Cierra un negocio clásico del centro de la ciudad: Calzados Pinocho
Calzó miles y miles de pies a lo largo de siete décadas. El fanatismo de su dueño por los cuentos de Walt Disney y un agradecimiento enorme a sus clientes que lo mantuvieron de pie hasta hoy.
Luego de 70 años formando parte de la actividad comercial de la ciudad, Calzados Pinocho cierra sus puertas, anunciaron desde el negocio.
Desde el año 1948, el tradicional local ubicado en bulevar 25 de Mayo 2025, en los próximos días pasará a ser un recuerdo y seguramente quedará grabado para siempre en la memoria de muchas personas de diferentes edades que en algún momento de sus vidas compraron allí sus zapatillas o zapatos.
Si bien no se ha definido con exactitud el último día de actividad, se estima que el cierre definitivo se dará entre el 15 y el 18 de este mes.
Creada en el año 1949 por Benito Riba, junto a Aldo Montali, ambos comerciantes nunca imaginaron que su emprendimiento comercial se iba a convertir en un clásico del centro de San Francisco, donde iban a acudir miles de vecinos a lo largo de su rica historia buscando calzados para toda la familia.
Con el retiro de Montali de la sociedad en el año 1979, la zapatería continuó al mando de Benito Riba y su hermano Avelino.
Actualmente es atendido por Teresita y Roberto Riba, hijos de Benito, quienes decidieron ponerle un punto final al emblemático local fundamentando un cambio de rumbo.
"Tomamos la decisión de cerrar porque nuestros hijos ya están grandes, ellos no van a continuar porque tomaron otros caminos. Nosotros ya estamos grandes y tenemos otras ocupaciones", explicó Teresita con mucha nostalgia por lo que implica el cierre de un establecimiento comercial tan tradicional en la ciudad.
Una vez que cierre, el local volverá a ser alquilado aunque arribará un rubro distinto.
Siete décadas
Teresita lleva 40 años vinculada con Calzados Pinocho y junto a su hermano entendieron que "llegó la hora de estar un poco más sueltos y por eso tomamos esta decisión".
A lo largo de las siete décadas, Calzados Pinocho se caracterizó por ser una zapatillería popular que además presentaba distintos modelos de zapatos de línea urbana para toda la familia.
"Si bien en algunas épocas tuvo una tendencia más hacia la línea de vestir, con el paso de los años se fue inclinando a ser una zapatillería", explicó la entrevistada.
Tras haber tomado la decisión de cerrar y comunicarla a sus familiares y conocidos, de manera inmediata comenzaron los comentarios, recuerdos y anécdotas vividas en torno a este negocio.
"Muchos nos decían que varias generaciones de sus familias han pasado por aquí comprando calzados y eso nos llena de orgullo. En todo este tiempo ha venido desde el abuelo, el padre, los hijos y los nietos. Este negocio guarda hermosos recuerdos para mucha gente. Todo esto para nosotros nos deja mucha nostalgia porque es un emprendimiento que inició nuestro padre con su amigo Aldo".
Teresita y Roberto Riba, a cargo del
tradicional negocio céntrico desde hace varias décadas, anunciaron el final
La historia del nombre del local
Si bien todos conocen a esta zapatería por su nombre tradicional, Pinocho, lo cierto es que estuvo muy cerca de llamarse de otra manera.
Antes de comenzar con este emprendimiento comercial, en su juventud Benito Riba era empleado de Zapatería Loira, una firma que venía desde Buenos Aires. Esta tarea lo inspiró para comenzar con un emprendimiento personal y una vez que se decidió debía determinar el nombre de su negocio y al principio se había inclinado por 'Blancanieves'.
"A mi papá siempre le gustaron los cuentos de Walt Disney y recuerdo que siempre me contaba que no le había podido poner ese nombre que había elegido en un principio y allí fue entonces que se inclinó por Pinocho".
Agradecidos
Roberto Riba, en tanto, expresó "un saludo muy especial a toda la gente que a lo largo de estos años nos acompañó en la vida y en el trabajo. A ellos les tenemos un cariño muy especial por todo lo que nos dieron. Queremos agradecerle a San Francisco y la zona por la confianza que nos tuvieron a lo largo de 70 años", indicó.
Al culminar con la entrevista, en medio de un clima emotivo, ambos señalaron que "siempre seguimos los consejos de nuestro padre que decía con el público hay que ser muy cordial, muy atento y buscar que salga satisfecho del negocio". Precisamente, el hecho de haber perdurado en el ámbito comercial de San Francisco durante 70 años marca a las claras que la satisfacción de los clientes quedó sobradamente garantizada.