Capturan a uno de los prófugos por el asalto en Nueva Córdoba
Ariel Gramajo fue arrestado en la provincia de Buenos Aires, mientras que se busca a otro de los integrantes de la banda.
Uno
de los delincuentes prófugos por el asalto ocurrido en Nueva Córdoba en febrero
último, en el que murieron un policía y dos asaltantes, fue capturado hoy por
la Policía en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, informaron fuentes
judiciales.
Se
trata de Ariel Eduardo Gramajo (45), acusado de haber integrado la banda que en
la madrugada del 16 febrero entró a un edificio de calle Rondeau 84 y robo unos
3.300.000 pesos. Fuentes
policiales informaron a Télam que efectivos cordobeses capturaron al sospechoso
en Lomas de Zamora En
tanto, las pesquisas continúan buscando a otro prófugo, identificado como Ariel
Rodríguez Murúa (50). Por
su parte, el fiscal Rubén Caro dictó la prisión preventiva para los otros tres
detenidos por el golpe comando en el que murieron durante un enfrentamiento el
policía Franco Ferraro (29) y los delincuentes Rolando "Ciego"
Hidalgo (62) y Rolando Serravalle (53). Según
las fuentes, Diego Alberto Tremarchi -detenido en Bouwer- está sindicado como
miembro de la banda, mientras que la empleada doméstica del departamento
asaltado, llamada Teresa Mitre (69) y su hermano Miguel Ángel Mitre (67)
quedaron con prisión domiciliaria por sus edades. A
su vez, el 27 de abril pasado la Justicia imputó a dos policías por robar la
pistola con la que mataron a Ferraro durante el enfrentamiento, en el que hubo
casi un centenar de disparos. Un
oficial principal y un cabo que llegaron en un móvil apenas finalizó el
intercambio de disparos fueron imputados por los delitos de "sustracción
de objeto (arma) destinado a servir de prueba ante la autoridad
correspondiente". Se
trata de un delito excarcelable, por lo que ambos agentes continuarán por el
momento en libertad, siempre y cuando no entorpezcan la investigación,
indicaron los voceros. Al
mismo tiempo, ya se giraron los antecedentes al Tribunal de Conducta Policial
para que queden de inmediato en situación pasiva mientras se ordena una
investigación administrativa paralela. El
robo de la pistola calibre 9 milímetros que se le adjudicaba a Serravalle
comenzó a ser investigado por el fiscal Caro, ya que los investigadores habían
hallado vainas servidas calibre 9 milímetros entre un ascensor y el lugar donde
quedó su cadáver pero junto a él sólo se halló una pistola calibre .22. Ante
esta sospecha, el fiscal trabajó durante los últimos días en busca de los
responsables de este delito y fueron allanados los domicilios de los dos
policías en actividad. De
acuerdo con la hipótesis principal, Serravalle bajó por el ascensor del
departamento del 7 "A" hasta el hall del edificio de Rondeau 84 con
dos pistolas. Apenas
se abrieron las puertas, disparó contra los policías apostados en ese lugar, momento
en el que mató a Ferraro de dos balazos: uno que le ingresó por debajo de la
axila y le perforó un pulmón, y otro que lo hirió en el muslo. Serravalle
alcanzó a recorrer algunos metros más hasta que fue alcanzado por varios
balazos, la mayoría por la espalda. (Télam)