Como “pez en el agua”: la natación para bebés favorece el desarrollo físico y mental
"Cuanto más temprano es el contacto del niño con el agua, mejor es su adaptación y facilidad para el aprendizaje". La Licenciada Mónica Shar y la profesora María Sol Caset, explicaron los beneficios de la natación para bebés
La pileta se convierte en un gran espacio de juego, disfrute y aprendizaje compartido con mamá o papá. Con la natación temprana el bebé aprende a desarrollar su autonomía, mejorando su salud física y psíquica.
El "Centro de Kinesiología y Estética Lic. Mónica Shar" de nuestra ciudad, a través de su Programa Integral de Acompañamiento en la Maternidad "Nadando en la Dulce Espera", acompaña a las madres en el período de postparto, cuando el médico las autoriza a comenzar con la actividad física y luego de ésto ofrecen el espacio de natación para bebés.
El equipo de profesionales está integrado por la licenciada Mónica Shar y las profesoras María Sol Caset y María Julia Bogetto. El centro funciona en Urquiza 551, en la pileta climatizada del Sport Automóvil Club.
Al referirse a la natación temprana, la licenciada Mónica Shar (MP-2237) y la profesora María Sol Caset explicaron a LA VOZ DE SAN JUSTO que se trata de "una propuesta educativa integral, que permite integrar e interpretar los signos de maduración, promoviendo un aprendizaje autónomo que favorece el desarrollo".
"Cuanto más temprano es el contacto del niño con el agua, mejor es su adaptación y facilidad para el aprendizaje. Los bebés que hacen natación cuyas madres realizaron natación durante el embarazo, son niños que no lloran que tienen muy buena adaptabilidad al agua, es un medio muy común para ellos", remarcaron.
La licenciada Mónica Shar y la profesora María Sol Caset
¿Por qué natación?
Shar y Caset explicaron que se trata "de la enseñanza de una técnica con resultados motores específicos, que permite facilitar y favorecer la actividad espontánea de los bebés y niños en el agua en función de sus posibilidades acuáticas. Tiene múltiples beneficios".
"La impronta, es decir, la experiencia personal; cada uno de nosotros tiene una biografía acuática, una experiencia vivida en el cuerpo que el agua pone en juego en cada encuentro. El agua nos refleja, nos permite vernos y ampliar nuestra comunicación con el mundo infantil", destacaron.
Por otro lado se encuentra la intuición, "es decir, la empatía; es experiencia acumulada pero activa, en movimiento -añadieron Shar y Caset-. Es una percepción intima e instantáneas que guía nuestro hacer y nos permite comprender los diferentes estados anímicos de los demás. Creemos que es la facultad privilegiada que tenemos los adultos para acercarnos a los niños, la percepción de un corazón inteligente".
Finalmente está la inmersión, es decir, el compromiso. "Estar sumergidos, estar comprometidos en el proceso que encaramos juntos, da la profundidad y permanencia necesarias para asentar una base sólida. El aprendizaje en la primera infancia se apoya fundamentalmente en la variedad de oportunidades y su frecuencia", manifestaron.
Las clases de natación para bebés se llevan a cabo los sábados a las 11, en la pileta climatizada del Sport Automóvil Club. Para mayor información contactarse a los teléfonos (03564) 479537 - 15584210 ó 15660325. en Facebook: Centro de Kinesiología y Estética - Lic. Mónica Shar.
Los beneficios de la natación temprana en el desarrollo físico, motor,
socioafectivo e intelectual de los bebés y niños. · El agua templada y
el movimiento muscular y articular que no se logra en tierra les permiten
experimentar sensaciones de ritmo y relajamiento que inciden en su estado de ánimo,
en su sueño y en su apetito. Crecen sonriendo. · Disfrutan la
posibilidad de experimentar distintas posiciones, adaptando su tono muscular,
su equilibrio y la combinación de los movimientos en todas direcciones. Esto
complementa el desarrollo de su inteligencia motriz, que le da la capacidad de
precisión de un gesto movimiento, de acuerdo con la acción que se desea
realizar. Todo esto influye en el desarrollo de los recursos para futuras
habilidades, tanto en tierra como en el agua. · Contribuye a
organizar la función respiratoria, apoyada en reflejos innatos que permiten, a
partir de la desaparición del reflejo, el aprendizaje y uso de la pausa
respiratoria en inmersión. La natación favorece la conciencia del ritmo
respiratorio y está especialmente recomendada en los niños que muestran
afecciones como el asma y otros trastornos que involucran las vías
respiratorias. · En el campo del
aprendizaje, los niños se revelan más alertas y perceptivos, con más conciencia
de sus capacidades y limitaciones. A través de propuestas rítmicas, se orientan
en el nuevo mundo subacuático y, a la vez, en los distintos momentos de una
clase. · Como más importante
es que están su mamá o papá acompañándolos: estas presencias son vitales en
toda iniciación, y en la disponibilidad sostenida para escuchar y aprender, en
un contexto de contención e información adecuadas.Una práctica que hace bien