Ana es correntina y quiere ayudar a su pueblo a volver a empezar tras el drama de la inundación
Hoy reside en San Francisco pero vivió en carne propia el drama de la inundación en Corrientes. Fuertes lluvias provocaron cuatro muertos y casi 3.000 evacuados en esa provincia en los últimos días. Te contamos cómo ayudar.
Ana Sosa es de Corrientes y en sus 56 años de vida sabe lo que es la desesperación por las inundaciones. Aunque reside en San Francisco desde hace varios años, tiene a su mamá Florencia y tres de sus hermanos viviendo en aquella provincia, una de las afectadas junto a Chaco y Santa Fe en lasúltimas semanas por fuertes lluvias que provocaron cuatro muertos y casi 3.000 evacuados.
Desde nuestra ciudad, ella quiere poner su granito de arena para ayudar a los damnificados por las inundaciones, precisamente a los niños de su pueblo natal, Mburucuyá, Corrientes.
Por eso lanzó una campaña solidaria para recolectar zapatillas y botitas, desde el número más chico al 32 o 33, que llevará a la zona a principios de febrero cuando viaje a visitar a su familia.
"La necesidad es mucha, perdieron todo, hay gente que no tiene nada, perdieron sus camas colchones, los muebles, la heladera, hasta la ropa y el calzado. De un momento para otro se levantaron pisando agua y no pudieron sacarla porque no tienen adónde sacarla", afirmó Ana en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Añadió que están llegando alimentos y ropa, las necesidades son muchas, pero por ahora"estamos juntando zapatillas o botitas especialmente para los niños, pedimos que las donen en bolsitas para poder trasladarlas fácilmente. Van a comenzar las clases en poco más de un mes y los padres no van a poder volver a comprar, entonces es para que puedan estar calzados".
Un problema que creció con el desmonte
Para Ana, los desmontes realizados para cultivar o criar ganado y también la realización de obras viales que taparon canales y evitaron el normal escurrimiento del agua, son los responsables de las reiteradas inundaciones.
"Antes el agua se iba más rápido porque no estaban todos las obras que hicieron en las rutas que en lugar de mejorar fueron tapando todo el paso del agua, se taparon canales. Además hubo muchos desmontes, no hay más árboles porque se fueron arrancando para cultivar o criar ganado, entonces la tierra no absorbe nada", sostuvo.
Recordó que la primera inundación que vivió fue la de 1982, cuando era muy joven, aunque aseguró que actualmente es peor la situación porque fue de golpe, "en 72 horas llovieron más de 350 milímetros, el agua no tiene adónde ir, es un lugar rodeado por ríos que desbordaron, lagunas y esteros. Siempre es una desolación terrible, los caminos quedan intransitables y la gente queda aislada".
"Es una zona muy arenosa y de tanta cantidad de agua se forman pozos, es peligroso caminar por las calles después. Además salen alimañas y animales de todos lados buscando lugares secos", comentó Ana.
No quieren dejar sus casas
Ana contó que la gente no quiere irse de la casa a pesar de que tienen agua adentro, se forman piletones y como no hay cloacas, rebalsan los baños y es un peligro. "A pesar de todo eso, mucha gente quiere quedarse en sus casas. Recuerdo a mi papá cuando ocurrieron otras inundaciones, lo llevaban a la ciudad pero él se volvía siempre al pueblo donde tenía sus animales, como él mucha gente no quiere dejar sus casas. A mis padres en la inundación de 1994 los sacaron en helicóptero de mi casa", comentó.
Cómo ayudar
Quienes quieran colaborar con la campaña que emprendió Ana pueden llevar las donaciones a Olegario Andrade 1216, de lunes a viernes por la tarde y los sábados y domingos todo el día; o comunicarse al teléfono (03564) 15595600. Se necesitan calzados.
La zona del Litoral argentino es azotada, en los últimos días, por fuertes y consecuentes precipitaciones, que generan inundaciones en varias provincias.