Cuando el cine revolucionó Brinkmann con su arribo
En 1949 la localidad se vio convulsionada por la llegada de unos porteños que venían a filmar una película: 'Con el sudor de tu frente', dirigida por Román Viñoly Barreto y protagonizada por Armando Bó. De aquel elenco sólo quedó un sobreviviente: Néstor Dalmazzo, quien a sus 76 años recuerda tan especial momento.
Corría el año 1949 cuando la localidad de Brinkmann se vio convulsionada por la llegada de unos porteños que venían a filmar una película, se trataba de 'Con el sudor de tu frente', dirigida por Román Viñoly Barreto y protagonizada por Armando Bó. De aquel elenco sólo quedó un sobreviviente: Néstor Dalmazzo, quien a sus 76 años recuerda: "Mi personaje se llamaba Tonito, un negrito chiquito y cabezón (risas), que era el hermano de Alba Mujica, que hacía un personaje de loca y tenía la idea de mandarme al cielo para que yo le lleve una carta a dios".
Por esos años en Brinkmann funcionaba un frigorífico llamado Regional Serrano y uno de los dueños era el mismo Armando Bó. Ese lugar fue uno de los tantos utilizados en la filmación, que duró alrededor de tres meses. "Cuando llegó la tropa con todos esos aparatos el pueblo se dio vuelta, me acuerdo que en las filmaciones para ayudar a la iluminación de los actores se los reflejaba con un espejo gigante, que lo ponían mirando al sol", sostiene Dalmazzo en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
El elenco se completó con los actores Diana Ingro, Alba Mujica, Raúl del Valle y Ernesto Bianco, quienes se hospedaron en el Hotel Brinkmann, que por entonces estaba en una esquina. "Al único que conocíamos era a Armando Bó pero igual era todo muy nuevo para nosotros, un pueblo de no más de tres mil habitantes... y en la película participaron muchos extras de aquí de la localidad, y yo fui uno de ellos".
La película narra la historia de una pareja que, contando con un terreno de cultivo, padece la falta de lluvia: la sequía. En este marco van apareciendo personajes nuevos, en un suceder de amores, violencia y muerte.
El director, actor y productor Armando Bó en una de las escenas rodadas
Una invitación al mundo del cine
"Como todo chico curioso de nueve años fui a ver qué se hacía ahí, justo se filmaba en la esquina de un boliche", indica Néstor y agrega: "De pronto Alma Mujica me ve y me dice 'Pibe, vení'. Cuando voy me pregunta: '¿querés trabajar en una película?' Y yo le dije que sí, pero no me habían dicho que tenía que caer del campanario. Tenía que ir al otro día para una prueba... y el día llegó y yo no quería ir, pero como habían anotado mis datos me fueron a buscar. Y mi familia me decía que sí, que vaya".
El niño fue hacia el lugar, los actores lo estaban esperando. "Cuando entro en donde estaban reunidos Armando Bó lanzó un grito de terror, yo lo miré y me dije 'este tipo está loco', pero ni me inmuté. Y esa fue la prueba, porque el director dijo 'este chico no va a tener miedo'. Y me preguntaron si me animaba a tirarme de la iglesia y yo a esa edad ni sabía de los riesgos y dije que sí", expresa Dalmazzo.
El personaje del niño actor se llamaba Tonito, "un negrito chiquito y cabezón (risas), que era el hermano de Alba Mujica, que hacía de un personaje de loca y tenía la idea de mandarme al cielo para que yo le lleve una carta a dios. Tirándome desde una iglesia".
Finalmente el día de esa escena llegó, sin embargo la iglesia no tenía una escalera como en los campanarios y "pusieron para que subamos una escalera por detrás; abajo colocaron tres lonas bien amarradas para que soportara la caída. Antes de tirarme probaron tirando un muñeco que pesaba como 70 kilos. Resulta que Alba en una especie de lucha me tenía que tirar, pero era tan flaca y con poca fuerza que me tiró mal y quedé enganchado en la cornisa de la iglesia y la gente pegó un grito que no se imaginan. Hasta que pude tirarme solo".
"Pero no sirvió la escena -prosigue- hubo que filmarla de vuelta, y ahí morí".
"En esa época la palabra de los mayores no se discutía"
Asimismo, Dalmazzo admite que se entusiasmó con la actuación y que incluso lo quisieron llevar a Buenos Aires, sin embargo sus abuelos, quienes lo criaron, dijeron que no. "Y en esa época la palabra de los mayores no se discutía", sostiene.
Del pueblo se utilizó la iglesia, una tienda, el matadero del frigorífico, hasta un viejo boliche tipo bar. Mientras que el final se realizó en la Laguna de Mar Chiquita, que por esos años estaba seca y era un marco ideal para la sequía.
Los años pasaron y Damazzo rememora: "Una vez invitamos al hijo de Armando Bó, la primera vez estaba en Estados Unidos y no pudo venir, pero con los años llegó a Brinkmann y se sorprendió al ver que su viejo tenía una calle con su nombre y lo bien que se hablaba de él".
La película se estrenó el 7 de junio de 1950, en la sala del Cine Libertador, en Capital Federal y, al mes, en Brinkmann. "Fueron todos... yo estaba ansioso por verme, hoy soy el único que queda vivo", finaliza.