Andrés Romero: “El Estado debe ser justo, intervenir en la economía y en el pacto social”
El concejal del kirchnerismo, advirtió sobre las consecuencias de la crisis económica en nuestra ciudad y aseguró que será su tarea desde el Concejo requerirle al gobierno local que las atienda. A la vez se mostró optimista con el cambio de signo político en el país y habló de la necesidad de superar la famosa "grieta" y lograr un acuerdo para superar la apremiante situación.
Por Gabriel Moyano | LVSJ
La charla "on the record" dura unos 29 minutos. El antes y el después, varios minutos más. Cuando lo desbloquea tras esa casi media hora de entrevista, al celular de Andrés Romero le empiezan a llover los mensajes. Cuenta que es así todo el día, que se va a dormir pasada la medianoche porque las consultas nunca paran y que hasta debió buscar ayuda profesional para tratar la ansiedad que le produce esa preocupación por atender el pedido de todos.
Para llegar al "Bocha" no hay que pasar por un secretario y esa misma intensidad registra en su casa, donde la gente va a golpearle la puerta para llevarle sus preocupaciones. Cree que esa accesibilidad, entre otros factores, fue clave para lograr el hito de convertirse en el primer dirigente kirchnerista en ganarse una banca en el Concejo Deliberante. Porque sin la estructura ni el presupuesto de otros partidos y con la resistencia que encuentra todo lo que sea K en nuestra provincia en general y nuestra ciudad en particular, el boca a boca y la presencia en los barrios fue determinante.
Hoy, ese logro cobra una trascendencia mayor, porque será el único edil representante del Frente de Todos que gobierna el país. Romero tiene línea directa con legisladores y funcionarios de orden nacional y esa es una carta que piensa jugar, pero -aclara- sin abandonar nunca el trabajo de bases.
Profesor de historia y apasionado por la política, el dirigente camporista hoy ve con optimismo la llegada de Alberto y Cristina al poder y augura tiempos de recuperación. En el ámbito local, promete ser una oposición responsable y espera que su espacio siga creciendo empujado por los nuevos vientos que soplan.
Desde la Nación, pasando por Córdoba y hasta la situación propia de San Francisco, Romero hace un análisis desde su visión de militante para LA VOZ DE SAN JUSTO.
- El martes asumió el nuevo gobierno y, depende de dónde se mire, algunos hablan de volver al pasado y otros de una nueva era ¿cómo lo ves siendo un referente a nivel local del movimiento que tomó las riendas del país?
Para mí hay una cuestión de una nueva era. Hay una nueva propuesta, superadora porque se basó en la unidad de un movimiento que estaba disperso, dividido, fragmentado. Eso, entre otras cosas, permitió que en el 2015 tome el gobierno un proyecto conservador, neoliberal, que le quitó a los argentinos además de expectativas y calidad de vida, muchos derechos. En base a eso comenzó un trabajo arduo de algunos dirigentes para generar este nuevo proyecto popular que tiene mucha esperanza recuperar la vida de los argentinos y argentinas, poniendo eje en la producción y el empleo.
- Fernández logró el apoyo de empresarios, cámaras, sindicalistas y otros actores fuertes, pero en la sociedad parece persistir esa idea de grieta tan arraigada ¿creés que va a tomar un tiempo en cerrarse o habrá que acostumbrarse a vivir con ella?
Creo que es uno de los desafíos de la democracia: aprender a convivir, a aceptar las diferencias y matices que existen sin que esto genere una polarización con el odio como premisa. Todo lo que la gente opine es válido y creo que hay que lograr una síntesis y acercar las posiciones lo máximo que se pueda porque la situación del país apremia. Va a haber que encontrar los acuerdos necesarios para no solo convivir sino también para encontrar una propuesta superadora que saque del pozo a la sociedad. Más allá de cualquier grieta creo que hoy el principal problema es la falta de oportunidades, de futuro y la pérdida del trabajo y de algo tan básico como la comida. El discurso inicial de Alberto hizo hincapié en el programa Argentina Contra el Hambre y eso es esperanzador.
- En ese sentido parece haber un acuerdo: atender las necesidades más urgentes que se generaron en este contexto de inflación y pobreza...
