Cuarentena: marchas y contramarchas
Se torna imprescindible encontrar modos de regular la apertura de ámbitos laborales, puesto que las consecuencias están siendo dramáticas. Y se hace necesario evitar cualquier especulación de tipo político partidaria o electoralista para determinar los cursos de acción. Así no parece apropiada para estas circunstancias la vieja costumbre de gobernar con las encuestas en la mano.
Ha comenzado una nueva etapa del denominado aislamiento preventivo y obligatorio. La principal novedad de este período que se extenderá hasta el 10 de mayo próximo es que se ha dado mayor autonomía a las provincias y municipios respecto de algunas actividades que podrían volver a desarrollarse si se cumplen determinados parámetros establecidos en el decreto presidencial de necesidad y urgencia.
La discusión primera apareció cuando se dispone la posibilidad de que se pueda salir por espacio de una hora de sus viviendas con fines de recreación y esparcimiento. Es decir, para distenderse de un encierro que ya está provocando malestar en muchas personas y genera trastornos familiares importantes cuando en la casa habitan niños, adolescentes y adultos mayores. Pero existen otras situaciones que deben ser atendidas con urgencia también.
Los gobiernos de Córdoba y Santa Fe han dispuesto que las salidas no serán admitidas en los grandes centros urbanos. Y, en el caso de nuestra provincia, cada Centro de Operaciones de Emergencia establecerá las medidas adecuadas de acuerdo a las distintas realidades de las ciudades y pueblos del interior. En efecto, el lunes por la noche a última hora se decidió que San Francisco pertenece a las denominadas zonas rojas aun cuando no existan casos de enfermedad desde hace semanas. En virtud de esto, todo sigue igual en nuestra ciudad.
El haber registrado dos casos fue motivo suficiente como para este encuadre que, en primera instancia, asoma como exagerado, dando por tierra con la expectativa que había generado el comunicado municipal del domingo -también a última hora- en el que se afirmaba que se estaban "evaluando y definiendo modalidades para habilitar más actividades" y, al mismo tiempo, se expresaba que "en esta nueva etapa vamos a avanzar sin prisa pero con pasos firmes para no tener que retroceder", apelando a la responsabilidad y el compromiso de cada uno de los sanfrancisqueños "para recuperar la actividad económica sin dejar de cuidarnos entre todos".
En pocas horas cambió el escenario nuevamente. Y la única posibilidad de que se modifique es, de acuerdo a lo anunciado por la provincia, el análisis de pedidos puntuales que pueda hacer el intendente municipal. Entonces, "el COE Central en conjunto con el COE Regional y el propio mandatario localvalorarán la situación y podrían determinar la posible flexibilización solicitada".Por lo palpado en la comunidad, quizás haya una gran cantidad de pedidos para que vuelvan actividades que hace mucho tiempo están paralizadas. Porque, en verdad, se torna imprescindible encontrar modos de regular la apertura de ámbitos laborales, puesto que las consecuencias están siendo dramáticas. Y se hace necesario evitar cualquier especulación de tipo político partidaria o electoralista para determinar los cursos de acción. Así no parece apropiada para estas circunstancias la vieja costumbre de gobernar con las encuestas en la mano.
Cierto es que la pandemia exige mesura y prudencia a la hora de tomar decisiones. Que todas las acciones deben ser fruto de análisis y reflexiones serenas. Pero también modos de comunicación que no sean contradictorios de un día para el otro. El último párrafo del comunicado que anunció que la cuarentena no se flexibilizaba da pie a que pueda hacerse en los próximos días o semanas. Se afirma que se estudiarán las alternativas posibles. Está bien que así sea. Pero es vital aclarar que a mayor demora en definiciones, mayor incertidumbre. Por ello, se requiere una acción rápida y una efectiva y esclarecedora comunicación de las medidas que se adopten. Se está ingresando en una etapa en la que los interrogantes requieren respuestas perentorias.