Arroyito: investigan si la policía le disparó a un joven en una fiesta ilegal
La familia del herido denunció el hecho. Esta mañana, las autoridades policiales brindan una conferencia de prensa.
Un joven presuntamente fue herido por un disparo en el glúteo proveniente de un arma de fuego policial en Arroyito, su familia radicó la denuncia y se constituyó en querellante en la causa que investiga la fiscalía de esa ciudad.
Por este tema, esta mañana, las autoridades policiales brindaron una conferencia de prensa.
La familia de Ezequiel Barotto (18), el joven supuestamente baleado por la policía, es representada por el abogado Héctor Flores.
El hecho habría ocurrido en la noche del domingo 6 de septiembre, cuando un móvil policial se constituyó en una vivienda de calle Colón 680 en donde presuntamente se desarrollaba una fiesta clandestina.
Los uniformados fueron recibidos por el dueño de casa, un hombre de 45 años, detrás suyo apareció un grupo de jóvenes los que habrían comenzado a agredir verbalmente a los policías.
Aparentemente, se produjo un forcejeo con los cuatro uniformados y en esas circunstancias los efectivos policiales -sería una mujer policía-, habría efectuado un disparo con su arma reglamentaria hiriendo a Barotto.
En un principio, desde la comisaría se había informado que durante ese procedimiento un efectivo recibió un fuerte golpe con un caño a la altura del rostro el que le provocó fractura del tabique nasal, por lo que fue trasladado al Hospital Municipal "Dr. Carlos J. Rodríguez" para su atención médica.
La versión de la familia
"Esto ocurrió cerca de las 23 de ese domingo. El relato de mis clientes es que junto a un grupo de jóvenes estaban en una casa cuando llegó la policía porque vecinos habían denunciado música fuerte; se produce una discusión entre el dueño de casa y los dos policías, mi cliente no ve ningún tipo de pelea pero cuando escuchan los insultos salen a la calle en donde ven que el dueño de casa estaba a los empujones con los uniformados", dijo el abogado Flores.
En la casa, además del hombre mayor y del joven herido, había entre dos y tres menores de edad. "Mi cliente me contó que la mujer policía lo empujó y que ve cuando desenfunda el arma, la carga él se da vuelta como para irse, allí él dice que escucha dos disparos y que uno le pega en la pierna derecha, debajo de la cintura; el joven sale corriendo herido, no fue asistido, llegó al hospital y cuando vio que había policías decidió no hacerse atender por temor".
El martes siguiente, Flores se puso en contacto con el médico Gerardo Galimberti, "quien me dijo que tenía que dejarlo internado porque aún tenía el proyectil alojado en la pierna y el miércoles fue sometido a una intervención quirúrgica para extraerle la bala. Ya en ese momento intervino la fiscalía porque tanto yo como el médico solicitamos la cadena de custodia del proyectil a los fines de que se lo resguarde para las pericias posteriores. También estuvo presente en ese acto el médico policial".
Para el letrado, "lo más preocupante es que un policía utilizó su arma cuando la situación no lo ameritaba".
Flores informó que el proyectil era de plomo y habría sido disparado con un arma nueve milímetros y no una escopeta cargada con postas de goma.