la Iglesia Catedral y la escuela Normal", recuerda Juan LA VOZ DE SAN JUSTO.
Pero no solo juega con la redonda naranja, sino también el fútbol formó parte de su vida ya que hizo el "baby" fútbol en la misma institución. "El fútbol no es tanto lo mío", reconoce, aunque cuenta que juega de arquero en un equipo amateur neozelandés llamado Sudakas FC. "Nunca fui muy buen jugador, no me gustaba correr mucho. Será por eso que luego de más grande elegí ser arquero", agrega entre risas.
Junto a otros voluntarios trabajando en
la previa de lo que sucederá desde el jueves próximo
Una experiencia inolvidable
Formar parte del Programa de Voluntariado de la Copa Mundial de Fútbol de la Fifa en Rusia es para Juan la posibilidad de cumplir un sueño de manera doble.
"Por un lado voy a ver el mundial y por el otro, soy parte del mismo y de su organización. Es el evento deportivo más grande del mundo, y solo ocurre cada 4 años. Estoy seguro que la experiencia va a ser algo que no voy a olvidar", asegura.
Su proceso de selección -explica- finalizó en enero de 2017 y tuvo que "firmar contratos de confidencialidad y aprender sobre la cultura local".
Fue en el año 2015 cuando se enteró por una noticia de que abrían las convocatorias de voluntarios para Rusia y decidió anotarse. Su labor será ocuparse de asegurar el mantenimiento de las redes de internet en los estadios, el funcionamiento de las impresoras y resolver posibles problemas en el área de sistemas", detalla Dalmasso sobre sus tareas.
¿Gastos? Según dice, la Fifa solo paga la comida en los turnos y el hospedaje, en la Universidad de Ekaterinburg, mientras que el pasaje debió abonarlo él.
Consultado sobre si podrá ver al equipo liderado por Lío Messi, asegura: "Tengo la posibilidad de ver a la Argentina si clasifica a la segunda ronda, lo cual sería el cierre perfecto para este viaje. Mi novia viaja a fines de junio hacia Moscú, donde nos encontraremos para viajar un poco y seguir a la selección en cada momento".