Aunque condiciona la pandemia, comparsas de San Justo se mueven
Mientras que algunas ya desistieron, otras se alistan para el carnaval, aunque no está garantizada la realización de estos espectáculos en 2021. Los ensayos se adaptan a los protocolos sanitarios y hasta acuden al "trueque" de trajes para evitar erogaciones de dinero.
La edición 2021 será especial para las comparsas de nuestra región. Si bien por covid-19 no está garantizada la realización de este tipo de espectáculos, muchas ya comenzaron a organizarse, mientras que otras desistieron.
Todavía restan más de cinco meses para que se inicie el calendario del carnaval, pero el espectáculo que brinda cada una de las comparsas demanda un trabajo que debe realizarse con anticipación. Por eso, si bien ahora la pandemia impide que se desarrollen actividades en las que se aglomeren personas, muchas comparsas de la región iniciaron con los ensayos y preparativos.
Todo es diferente, el protocolo sanitario los obliga a dividir los ensayos en grupos, un trabajo extra para quienes dirigen estas agrupaciones y que deja afuera a los más pequeños. En el caso de Brinkmann, la comparsa municipal Brink´a Danza iniciará los ensayos este sábado, mientras que la Brink´a Danza Kids, aún está "quieta".
Gardelia, en Arroyito es otra de las agrupaciones que se activó con la esperanza de poder participar en 2021 de los carnavales.
Como contrapartida, en Morteros, La Salgueiro confirmó que no participará de los carnavales, al igual que la comparsa de Suardi, Samay Yasí. Sostienen que los tiempos no dan para organizar todo lo que conlleva una comparsa.
"Sería muy complejo tener un buen resultado con el poco tiempo que nos resta para organizar y no queremos perder el prestigio que veníamos manteniendo en ediciones anteriores", manifestaron.
Con la expectativa puesta en las ciudades turísticas
Con la esperanza de que se reabra el turismo en verano, las comparsas de Brinkmann y Arroyito confían en la posibilidad de que se hagan los carnavales.
"Sabemos que se van a limitar las salidas, que años normales son más de ocho. Pero mientras la curva de contagios se mantenga y podamos movernos en el ámbito del departamento San Justo, tal vez podamos participar no sólo de los carnavales de nuestra ciudad, sino también de localidades vecinas que sean zonas blancas", manifestó a LA VOZ DE SAN JUSTO, la coordinadora de Brink´a Danza, Aylén Fontanesi.
"Los carnavales más grandes de la zona como los de Miramar, al menos están previstos", comentó.
Por su parte, Diego Arce, director general de la comparsa Gardelia de Arroyito expresó que "no sabemos que va a pasar con los carnavales, pero por las dudas nos vamos preparando".
En este sentido se mostró optimista de que la autorización para este tipo de espectáculos podría darse por el lado de las ciudades turísticas. "Aquellas localidades que ofrecen el carnaval como una atracción y propuesta turística, con las que más posibilidades tienen. Creo que ese será un tema a revisar por las autoridades ya que esto está ligado a la economía de muchos pueblos que viven del turismo".
En grupos reducidos
Fontanesi y Arce reconocieron que adaptarse a los protocolos sanitarios "lo cambió todo". "Los ensayos se realizan en grupos reducidos, que en un principio era hasta 10 personas y ahora nos habilitaron 30", precisaron.
Esto conlleva un esfuerzo y trabajo extra de quienes dirigen a las pasistas siendo que deben distribuir la semana en turnos para que los casi 100 integrantes de cada comparsa puedan ensayar.
Asimismo señalaron que los músicos no están participando de los ensayos ya que aún no hay permisos y protocolos adaptados.
Mientras que Gardelia comenzó en junio con los primeros encuentros, Brink´a Danza iniciará este sábado. Fontanesi comentó inclusive que la comparsa sumará a las bailarinas que no pueden hacerlo en la zona. "Teniendo en cuenta que Morteros y Suardi no presentará la comparsa este año, muchas pasistas se sumaron a la nuestra", sostuvo.
"Por el momento podemos transitar libremente por el departamento San Justo entre zonas blancas. El único limitante por el momento es San Francisco", puntualizó.
Asimismo los representantes de ambas comparsas reconocieron que "nunca estuvimos tanto tiempo parados". Citando que sólo descansan unos meses, pero que cada año, cerca de mayo se reactivan de cara a la nueva temporada de carnaval.
Trueque de trajes: una manera de ahorrar
Cada año, las comparsas realizan eventos para sostenerse y reinvertir ese dinero en la compra de trajes, sobre todo aquellas de carácter privado. Como la pandemia obligó a suspender los eventos masivos, muchas tuvieron que buscar alternativas para evitar grandes erogaciones.
En el caso de Gardelia, el intercambio de trajes con otras agrupaciones del país, fue la estrategia.
"Todos los años tenemos una agenda de eventos con la que recaudamos dinero y viajamos a Gualeguaychú a comprar los trajes y elementos. Este año no podemos hacerlo por lo que acudimos al intercambio de trajes con otras comparsas", contó Arce.
"Es una especie de trueque que nos permite evitar gastos y a su vez ofrecer algo distinto para el carnaval", destacó.
En este sentido precisó que los atuendos parten desde los $7.000, a los que deben sumarse todos los detalles y elementos que completan las vestimenta.