Aves y animales del campo que ya son de ciudad: la importancia de cuidarlos
Cada vez es más notable la cantidad de distintas especies de aves y animales conviviendo con los humanos en las grandes ciudades. La destrucción de su habita natural en la zona rural hizo que busquen refugio en los centros urbanos.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Incansable y laborioso el carpintero taladra con su pico el viejo tronco del árbol, uno que eligió como casa, pero que no está en el monte, sino en plena ciudad, rodeado de cemento, cables, vehículos que pasan y ruidos extraños a los del campo.
Carpinteros, cardenales, caranchos, zorros, comadrejas, cada vez más aves y animales del campo se vuelven urbanos, buscando un lugar donde vivir, alimentarse y reproducirse, en una aventura que les presenta el desafío constante de adaptarse para sobrevivir. La fauna urbana sufrió en los últimos años una metamorfosis de la mano del desmonte y los cultivos.
Aunque es hermoso verlos, se debe tomar conciencia del por qué de su llegada debido al desmonte y es fundamental convivir con ellos en armonía, sin agredirlos con gomeras, ni matarlos o entramparlos. No hay que olvidar que la naturaleza estuvo siempre antes que los humanos y por eso debemos respetarlos.
En San Francisco el Departamento de Control del Medioambiente municipal y la Asociación para el Medio Ambiente y su Dinámica (Amad) aúnan esfuerzos y apelan a la colaboración de la comunidad para proteger a los animales silvestres que llegan a la ciudad, en un trabajo en conjunto que permite cuidar la naturaleza.
"Sufrimos un proceso de destrucción de la naturaleza tan rápido que los animales silvestres emigran para buscar hábitat en la ciudad, porque no tienen donde ir", aseguró Ferrero.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con el veterinario Roberto Ferrero y la presidenta de Amad, Ernestina Saravia quienes advirtieron que las aves y animales "vienen a la ciudad porque tienen menos hábitat en el campo, producto del desmonte y la agricultura en forma extensiva".
Aseguraron que en la ciudad "lamentablemente no tenemos una cultura para conservar, y hay gente que los lastima o los mata. No hay una conciencia integrada ambiental, por eso es importante que se tome conciencia sobre la necesidad de convivir en armonía con ellos".
Ferrero afirmó que actualmente "sufrimos un proceso de destrucción de la naturaleza tan rápido que los animales silvestres emigran para buscar hábitat en la ciudad, porque no tienen donde ir. La agricultura extensiva como los pooles de siembra avanzan cada vez más".
Afirmó: "Imaginemos el caso de un carancho que anida en árboles frondosos, que lleva palos para hacer su nido y de repente no tiene más un árbol grande, entonces emigra y en la ciudad busca una antena, un tanque, para anidar. Hoy, hay más árboles que en la ciudad que en el campo que está todo sembrado, no quedan caminos perdidos ni banquinas".
El veterinario adelantó que en la ciudad "se van a presentar proyectos para prohibir el uso de gomeras o de trampas para aves, es una práctica que no va más, como la pirotecnia. Es necesario crear campañas desde el municipio para que los ciudadanos tomen conciencia y cuiden a la naturaleza".
"Para cuidarlos no hay que hacer nada, solamente dejarlos que vivan en armonía, ellos solos se procuran el alimento, pero lo que no se debe hacer es agredirlos o matarlos. La naturaleza se va a buscar su lugar y generará nuevamente su nicho ecológico. Debemos poder convivir con la naturaleza, sean animales o plantas, porque ellos llegaron primero, después nosotros los humanos", dijo.
"Si no hay bosque no hay refugio de fauna, por eso en las plazas donde hay más arbolado se ve cierto tipo de fauna como caseritos, carpinteros, benteveos, cocholotes, chincheritos, cardenales, semilleritos etc.", dijo Saravia.
Debemos poder convivir con la naturaleza, sean animales o plantas, porque ellos llegaron primero, después nosotros los humanos.
Buscando casa y comida
Por su parte, Ernestina Saravia de Amad, afirmó que observamos más aves "porque al no tener tanto monte en el campo, vienen a la ciudad porque encuentran arbolitos pequeños o medianos como refugio. El carpintero nos visita cada tres meses en distintos árboles buscando una producción alimentaria. No dejamos envejecer árboles, se podan, y ahí se generan las larvas que comen los carpinteros, ya sean los mini, o el campestre que es el que más se ve en la ciudad".
"Algunos carpinteros se extinguieron por falta de bosque y la imposibilidad de poder anidar. Los incendios forestales también influyen, los carpinteros blancos que tienen el pechito blanco, ojos celestes y una aureola amarilla y el lomo negro, vinieron después del gran incendio en las sierras que produjo a principios de los 2000", advirtió.
Saravia remarcó que lamentablemente "no nos damos cuenta que nosotros dependemos de los árboles, del bosque y no el bosque de nosotros. Si no hay bosque no hay refugio de fauna, por eso en las plazas donde hay más arbolado se ve cierto tipo de fauna como caseritos, carpinteros, benteveos, cocholotes, chincheritos, cardenales, semilleritos etc.".
Finalmente informaron a la comunidad que cuando vean animales silvestres, se comuniquen con Medio Ambiente del Municipio al (03564) 445880 o con Amad llamando al teléfono (3564) 592953, para articular y armar un equipo de trabajo con el objetivo que el animal pueda volver al medio ambiente.