"Con la ley Justina ganamos el 50% de tiempo"
Esas son las palabras de Lucas Ludueña, el sanfrancisqueño que dos años y medio atrás fue trasplantado de corazón. Sostiene que establecer el "sí" como regla general al momento de decidir donar los órganos elimina la burocracia y permite que gane la vida.
Lucas Ludueña está en su casa tranquilo con su esposa, mientras su bebé más pequeña duerme y su hijo mayor está en el colegio. Dos años y medio atrás escribía una carta triste, dolorosa que lo hizo conocido porque pedía por él y por un ángel que le donara su corazón para seguir viviendo. Alguien tomó esa decisión y hoy él vive para contarlo.
Eso no le pasó a Justina Lo Cane quien murió a la espera de un órgano que nunca llegó. "Su misión en la vida fue otra - dijo Lucas a LA VOZ DE SAN JUSTO - ella dejó como legado un cambio en la vida de todos".
Ella, Justina, fue el ángel de todos y el espíritu de una ley que en opinión de Ludueña le gana en un 50% las posibilidades de sobrevida para las personas que esperan un órgano.
"Las 900 personas que por año no llegaron a un trasplante por falta de tiempo, ahora serán menos porque con esta ley ganamos un 50% ya que, perdón si suena mal, la oferta es más grande", sostuvo Ludueña.
De inmediato agrega que es lamentable el hecho de que por ejemplo se pierdan tantas vidas en accidentes, por eso apunta que tanto en el tema de la donación de órganos y en todos en general la información es clave.
"Necesitamos mas información en los colegios sobre donación, se avanzó bastante, pero desde las instituciones se podría hacer más", subrayó.
Lucas hace su aporte todos los días ¿cómo? Cuando charla con los chicos del Instituto Pablo VI donde atiende la fotocopiadora: "Hablamos un poco de todo, los chicos tienen los pies bien sobre la tierra. Se habla mucho de sexualidad y yo siempre aprovecho y meto un bocadillo sobre la donación y explico cosas que a veces no saben".
Ganarle a la burocracia
Con la nueva ley las personas mayores de 18 años serán donantes - aun falta que se promulgue - a menos que hayan expresado lo contrario en vida y por decisión propia.
"Yo dudo que haya una persona que decida hacer un proceso largo solo para decir que no quiere donar órganos. Por eso este es un cambio en positivo y eso es muy bueno", aseveró Lucas.
El hombre de 35 años que fue trasplantado reconoce los avances en el tema, la información pero considera que debe hacerse más.
"Las instituciones encargadas tienen que abrirse más al público en general, poner la información en mano de los directivos de los colegios donde a veces no se habla nunca. Sí se dio un paso importante con el RCP. Tiene que haber clases para temas importantes como donación también", adujo.
No solo en el ámbito escolar puede debatirse sobre donación, para Lucas cualquier momento es oportuno, "puede ser en la escuela, en el Baby Fútbol, en una charla de café pero hay que eliminar prejuicios e ideas falsas instaladas".
Para él, "donar órganos ya no será algo extraordinario" y eso es una batalla ganada por todos y también, por Justina.