Bicisenda: antes del tratamiento en el Concejo definen los últimos detalles de la ordenanza
Son varios los cambios en el tránsito a partir de esta vía exclusiva para circular en bicicleta. ¿Qué pasará con el estacionamiento frente a las casas? ¿Y los garajes? ¿Y con los estacionamientos público de motos? El municipio trabaja en la estrategia para informar cuándo y cómo se implementarán las modificaciones. Mientras tanto, en los comercios del rubro aseguran que creció el interés por los cascos para ciclistas, que serán obligatorios para circular.
Mientras avanza la demarcación de la primera etapa de la obra "Bicisenda San Francisco no para", se van esclareciendo algunas dudas vinculadas con la operatividad del sistema y lo que establece la normativa vigente en cuanto a la ubicación de vehículos en la traza por donde pasa esta red de vías exclusivas para circular en bicicleta que conectará los principales puntos de la ciudad.
El Código de Tránsito de San Francisco (ordenanza N° 4869) prevé en su artículo 72 las pautas relacionadas al correcto estacionamiento de vehículos en la vía pública. Entre otras cosas, la citada normativa establece que no se debe estacionar "sobre la senda para peatones o bicicletas, acerca, rieles y en los diez metros anteriores y posteriores a la parada del transporte de pasajeros, si lo hubiere".
De esta manera, aquel frentista que resida sobre la margen donde pase la bicisenda deberá dejar su vehículo en la cochera, si la tuviere, o bien en un lugar diferente a la traza de este sendero y que a su vez esté habilitado para el estacionamiento vehicular. Además, se deja en claro que no está permitido ubicar el vehículo sobre la subida a las cocheras, solo pueden permanecer en la calle, en lugares autorizados para estacionar.
Ingresa al Concejo
Se estima que la obra de la bicisenda se trate en la primera sesión del Concejo -el próximo 18 de marzo-, aunque hasta el momento esto no fue conformado ya que el proyecto está siendo sometido a revisión.
Entre otras cosas, se trabaja sobre el armado de una ordenanza marco que autorice a establecer la demarcación vertical y horizontal para concretar la bicisenda. Entre la demarcación vertical se encuentra toda la cartelería para advertir a los conductores de vehículos de la existencia de la bicisenda mientras que la demarcación vertical está conformada por el pintado de las distintas secciones en las que se conforma la misma, incluyendo sentido de circulación de ambas márgenes.
Entre la demarcación vertical habrá sectores donde se incluirá cartelería que advierta sobre la velocidad de desplazamiento junto a la advertencia sobre la presencia de la bicisenda, dirigida al resto de los conductores que comparten la vía pública con los ciclistas.
El sector de la bicisenda (con dos carriles de circulación) comprende un ancho de alrededor de 2,35 metros.
No está previsto advertencia en calles perpendiculares
La disposición de la bicisenda pasa a convertir a la calle por donde se demarca en una vía de doble circulación para las bicicletas. Por ende, aquellos vehículos que circulen por arterias perpendiculares a ellas no solo deberán tener en cuenta el sentido de circulación normal de la calle que están próximos a cruzar, sino también el contrario porque desde allí también puede estar transitando un ciclista.
De todas maneras, esta transformación en calle de doble sentido a aquellas por las cuales pasa la bicisenda no parece tener -al menos en una primera instancia- la advertencia mediante cartelería vertical u horizontal ubicada en las calles perpendiculares a este sendero.
Esto llevará a los conductores a tener que prestar la debida atención al cruzar por calles con bicisendas ante la transformación de la misma en una arteria de doble mano, sobre todo porque la circulación en la bicisenda será prioritaria en el tránsito vehicular.
En este caso, el procedimiento seguirá lo establecido a la ordenanza vinculada al tránsito vehicular. Asimismo, la Comisión de Tránsito Municipal establecerá las señalizaciones específicas a implementar en cada sector de la bicisenda.
Algunos estacionamientos públicos deberán mudarse.
Aún no hay fecha para la puesta en marcha
Mientras que en estos momentos la demarcación de la primera etapa de bicisendas se encuentra por calle Alberdi, entre Castelli y Juan José Paso, aún resta colocar los demarcadores externos de hormigón que se ubican a determinada cantidad de metros entre sí.
Además, resta ubicar la señalización vertical en todo el trayecto y una vez que esto ocurra, sumado al tiempo que llevará contar con la aprobación y posterior promulgación de la ordenanza respectiva, recién entonces el Ejecutivo Municipal estará en condiciones de habilitar la primera etapa de esta obra que en total suma una extensión total aproximada de 65 kilómetros.
Cambios
Mientras tanto, a medida que la demarcación se acerque al microcentro será necesario remover estacionamiento de motovehículos que se encuentran sobre lo que será la traza de la bicisenda y luego proceder a su reubicación en las inmediaciones. Un ejemplo de ello ocurrirá con el espacio ubicado en las inmediaciones de la sucursal local del Correo Argentino, para lo cual será necesario aprobar la ordenanza que establece dicha modificación, para correr el estacionamiento sobre calle Belgrano.
Avanza la demarcación de la primera etapa sobre Alberdi.
Cómo sigue
Se estima además que antes de finalizar la demarcación sobre Alberdi, el personal municipal dedicado especialmente a esta tarea comience con la demarcación de Pueyrredón.
