Cinco condenas en juicio por estafas telefónicas
Cinco condenas en juicio por estafas telefónicas
Una de ellas es efectiva, sobre un sujeto que operaba desde la cárcel. Las demás son mujeres que recibieron una condicional.
Una de ellas es efectiva, sobre un sujeto que operaba desde la cárcel. Las demás son mujeres que recibieron una condicional.
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Los condenados junto a sus abogadores previo al inicio de la audiencia
Un tribunal unipersonal aplicó ayer
distintas penas a cinco personas acusadas de cometer estafas telefónicas.
Las penas recayeron sobre Walter Ezequiel
Cuquejo (32), tres años y seis meses de cumplimiento efectivo con declaración
de reincidencia; Vanessa Giselle Córdoba (30), tres años de ejecución
condicional, mientras que Rosita Estela Cuello (48), su hija Yohana Micaela
Montenegro (24) y Sofía Agatha Pereyra (23) recibieron tres meses de ejecución
condicional.
Estas cinco personas llegaron a juicio
acusados de conformar una asociación ilícita dedicada a estafar mediante
llamadas telefónicas que se realizaban a personas elegidas al azar, en donde
les informaban que se habían hecho acreedor de un premio que por lo general
consistía en un automóvil de alta gama.
Las llamadas, se conoció durante la
audiencia, se realizaron desde establecimientos penitenciarios de la provincia
de Córdoba, entre ellos el Complejo Penitenciario de Bouwer y la Unidad
Penitenciaria de Cruz del Eje.
Los embaucadores les decían a sus víctimas que
para acceder al premio debían depositar una determinada suma de dinero a los
fines de abonar el impuesto a los premios y el traslado del automóvil hasta sus
domicilios. En otras oportunidades se hicieron pasar por gerentes de bancos,
supervisores de la Afip o del Anses.
El encargado de juzgar la conducta de estas
cinco personas fue el vocal de la Cámara Criminal y Correccional de San
Francisco, Claudio Requena. La acusación estuvo
a cargo de la fiscal de Cámara, Consuelo Aliaga Díaz.
El
inicio de las estafas
Los hechos por los que fueron juzgados el
hombre como las cuatro mujeres ocurrieron en la ciudad de Arroyito, en donde
mediante el ardid de los premios a dos personas despojaron de cincuenta mil
pesos a cada uno, en el año 2016
En el caso de Walter Cuquejo y de Vanesa
Giselle Córdoba, ambos fueron sindicados como jefes de esta banda y por esta
razón habían sido imputados como supuestos autores de "asociación ilícita y
estafa". Finalmente, la acusación quedó únicamente en el delito de estafa.
Cuquejo se encuentra hoy purgando una
condena a prisión perpetua, pena que le fue impuesta por la Cámara 5º del
Crimen de la ciudad de Córdoba el 10 de mayo de 2008, por haberlo hallado autor
del delito de "homicidio criminis causa", por esa razón la pena que se le
aplicó ayer fue con declaración de reincidencia.
Vanesa Córdoba, concubina de Cuquejo, se
encontraba con arresto domiciliario y al aplicarse la pena de ejecución
condicional inmediatamente el tribunal ordenó su libertad. El resto de los
acusados concurrió en libertad a la audiencia y continúan en ese estado.
Un tribunal unipersonal aplicó ayer
distintas penas a cinco personas acusadas de cometer estafas telefónicas.
Las penas recayeron sobre Walter Ezequiel
Cuquejo (32), tres años y seis meses de cumplimiento efectivo con declaración
de reincidencia; Vanessa Giselle Córdoba (30), tres años de ejecución
condicional, mientras que Rosita Estela Cuello (48), su hija Yohana Micaela
Montenegro (24) y Sofía Agatha Pereyra (23) recibieron tres meses de ejecución
condicional.
Estas cinco personas llegaron a juicio
acusados de conformar una asociación ilícita dedicada a estafar mediante
llamadas telefónicas que se realizaban a personas elegidas al azar, en donde
les informaban que se habían hecho acreedor de un premio que por lo general
consistía en un automóvil de alta gama.
Las llamadas, se conoció durante la
audiencia, se realizaron desde establecimientos penitenciarios de la provincia
de Córdoba, entre ellos el Complejo Penitenciario de Bouwer y la Unidad
Penitenciaria de Cruz del Eje.
Los embaucadores les decían a sus víctimas que
para acceder al premio debían depositar una determinada suma de dinero a los
fines de abonar el impuesto a los premios y el traslado del automóvil hasta sus
domicilios. En otras oportunidades se hicieron pasar por gerentes de bancos,
supervisores de la Afip o del Anses.
El encargado de juzgar la conducta de estas
cinco personas fue el vocal de la Cámara Criminal y Correccional de San
Francisco, Claudio Requena. La acusación estuvo
a cargo de la fiscal de Cámara, Consuelo Aliaga Díaz.
El
inicio de las estafas
Los hechos por los que fueron juzgados el
hombre como las cuatro mujeres ocurrieron en la ciudad de Arroyito, en donde
mediante el ardid de los premios a dos personas despojaron de cincuenta mil
pesos a cada uno, en el año 2016
En el caso de Walter Cuquejo y de Vanesa
Giselle Córdoba, ambos fueron sindicados como jefes de esta banda y por esta
razón habían sido imputados como supuestos autores de "asociación ilícita y
estafa". Finalmente, la acusación quedó únicamente en el delito de estafa.
Cuquejo se encuentra hoy purgando una
condena a prisión perpetua, pena que le fue impuesta por la Cámara 5º del
Crimen de la ciudad de Córdoba el 10 de mayo de 2008, por haberlo hallado autor
del delito de "homicidio criminis causa", por esa razón la pena que se le
aplicó ayer fue con declaración de reincidencia.
Vanesa Córdoba, concubina de Cuquejo, se
encontraba con arresto domiciliario y al aplicarse la pena de ejecución
condicional inmediatamente el tribunal ordenó su libertad. El resto de los
acusados concurrió en libertad a la audiencia y continúan en ese estado.