China prepara una base de datos con las caras de sus casi 1.400 millones de habitantes
El país asiático y actualmente potencia mundial, esta preparando un sistema de reconocimiento facial para poder identificar en segundos a cualquier persona.
Las autoridades de China, uno de los
países donde los sistemas de reconocimiento facial están alcanzando un mayor
avance, están preparando una base de datos con las caras de sus casi 1.400
millones de habitantes, con el objetivo de poder reconocer a cualquier persona
en segundos en caso de necesidad.
El proyecto fue lanzado por el ministerio
de Seguridad Pública en 2015 y ya alcanzó una fase muy desarrollada, con una
precisión del 90 por ciento, según informó hoy el diario South China Morning
Post, citado por EFE.
La encargada de desarrollar el sistema es
una firma de seguridad con sede en Shanghái, Isvision, es utilizando un
algoritmo diseñado por SeetaTech, una empresa emergente lanzada por
investigadores de la Academia China de Ciencias y del Instituto de Tecnologías
en Computación.
Isvision, una firma de seguridad con sede
en Shanghái, es la encargada de desarrollar el sistema utilizando un algoritmo
diseñado por SeetaTech, una empresa emergente lanzada por investigadores de la
Academia China de Ciencias y del Instituto de Tecnologías en Computación.
El sistema podría utilizar en el futuro
las enormes redes de cámaras de vigilancia que existen en buena parte de las
ciudades chinas, conectadas con una base de datos en la nube que según los
expertos reuniría todas las caras y datos personales de los ciudadanos chinos,
y que ocuparía unos 90 terabytes.
El desarrollo de este sistema plantea
dudas sobre la protección de la intimidad de la ciudadanía, ante lo que
expertos relacionados con el proyecto aseguran que el uso comercial de esta
información estará estrictamente prohibido.
También defienden que para acceder a esa
base de datos se necesita pasar por códigos o llaves de seguridad de distintos
altos cargos del ministerio de Seguridad Pública, por lo que el robo de datos
es extremadamente difícil.
No es casual que esta tecnología esté
desarrollándose en China, un país donde el reconocimiento facial ya se usa a
más pequeña escala en gobiernos locales, para identificar sospechosos, o donde
el uso comercial de similares tecnologías ya está presente en la vida diaria.
Los chinos ya pueden usar sólo su cara para embarcar en un avión en algunos aeropuertos, o para pagar en restaurantes de comida rápida, mientras otros establecimientos en el país ofrecen descuentos si un cliente deja que su cara sea escaneada y el sistema de identificación lo considera "guapo".
Algunos baños públicos usan el reconocimiento facial para expender papel higiénico y evitar así que algunos pidan demasiado.