Concesionarios: muchos no podrán volver a abrir y otros ya cerraron
"Las consecuencias se verán en los próximos meses", aseguraron desde la Cámara de Vendedores de Automóviles de San Francisco.
La pronunciada crisis económica agudizada por las restricciones impuestas por el gobierno nacional en el marco de la lucha contra el coronavirus llevan a muchas actividades productivas al borde de su desaparición.
La industria automotriz, que antes de la pandemia ya registraba una profunda crisis sobre todo por la falta de venta de unidades cero kilómetro, "está atravesando por la peor crisis de la historia", según lo señalan los propietarios de concesionarias y agencias de venta de automóviles en la ciudad.
Este panorama llevó a las cámaras que agrupan al sector a estimar que una vez que se normalice la actividad es muy probable que muchas concesionarias o locales de venta de automóviles queden en el camino.
Un ejemplo de la crisis lo indica la caída del 88 % en la venta de unidades en los últimos 12 meses. A eso hay que añadirle que el sector ya venía muy golpeado puesto que en el período que transcurrió entre abril de 2018 y mismo mes de 2019 se había registrado una disminución del 50 % de ventas.
La Cámara de Vendedores de Automóviles de San Francisco (CVA) cuenta con 25 asociados entre los cuales se cuentan seis concesionarias oficiales de diferentes marcas que concentran alrededor de 150 trabajadores mientras que en el resto de las agencias se desempeñan cerca de 60 personas.
A eso hay que añadirle la relación indirecta que tiene el sector con otras actividades como la venta de repuestos, talleres mecánicos, gomerías, estaciones de servicio, etc que ubica al sector entre uno de los más importantes de la economía.
El presidente de la CVA, Diego Tamagnini, aseguró que "el sector está muy complicado. Estamos atravesando por una caída fenomenal" en el nivel de actividad e incluso llegó a asegurar que abril "ha sido el peor mes de lo que se tiene registro en la actividad".
Recordó además que abril "fue el primer mes donde no se fabricó ningún auto en todo el país" producto del parate general. "Las ventas cayeron de manera fenomenal. La actividad cayó tanto que es el peor mes desde que hay registro en el país".
Además recordó que a nivel nacional "se inscribieron poco más de 4.000 vehículos" que formaron parte de operaciones que se concretaron antes del lanzamiento de las medidas de aislamiento.
Teniendo en cuenta este contexto de crisis, Tamagnini estimó como "muy posible" que al reanudarse la actividad con el levantamiento de las restricciones haya establecimientos que no puedan reabrir sus puertas y tengan que cerrar de manera definitiva.
"Los socios de la cámara están atravesando por una situación muy difícil que no se va a terminar cuando comencemos de nuevo con la actividad. El año 2020 será muy duro para nuestro sector y las consecuencias de esta cuarentena se verán en los próximos meses", indicó.
Dura advertencia del sector
"Nuestras empresas continúan con las cortinas bajas. La situación es difícil y alarmante. En los últimos años el sector prácticamente no tuvo rentabilidad y se sostuvo con los ahorros propios, y ahora agravado por el lucro cesante y los costos que seguimos teniendo", advirtió el presidente de la Cámara del Comercio Automotor, Alberto Príncipe.
Dijo que la Afip "tiene inscriptos más de 10.000 comercios de autos usados en el país, muchos de los cuales cuando se vuelva a la normalidad no volverán a la actividad".
Ante este panorama, el sector solicitó tanto a las autoridades de la Afip como de la AGIP, excepciones o postergaciones a las obligaciones corrientes en materia tributaria por impuesto a las ganancias, mínima presunta, IVA y empleadores.
También por el impuesto a ingresos brutos, ABL, patentes y sellos.
"Estamos trabajando en conjunto para encontrar una solución para el corto plazo", explicó Príncipe a la agencia NA.
Dijo que también se está trabajando "en conjunto con la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad Automotor (Dnrpa), y hemos logrado que la Jefatura de Gabinete autorice parcialmente la apertura de la Registros".
"Todo es futurología. El paso del tiempo nos dirá en que suelo arrasado nos moveremos, que seguro no será igual al conocido o imaginado. Seguro que no", señaló