Aumento de la población carcelaria
Un esclarecedor informe publicado por LA VOZ DE SAN JUSTO presentó la realidad actual de la Unidad Penitenciaria N° 7 de nuestra ciudad.
Cotejando varias fuentes se pudo constatar que la superpoblación de la cárcel sanfrancisqueña genera algunos problemas difíciles de superar. Y que si bien no existen todavía condiciones de hacinamiento o déficit en higiene y salubridad, lo cierto es que cada día se torna más difícil el panorama.
Una de aquellas fuentes consultadas sostuvo que "No queda lugar para nadie, hasta hay internos ubicados en el área médica del establecimiento y que otros se encuentran en sectores conocidos como "ante-pabellones". Para más, prever una cantidad de internos estable es prácticamente imposible, en virtud de la dinámica de los acontecimientos sociales vinculados con la seguridad y también de las decisiones de la Justicia. El propio director de la cárcel confirmó que en la actualidad hay 410 internos, de los cuales 270 se encuentran con condenas firmes y 140 con causas en situación de proceso. "Este número varía diariamente porque de pronto se ordenan libertades y de este modo se descomprime la situación. En estos momentos cuando estamos haciendo la nota le digo que no tenemos lugar para nadie, pero mañana no lo sabemos", explicó.
El tema de la población carcelaria y su constante aumento en los últimos años es motivo de preocupación. No solo de parte de las autoridades judiciales y gubernamentales, sino fundamentalmente del Servicio Penitenciario de Córdoba. La crisis de la seguridad, el incremento de los índices delictivos y las carencias presupuestarias determinan que la población carcelaria en toda la provincia se encuentre por encima de la capacidad instalada en este momento. Esto obliga a permanentes obras de ampliación de unidades penitenciarias, la mayoría parches que agregan plazas, pero que no solucionan el problema de fondo.
Por ejemplo, en la Unidad Penitenciaria N° 7, de acuerdo a lo relatado por su máxima autoridad, se está ampliando el pabellón 8, el cual permitirá alojar a otros 20 internos más. "En diciembre del año pasado, se habilitó una ampliación del pabellón 5, que en ese caso se incorporaron con 24 nuevos lugares, pero frente a las demanda que tenemos estos tampoco fueron suficientes", señaló.
Por lo mismo, los reclamos de incorporación de mejor tecnología para el control de los internos y de las visitas se enmarca en este panorama que no es alentador, pese a los ingentes esfuerzos que desarrolla el personal penitenciario para procurar mejoras hacia el interior de los establecimientos.
El artículo 18 de la Constitución Nacional establece que las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice. Este mandato de la ley fundamental casi nunca ha encontrado su correlato en la realidad. La historia penitenciaria argentina tiene puntos lúgubres, no esclarecidos y hasta dramáticos. La situación en la cárcel de San Francisco no ha alcanzado estos estándares ni mucho menos. No obstante, la sobrepoblación es un problema que debe ser atendido con presteza y con las medidas que correspondan.