Concejales y voluntarios trabajaron en el único bosque nativo en San Francisco
Realizaron tareas de limpieza y mantenimiento en el monte Isleta Pozo de la Piedra, que alberga gran riqueza de flora y fauna autóctonas y al que quieren declarar "monumento natural".
Concejales y voluntarios de Mejor San Francisco, en adhesión al Día de Árbol que se celebró el pasado 29 de agosto, realizaron tareas de mantenimiento, selección y limpieza en el Monte Isleta Pozo de la Piedra, ubicado cerca del radio urbano de nuestra ciudad, donde en un predio de apenas una hectárea convive una amplia variedad de ejemplares nativos.
De esta manera, desde la fuerza política colaboraron con la tarea que ya lleva adelante la Asociación Para el Medio Ambiente y su Dinámica (Amad).
"Este año, la fecha del Día del Árbol llega en un momento de angustia frente al panorama que se vive en el Amazonas, uno de los grandes pulmones de este planeta. Una selva que arde significa muerte. Por eso la importancia de mantener los montes que tenemos en cada región y el Monte Isleta Pozo de la Piedra es nuestra pequeña isla de vida y es por eso que nosotros también insistimos con la importante tarea que se debe realizar con nuestro arbolado urbano y las barreras forestales", dijo el concejal Damián Bernarte.
"Ante las necesidades presentadas por Amad, Bernarte propuso esta iniciativa que fue muy bien recibida. Así fue que durante la tarde del jueves, junto a él y colaboradores de ese espacio desmalezamos senderos, se retiró basura, se protegieron brotes y seleccionamos un espacio para reunión de alumnos y docentes", expresó Luis Gaviglio, de Amad.
"Los árboles nos proveen oxígeno, amortiguan la lluvia, ofrecen un reparo y sombra. Los bosques regulan el clima, reducen la velocidad del viento y la contaminación sonora. Los árboles generan biodiversidad, la vida florece entre sus raíces, sus ramas, sus hojas y sus cortezas. Debemos cuidarlo a rajatabla", agregó Bernarte.
"En nuestra región no hay una parcela de monte con la diversidad forestal nativa que posee ese terreno", aseguraron desde Amad, que este año volvieron a pedir que se declare al monte Isleta Pozo de la Piedra "monumento natural". La entidad ambientalista quiere que la Provincia lo incluya en la ley de Áreas Naturales, y que el municipio haga sus gestiones en ese sentido.
Damián Bernarte
"Semillero" único de flora y fauna
Desde 1989 esta tierra es protegida por una ordenanza municipal. Sus dueños -la familia Masera, propietaria del campo- decidieron protegerla y no dedicarla a la producción agrícola.
"Creemos que este lugar reúne todas las características para transformarse en un lugar protegido", sostuvo Gaviglio, quien dijo que no es sólo importante por la diversidad de especies sino por su valor histórico: el monte es antiquísimo. En 1886, el primer plano de la ciudad distinguió a este monte con el nombre Isleta del Monte de la Piedra; para esa época el lugar ocupaba unas 80 hectáreas.
El lugar se destaca por la riqueza y variedad de especies nativas; pueden observarse ejemplares de sombra de toro, algarrobo, barba de tigre o lagaña de perro, cactáceas rastreras y una interesante variedad de especies del "bajo" monte.
También es asiento de aves como corbatitas, horneros, benteveo, leñateros, cotorras, pirinchos, cahalotes, picabuey, calandrias, tacuaritas, chingolos y tordos, entre otras.