Por su parte, en este momento se están definiendo cuestiones operativas a aplicar en el sector de calle Alberdi, entre calles J.J Paso e Independencia. Esto ocurre debido a que en ese tramo el ancho de la calle es más angosto por lo cual la bicisenda deberá ser más angosta para poder permitir la normal circulación del resto de los vehículos.
Primera etapa
La primera etapa de la obra comprende la ejecución de 5.400 metros lineales de bicisenda en sentido norte-sur, comenzó a ejecutarse por el veril este de calle Alberdi y el oeste de calle Pueyrredón, entre avenida Rosario de Santa Fe y bulevar 25 de Mayo.
En este caso, por calle Alberdi la bicisenda se extenderá por unos 1.700 metros mientras que por Pueyrredón lo hará a través de 1.400 metros. A esto se agregan dos nexos que atraviesan la Plaza Cívica.
Una vez concluido este sector, la etapa continuará por el veril este de calle Rivadavia y el oeste de calle Avellaneda, entre Bv. 9 de Julio y Gerónimo del Barco. En este caso, el trayecto a recorrer será de 600 metros lineales.
Sobre calle Gerónimo del Barco, la bicisenda se extenderá entre Avellaneda y Rivadavia, por el veril norte, a lo largo de 200 metros, y por avenida del Libertador (S), entre las calles Gerónimo del Barco y Antártida Argentina, a través de 900 metros.
Hay más consultas
por cascos: los precios
Al igual que
ocurre con las personas que se trasladan en motocicleta, los ciclistas deberán
utilizar el casco protector de manera obligatoria para lo cual la municipalidad
comenzará en breve con una campaña para concientizar a la comunidad respecto de
esta práctica. Mientras tanto,
los usuarios de bicicleta se van haciendo a la idea de que en poco tiempo más
deberán utilizar este tipo de vehículos con los elementos necesarios para estar
a tono con la reglamentación vigente en la materia. Para adquirir un
casco, los ciclistas deben invertir entre 2.000 y 20.000 pesos, de acuerdo a la
calidad y características del producto. Más allá de que
una bicicleta del tipo rural o mountain bike tiene un costo estimado entre los
45.000 y 120.000 pesos, hay que añadirle a ello un monto extra si se piensa en
los diferentes accesorios que puede llevar este tipo de vehículos. En tanto que
una tipo "playera" o de paseo pude arrancar desde los 25.000 pesos. Así las cosas, un
juego de luces parte de los 500 pesos, pero puede subir hasta los 4.000,
dependiendo de las características. Una caramañola, en cambio cuesta entre 400 y
2.000 pesos y el porta caramañola se consigue con un mínimo de 250 pesos y un
máximo de 2.000. Hablando de los
repuestos más comunes, una cámara para una bicicleta rodado 29 tiene un costo
que oscila entre los 600 y 1.000 pesos mientras
que los espejos que se adhieren a las manoplas se consiguen en un rango de
dinero que va entre los 1.500 y 2.000
pesos. No hay que
olvidar también la compra de un inflador, infaltable para el uso de una
bicicleta. En este caso, su costo oscila entre 1.000 y 8.000 pesos, teniendo en
cuenta el modelo y las características. En estos últimos
días, y quizá relacionado con la inminente puesta en marcha de la bicisenda,
los negocios de venta de bicicletas y accesorios vieron incrementado el número
de consultas relacionadas con la compra de cascos para ciclistas. Marianella de
Bicimanías -Bv. Sáenz Peña esq. Lavalle- reconoció que "es cada vez mayor el
número de personas que viene al negocio a preguntar" por el casco para
ciclistas. Entre otras se
encuentran aquellas que "están informadas sobre la decisión municipal de
empezar a controlar el uso del casco entre los ciclistas, pero también están
aquellos que aprovechan para equiparse con elementos de protección una vez que
compraron una bicicleta que empezarán a usar como paseo, recreación o bien como
actividad deportiva". "Mucha gente está
tomando conciencia", dijo para luego señalar que la compra de cascos "hizo
crecer la venta de accesorios". Entre los más solicitados se cuentan las luces
ya que esto permite que "la gente pueda extender más el horario para salir a
pedalear". La ordenanza exigirá el uso del casco.
Crece como medio de transporte
Además, dijo que "el interés por el casco predomina por sobre el resto de los elementos que puede tener una bicicleta" mientras que "en este momento no solo creció el uso de la bicicleta como elemento para hacer actividad física, sino que está aumentando el número de personas que la eligen como medio de transporte, desde niños hasta jóvenes y adultos de unos 60 años".
En la misma línea, Marcelo de Rodados Sport -Iturraspe 2118- reconoció que "mucha gente empezó a preguntar por los cascos" para ciclistas y más allá de los deportistas, "en los últimos tiempos este elemento fue ganando terreno entre el usuario común".
Recordó que "la gran mayoría" de clientes que compran una bicicleta "también se llevan el casco" y el que no lo hace en el momento "seguramente vuelve a los pocos días para buscar uno porque quiere sentirse más seguro".
Marcelo comentó que "todo comenzó con la liberación de la actividad durante la pandemia. En ese momento empezaron a salir muchas personas a comprar bicicletas y ahí se vio una mayor demanda de cascos para ciclistas".
También "se venden muchas luces y otros accesorios como portacaramañola y caramañola y los bolsos portacelulares".