Hoy la verdadera grieta pasa por quién tiene para comer y quién no. Es una premisa que Alberto y Cristina han tenido bien en cuenta y ya han empezado a trabajar al respecto. Hacía mucho que en la Argentina no veíamos una situación de pobreza extrema como la que se está viviendo y eso es muy probable que genere problemas y trastornos a futuro porque más del 50% de los jóvenes están en esa situación. Hay un núcleo estructural de pobreza que lo único que tiene para heredar a las nuevas generaciones es más pobreza. Eso sucede en el país y también en San Francisco: hay comedores y merenderos que están haciendo las veces de asistentes sociales, algo que no deberían hacer. Entonces espero que haya un compromiso no solo del gobierno sino de los demás actores -sociales, culturales- para recuperar una vida digna.
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¿Cómo se genera un compromiso formal de actores importantes como pueden ser los
generadores de precios?
El Estado debe ser un árbitro. Con esto quiero decir que sea justo, que intervenga en la economía y en el pacto social. Que impulse acuerdos para que el compromiso real pero también para que esos actores no pierdan su rédito económico, no es la idea. La premisa es impulsar el consumo, primero recuperar los salarios y después pasar a un acuerdo donde los precios sean justos. Hoy la canasta básica está por las nubes pero no es lo único que aumenta. Entonces no alcanza con un pacto de caballeros ni con un papel firmado: debe haber compromiso, diálogo y control. Hoy hay prácticas monopólicas que el Estado debe solucionar.
- ¿Qué análisis hacés de la coyuntura a nivel provincia-nación?
Espero que no existan las tensiones que se vieron en campaña, donde creo que hubo una acuerdo explícito entre Schiaretti y Macri. Pero esto es pasado, hay que superar esta instancia y Córdoba debe volver a ser parte pujante del país. Es la provincia más importante después de Buenos Aires y tiene impacto a nivel nacional. El gobernador tiene experiencia suficiente para tener una buena relación con el presidente y Fernández creo que está dispuesto a respetar el perfil de Córdoba, que no lo acompañó electoralmente pero esto no implica ningún tipo de revanchismo: hay que superar eso y creo que van a primar los intereses nacionales.
- Hoy sos el único concejal representante del Frente de Todos que ganó las elecciones ¿sentís que es una ventaja o creés que vas a ser mirado de reojo por ello?
Para mí es un orgullo haber logrado una banca respetando nuestra identidad. En el Concejo tenemos las mejores expectativas, creemos que es el lugar para lograr los concensos necesarios y además tenemos la premisa de representar los intereses de la ciudadanía que nos eligió como oposición. No me interesa defender solo los intereses del Frente de Todos. Sí me siento parte de ese colectivo que trabajó mucho en los últimos años pero priorizo los reclamos de la gente y estoy a su disposición. Es una experiencia nueva, creo que hay buen clima y trataremos de trabajar por la ciudad que es lo que importa.
- ¿Creés que esa imagen de tipo accesible, que camina la calle te diferencia del resto?
Desconozco el perfil de los demás ediles. Respeto la manera de trabajar de todos, pero la mía es esa: soy accesible, abierto. Atender las demandas de los vecinos es el perfil mío y del espacio que integro: mis compañeros están las 24 horas pensando cómo se lleva adelante la política y acercarla cada vez más a la gente. La política partidaria tiene un estigma difícil de sacar en la ciudadanía: parece algo cerrado e inaccesible. Pero en realidad es una herramienta de transformación y hay que valorarla como tal. Esa es la idea y seguramente lo estamos comunicando bien pero queremos dar más. Nos gusta trabajar y estar permanentemente activos acercando a la comunidad.
- ¿Cuáles son las prioridades hoy a nivel ciudad?
Las urgencias son económicas. Hay una crisis social que se da a nivel país y ha llegado a la ciudad hace un tiempo largo. Hay muchas necesidades básicas insatisfechas y ausencia del Estado Municipal en estos casos. Se han hecho cosas positivas, se ha avanzado bastante en los últimos años pero no se ha logrado tener una política concreta de respuesta a las demandas que hoy existen. Se subestimó la situación que generó el gobierno de Macri pensando que en San Francisco no se iba a sentir y la realidad es que en la ciudad el mapa de la pobreza es muy importante. No solo pobreza de quienes se quedaron afuera del sistema sino también de gente que paulatinamente fue perdiendo su poder adquisitivo o su fuente de trabajo. Ante eso, el Estado Municipal ha demorado su respuesta: Desarrollo Social y sus colas permanentes demuestran eso. Hace falta un Estado más presente, que no se base solo en la obra pública, que está muy bien, sino también en la producción y el trabajo. En San Francisco hay despidos, comedores, merenderos, gente que no puede comprar medicamentos, adultos mayores en estado de abandono absoluto y en eso es lo primero que debe dar respuesta es el Estado Municipal. Vamos a trabajar para impulsar eso.